Por ser la capital del estado, Xalapa ha recibido de cada gobernador en turno una o varias obras magnas. En ellas, los gobernantes dieron muestra no solo de su generosidad o mezquindad, sino que marcaron también los intereses políticos, sociales o mercantiles que predominaron en su ejercicio del poder a lo largo de sus sexenios.
Por ejemplo, don Agustín Acosta Lagunes (1980-1986), un economista culto y pragmático, dotó a Xalapa de amplias avenidas y construyó el Museo de Antropología.
Don Fernando Gutiérrez Barrios, que solo estuvo dos años en la gubernatura, ya que en diciembre de 1988 fue nombrado secretario de Gobernación por el presidente electo Carlos Salinas de Gortari, inició la construcción del Centro de Especialidades Médicas “Doctor Rafael Lucio” y la del acueducto de Huitizilapan, Puebla, que a través de dos líneas de conducción de agua potable de 60 centímetros de diámetro y una longitud de 67.2 kilómetros, abastece de un metro cúbico por segundo, a esta capital del vital líquido.
El sustituto de Gutiérrez Barrios, Dante Delgado Rannauro (1988-1992), edificó, entre otras obras, el Museo de Ciencia y Tecnología y el Palacio Legislativo.
Patricio Chirinos Calero (1992-1998) amplió los accesos a
Xalapa por Banderilla y Coatepec, y Miguel Alemán Velazco (1992-2004) con su visión empresarial, construyó el Museo del Transporte que ahora alberga las oficinas del DIF estatal, y un puente de acceso a la plaza comercial del fraccionamiento Las Animas.
Fidel Herrera Beltrán levantó puentes e hizo pasos a desnivel para agilizar el tráfico vehicular sobre los principales accesos y salidas de Xalapa, como por ejemplo en el circuito Presidentes y las avenidas Murillo Vidal y Lázaro Cárdenas, que es la que atraviesa toda la ciudad. Además alzó una monumental y estilizada araucaria junto al distribuidor vial que lleva el mismo nombre, una emblemática obra que fue realizada por Sebastián, un famoso escultor chihuahuense amigo de la familia Herrera-Borunda.
Ahora, el gobernador Javier Duarte de Ochoa, aparte del apoyo que ha dado al Ayuntamiento capitalino, que preside Elízabeth Morales, para la repavimentación de avenidas como Murillo Vidal y Lázaro Cárdenas que han sido revestidas con concreto hidráulico, está impulsando la construcción de una presa entre los municipios de Teocelo, Tlaltetela y Coatepec, aguas abajo de la confluencia de los ríos Texolo y Pescados, para abastecer de agua potable constante durante los próximos 25 años a los 600 mil habitantes de Xalapa y municipios de la zona conurbada. Y es que, actualmente, en época de sequía 4 de cada 10 xalapeños padecen los tandeos del vital líquido, situación que tiende a agravarse, ya que la ciudad solo dispone de un caudal de 1.5 metros cúbicos por segundo, proveniente en su mayoría de la presa Huitzilapan, cuyas válvulas han sido cerradas en varias ocasiones por vecinos de Puebla y por colonos xalapeños como medida de presión para que las autoridades de la Atenas veracruzana les realicen obras comunitarias.
Este proyecto no solo pretende utilizar racionalmente el agua mediante la regulación y el almacenamiento de los caudales para abastecer a la población, sino disminuir también los riesgos de inundaciones, generar energía eléctrica y mejorar las actividades eco-turísticas y agrícolas de esa región que abarcaría hasta La Antigua, Puente Nacional y Jalcomulco.
El proyecto incluye un canal para mantener el escurrimiento natural del río; una cortina sólida de 100 metros de alto por 700 metros de longitud; un acueducto de 42 kilómetros para conducir 1.0 metro cúbico por segundo hasta Xalapa; un vertedor con compuertas para controlar eventuales crecidas y administrar el flujo de salida; y una central hidroeléctrica con 70 megawatts de capacidad, equivalente al consumo de 300 mil personas, y que generará energía limpia y renovable. La cortina de la presa creará un almacenamiento de 135 millones de metros cúbicos en una superficie de 440 hectáreas.
Esta obra está presupuestada en 7 mil millones de pesos, de los cuales el 70 por ciento serán aportados por la organización Odebretch –un consorcio de origen brasileño y líder mundial en la realización de proyectos de desarrollo de infraestructura, que en 68 años de existencia ha realizado más de dos mil proyectos en alrededor de 30 países–, y el 30 por ciento restante será puesto por el Gobierno del Estado, según lo convenido por ambos integrantes de la denominada Sociedad de Propósitos Múltiples de Xalapa, S.A.P.I. de C.V., que será la encargada de construir la presa a partir de abril de 2014, si es que para entonces lograron cubrir todos los trámites legales y obtuvieron los permisos correspondientes, incluida la “licencia social” de las comunidades impactadas.
Además, este proyecto que se calcula terminar en 33 meses, generará 8 mil empleos durante su ejecución y 700 más para su operación.