Por fin, este domingo 27 finalizó el bodrio de “La Tempestad”, la telenovela grabada por Televisa en el puerto de Alvarado.
Pero ahora, los televidentes alvaradeños adictos a estos melodramas podrán seguir disfrutando en vivo y a todo color otra historia salpicada también de odio, amor maternal, venganza, pasión y suspenso aunque ya no protagonizada por la guapa ex Miss Universo Ximena Navarrete ni por el fornido galán de origen cubano William Levy, sino por la regordeta alcaldesa Sara Luz Herrera Cano y el otoñal procurador Felipe Amadeo Flores Espinosa.
Y es que el pasado viernes 25, al día siguiente que la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) solicitara formalmente a la LXII Legislatura local su desafuero por su presunta implicación en el homicidio de su secretario particular Michel Martínez Corro –el cual fue “levantado”, torturado y ejecutado a finales de julio de este año–, la envalentonada alcaldesa porteña, haciendo alarde de un magistral histrionismo, rechazó estar involucrada en el asesinato de su colaborador, con quien, dijo, le unía un cariño filial.
“Mi secretario tenía más de 10 años de vivir conmigo. Era como mi hijo, lo siento, me duele, pero son cuestiones políticas”, declaró a los reporteros que la abordaron en su despacho del palacio municipal.
“Sara Luz Herrera Cano no tiene por qué salir corriendo ni esconderse de nadie. ‘El que nada debe, nada teme’. Yo me voy a defender y tengo mis argumentos”, dijo con gran aplomo en otra entrevista radiofónica.
Según argumentó la munícipe priísta a diversos medios de comunicación, el señalamiento de la PGJE en su contra se trataría de una vendetta política. Herrera Cano sugirió que la Procuraduría estatal a cargo de Flores Espinosa se prestó a un revanchismo orquestado por la actual regidora Marliz Plata, esposa del presidente municipal electo de Alvarado, Octavio Jaime Ruiz Barroso, quien fue postulado por el PRD en las elecciones locales de julio pasado y asumirá el cargo el 1 de enero de 2014.
“Hace tres semanas pasó un incidente en el Cabildo y nos exaltamos un poquito con la regidora que es esposa del candidato electo. Ya sienten que tienen el poder, pero hasta ahorita, hasta el 31 de diciembre, soy la presidenta municipal”, expresó retadora Sara Luz Herrera, quien además cuestionó a las autoridades ministeriales por enfocar sus esfuerzos en este asunto que según ella tiene tintes políticos, mientras que en la entidad hay varios crímenes sin resolver incluyendo el de su exsecretario.
“No menosprecio a nadie, pero cuántos homicidios y desaparecidos hay en Veracruz, y hoy en Alvarado dicen: ‘la presidenta lo mató’ ”.
Sin embargo, las pesquisas de la Procuraduría General de Justicia del Estado sobre la presunta autoría intelectual de la munícipe alvaradeña en el crimen de su asistente datan desde hace dos meses, pues inclusive el periodista José Ortiz Medina, en su bien informada columna política “En corto...sin cortes”, anticipó literalmente desde el pasado 22 de agosto la desgracia en la que estaba por caer la priísta:
“A quien se le puede venir el mundo encima es a la alcaldesa de Alvarado, Sara Luz Herrera Cano. Y es que crece la versión de que la edil habría tenido algo que ver en el asesinato de su exsecretario particular Michel Martínez Corro. Danzan versiones del móvil del homicidio y la extorsión pareciera ser la palabra clave”.
Es más, desde que a principios de agosto la PGJE y la AVI presentaron a Luz del Carmen Santiago García, Luis David Pérez Cruz y Jordy de Jesús Sedano García, quienes confesaron haber asesinado a Martínez Corro, trascendieron versiones extraoficiales de que en este crimen podría estar involucrados también algunos funcionarios municipales.
¿Tendrá final trágico o feliz esta historia? No falta mucho para conocerlo, aunque todo parece indicar que la alcaldesa Herrera podría pasar una muy amarga Navidad, pues su fuero se le vence el 31 de diciembre próximo, y para su desgracia, ya no gobierna la entidad quien a mediados de 2010 la hizo candidata del PRI a la presidencia municipal de Alvarado, no obstante los insistentes rumores sobre sus presuntos tratos con operadores de un poderoso grupo de la delincuencia organizada y de las supuestas pillerías que le imputaron a finales del sexenio anterior como jefa de la Oficina de Hacienda del Estado en San Andrés Tuxtla.