En la política veracruzana, pocos son los padres que han recibido grandes satisfacciones de sus hijos.

El caso más decepcionante fue quizá el del ex Presidente Miguel Alemán Valdés, el cual siempre frenó y obstaculizó las aspiraciones políticas de su primogénito Miguel Alemán Velasco, quien hasta ocho años después de que falleció su progenitor pudo llegar al Senado de la República (1991) y luego a la gubernatura de Veracruz (1998).

Es más, el propio Alemán Velasco ha relatado que a principios de los sesentas solicitó audiencia con el Presidente Adolfo López Mateos, quien creía que le iba a pedir que lo hiciera diputado, cargo de elección popular para el que ya lo había vetado su padre ante un grupo de alemanistas de la región de Acayucan que lo quería postular. Pero lo que Miguelito le solicitó a López Mateos fue que lo apadrinara para convencer a Alemán Valdés de que le permitiera casarse con Christiane Magnani, una bellísima francesa que había ganado el título de Miss Universo.

En cambio, uno de los políticos xalapeños más orgullosos de la trayectoria pública que han emprendido sus hijos debe ser el maestro Guillermo Zúñiga Martínez, actual rector de la Universidad Popular Autónoma de Veracruz (UPAV), pues su primogénito Guillermo se mueve en las Grandes Ligas de la administración pública federal donde a principios de este año fue ratificado por el Senado de la República como miembro de la Comisión Reguladora de Energía, de la que actualmente es titular, mientras que Américo está realizando una exitosa carrera política local, ya que el sexenio anterior se desempeñó como secretario de Trabajo, Previsión Social y Productividad, luego fue diputado a la LXII Legislatura del estado que este lunes 4 concluye sus funciones, y el 1 de enero de 2014 asumirá la presidencia municipal de la capital veracruzana.

Por su parte, este miércoles 30 el inmutable e inexpresivo procurador Felipe Amadeo Flores Espinosa debió haber mostrado alguna emoción al ver a su hijo Amadeo Flores Villalba rendir protesta ante el pleno del Congreso local como nuevo Magistrado del Tribunal Superior de Justicia del Estado.

Flores Villalba, un doctor en Derecho de apenas 37 años de edad que se venía desempeñando como coordinador de Asuntos Legales y Jefe de la Unidad de Acceso a la Información Pública de la Oficina del Gobernador Javier Duarte de Ochoa, al parecer no le interesó mayormente dedicarse al Notariado ni a la política militante en la que su padre le había abierto camino para que ocupara primero la titularidad de la Notaría Pública número 8 de Xalapa y luego la dirigencia estatal de Vía Veracruzana, una asociación política plural surgida en diciembre de 1997 pero que desde la sucesión estatal de 1998 siempre ha ido en alianza con el PRI.

Entrevistado luego de rendir protesta ante el pleno de la LXII Legislatura local, Flores Villalva rechazó que en su nombramiento haya influido su padre, el procurador, y afirmó que no sólo cumple con todos los requisitos constitucionales sino que tiene además los conocimientos jurídicos necesarios para desempeñar el cargo de magistrado.

A diferencia de otros homólogos que a finales de su sexenio propuso el ex gobernador Fidel Herrera Beltrán, al menos Flores Villalba es un joven abogado serio, estudioso del Derecho, que a simple vista parece incapaz de cometer una chicanada como la que en agosto de este año protagonizó un polémico miembro de la Sala Séptima de lo Penal, con más trayectoria partidista que de jurista, al revocar la sentencia condenatoria que un juez había dictado contra el asesino material confeso de la periodista Regina Martínez.

Sin embargo, lo más prudente será observar y seguir el desempeño del primer magistrado propuesto por el gobernador Duarte de Ochoa.