Los duartistas y fidelistas no saben qué hacer.
El hecho de que el candidato a la gubernatura por el PRI, Héctor Yunes Landa esté marcando la franja para que no pasen a su parcela quienes ostentan este pasado político, no solo estriba en su posible equipo de trabajo, sino que traspasa el tema hasta el escenario político electoral que se avecina.
Para el PRI, y quizá nadie se lo ha dicho al abanderado del tricolor, que también para él, esto es sumamente peligroso. Una sola premisa se desprende de lo que está ocurriendo al interior de ese partido, la exclusión.
Los aspirantes a diputados locales se han vuelto locos. Con el cambio del PRI y la salida de Alberto Silva, muchos de los que se decían palomeados ya fueron desbancados.
En los distritos quienes ya estaban trabajando con anticipación en busca de la candidatura se tambalean. Algunos nombres están borrados de la lista como Gabriel de Antes, secretario del Trabajo que iría por el distrito de Zongolica.
Tampoco Juan Manuel Del Castillo que de la secretaría de Finanzas como subsecretario era el idóneo para conquistar el distrito de Córdoba, aunque éste siempre preparó para terminar la administración en el cargo más complicado en este momento dentro del gobierno estatal por los compromisos que debe cumplir.
El único que parece estar amarrado es Vicente Benítez, por quien se han pronunciado los sectores en el distrito Los Tuxtlas. Y tiene más que caminado el distrito. En la Cuenca del Papaloapan con cabecera en Tierra Blanca aún no se define si el candidato priista sería el titular del Instituto de Espacios Educativos, Pedro Montalvo, el oriundo de Omealca.
Es secreto a voces que además a otros personajes, incluso diputados locales, por tener el sello de los últimos dos sexenios de gobierno, el senador con licencia ni siquiera les responde el teléfono.
El enfriamiento político está acorde a las temperaturas que se registran estos días en la entidad, y que seguramente, seguirá bajando por los embates de los frentes que azotarán en periodo carnestolendo.
Peor es para los diputados federales, Adolfo Mota, Alberto Silva, prácticamente exiliado, y Jorge Carvallo Delfin. El que tiene un doble juego, astuto como es, es el ex secretario de Gobierno, hoy diputado federal por Acayucan Erick Lagos. Este es considerado incluso altamente peligroso por el propio Héctor Yunes, a que sabe de sus traiciones a quien fuera su jefe, el gobernador Javier Duarte, desde hace mucho, llevándole al propio Héctor información hasta su domicilio de lo que ocurría en el gabinete y de los movimientos y errores del gobernador.
Todo esto para congraciarse con el hoy candidato a la gubernatura. Erick Lagos es un tipo de cuidado.
El hecho es que en duartistas y fidelistas no solo no entran en el equipo de trabajo, sino a partir de la llegada de Amadeo Flores a la dirigencia estatal del PRI, están en peligro de quedar fuera, por lo pronto ya son varios nombres de los que se sabe, no irán.
Esta exclusión no ayuda en nada al proyecto del candidato a gobernador, y por ende, debe darse certidumbre previo al arranque de campaña. Que irán también de la mano con los candidatos a las diputaciones locales para renovar el Congreso con lo que trabajará el próximo mandatario veracruzanos.
Algunos de los que están siendo bajados del caballo están pensando seriamente en redireccionar sus cuadros, para cualquier otro candidato, menos para el que abandera el partido tricolor. Así que alguien tiene que decirle al candidato que esto mediáticamente es factible, pero en la práctica puede no resultarle una buena idea.


MUY EN CORTO

Una prestigiada empresa analista de opinión pública y de Comunicación Estratégica realizó en enero una consulta en la zona conurbada para encontrar los mejores perfiles ciudadanos que podrían ser postulados como candidatos ciudadanos, pues los partidos políticos hoy carecen de actores con credibilidad y confianza entre la ciudadanía.
Como es evidente, el hartazgo popular hacia los partidos políticos es cada vez mayor por eso, la idea de realizar dicho análisis.
El resultado que arrojó la encuesta fueron seis nombres de los ciudadanos de la zona conurbada mejor posicionados por su labor a favor de la sociedad veracruzana que se han destacado por su trayectoria de vida, sus éxitos empresariales y acciones de altruismo y apoyo a la sociedad.
Los nombres de dichos ciudadanos que saltaron a la vista fueron: Enrique Cházaro Mabarak, María Teresa Malpica de Estandía, Marcelino Fernández Rivero, Carlos Uscanga Sánchez, Amelita Acosta de Cházaro y Juan Carlos Cotrina Navarro.
Es obvio que cualquiera de ellos podría ser una mejor y más viable opción que el “más posicionado” de los que hoy andan buscando una curul para obtener fuero o seguir viviendo del erario sin ningún tipo de trabajo social sea del partido que fuese. Sin duda, son elegibles para cualquier organismo político en este proceso electoral.
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