El hoy subsecretario de Gobierno, Marlon Ramirez Marín, es hasta cierto punto un tipo con suerte.
Es sumamente acomodaticio y en ocasiones solamente navega como una “veleta” hacia donde lo lleva el aire.
Su historia en la política inicia cuando aún siendo contemporáneo a los llamados “niños de la fidelidad” no pertenece a ese equipo político con quienes incluso tuvo diferencias serias en el pasado. Es totalmente antipático para esa corriente.
Marlon Ramírez Marín en los tiempos del alemanismo se dejó llevar por el “canto de las sirenas” y como en aquel tiempo se decía que desde el altiplano se impondría a Tomás Ruiz González como el próximo gobernador, el entonces dirigente municipal del PRI en el puerto de Veracruz se sumó a esa “cargada”.
El proyecto del entonces director del Banco Nacional de Obras (Banobras) fue arropado con todo por Ramírez Marín, quien tenía tanta certeza que su “candidato” sería el próximo gobernador que llegó a decir que por ningún motivo permitiría que Fidel Herrera Beltrán fuera el próximo mandatario.
Por supuesto que su pronóstico no se cumplió y aquellos comentarios tan osados se los fue tragando de a poco en el sexenio fidelista, donde nunca lo dejaron buscar una candidatura de elección popular en el municipio porteño.
A cambio ocupó otros cargos como director de Política Regional y un ratito fue subsecretario de Gobierno por los acomodos que se hicieron al final de aquel gobierno.
En ese andar buscando ‘chambas’, Marlon Ramirez fue a parar al Congreso local después de los comicios del 2010, como secretario de Fiscalización del poder legislativo.
Y ahí enseguida empezó a hacer “migas” con el entonces coordinador de la bancada tricolor, Jorge Carvallo Delfín.
A quien su cercanía le ocasionó problemas con la alcaldesa porteña, Carolina Gudiño, tanto que en los pasados comicios tuvo que replegarse por las quejas de la también caprichosa munícipe. No sin antes generarle una serie de golpeteos a Carvallo con el sello de Marlon.
Una vez mas se supo “acomodar” al hombre mas poderoso que tenía a su alrededor, aprovechando que el legislador no tenía muchos aliados y que carecía de un grupo político fuerte.
Fue así que en la coyuntura en donde Carvallo Delfín es llamado a la Secretaría Particular del gobernador Javier Duarte De Ochoa, también es favorecido Marlon Ramírez, quien es una posición del hoy funcionario estatal que lo hace subsecretario de Gobierno.
Parece que ahora ha echado todas sus “canicas” al exdirigente estatal del partido tricolor, quien es visto como uno de los candidateables para el 2016, por la posición clave que ostenta en el gabinete.
Deberá emplearse bien a fondo para ver si ahora sí Marlon Ramírez le da en el “clavo” a su análisis de prospectiva política, pues de “tomasista” ha pasado a ser “carvallista”.
Pero más aún hacer su trabajo y no cometer los hierros a los que esta acostumbrados en perjuicio de Duarte de Ochoa.
Por fin a clases
Este día deberán estar de vuelta todos los niños y jóvenes que desde hace un poco más de un mes no tienen clases porque sus maestros respaldaron las movilizaciones de la CNTE oaxaqueña.
Al finalizar el acto solemne, donde la LXII Legislatura local rindió homenaje al Ejército Mexicano por sus 100 años de existencia, el secretario de Gobierno, Erick Lagos Hernández, respondió los cuestionamientos de los reporteros que se encontraban en las instalaciones del Congreso Local, con respecto a los avances con el magisterio veracruzano.
Ahí aseguró que pronto regresarían los maestros a las aulas, porque se mantenía el diálogo abierto. Pero no dijo cuándo. Lo peor es que un día prometen y al otro no cumplen, y más aún cuando toman casetas, carreteras y se plantan frente a palacio.
Pero fue la Secretaría de Educación de Veracruz la instancia que confirmó la especie. Hoy jueves, todos a la escuela tendrán que retomar las clases.
A aquellos maestros que no regresen a dar clases en las aulas, les serán aplicadas las sanciones que dictan las leyes en la materia. Seguramente que primero les vendrán descuentos y, posteriormente, podrían ser los despidos.
Así se inició en Chiapas y Guerrero. Pero ahora viene mano dura en Veracruz.
Y ojalá los maestros no se digan sorprendidos, porque la rescisión laboral está considerada en la Ley Federal del Trabajo, vigente desde 1970. Nada que ver con la reforma educativa, como acusan los docentes que se niegan a trabajar.
Lagos Hernández, por cierto, reconoció a los profesores de las escuelas, así como a los padres de familia y a los alumnos, de quienes dijo se encuentran trabajando para recuperar las clases de este ciclo escolar.
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