Por Raymundo Jiménez
Columna: Al Pie de la Letra
La voz de Dios
2013-09-18 | 22:24:58
Para este jueves 19 –un simbólico día porque en esta fecha se conmemora el 28 aniversario del terremoto que en septiembre de 1985 resquebrajó a la ciudad de México y paralizó al gobierno del presidente Miguel de la Madrid, el cual se vio rebasado por la organización de la ciudadanía–, miles de maestros disidentes y simpatizantes del movimiento magisterial que repudia las leyes secundarias de la reforma educativa volverán a marchar desde distintos puntos de Xalapa para concentrarse en la Plaza Lerdo de la capital veracruzana.
Con esta nueva y multitudinaria manifestación, el magisterio disidente confirma que las autoridades del gobierno del estado se equivocaron en subestimar la magnitud de su inconformidad, así como su errática estrategia política de reunirse solo para tomarse la foto con 18 dirigentes sindicales del profesorado veracruzano que, en los hechos, ya no tienen control ni representatividad efectiva de sus bases.
Pero el colmo, ahora, es que en este y otros casos la administración del gobernador Javier Duarte parece no contar con el mismo apoyo incondicional de la Iglesia católica, pues al menos el Arzobispado de Xalapa emitió este domingo 15 un comunicado impreso titulado “El grito de los maestros y de la sociedad”, en el que precisamente advierte que “las manifestaciones (del magisterio) no pueden interpretarse simplemente como reacciones ante la pérdida de privilegios”, sino que “hay otros temas y preocupaciones que tienen que ser atendidos y clarificados para evitar radicalizaciones innecesarias, por lo que esperamos se atiendan en el marco de la equidad y la justicia”.
Y apunta que “fuera de las mafias de la educación y de los que se han aprovechado de este sector con múltiples plazas, está la trayectoria y dedicación de tantos maestros honestos y profesionales que tienen una percepción negativa de la reforma y por eso están manifestando su inconformidad para ser escuchados”.
Firmado por el presbítero José Juan Sánchez Jácome, director de la Oficina de Comunicación Social de la Arquidiócesis de Xalapa, el comunicado de la Iglesia católica reflexiona también sobre lo que ahora y en años recientes ha ocurrido durante este mes patrio en Veracruz. “En 2011 se recrudeció el flagelo de la violencia en nuestro estado, lo cual trajo un escenario sombrío, denigrante e indignante que provocó un mes de septiembre tenso, con una ‘ceremonia del grito’ deslucida y poco participada en esta ciudad capital.
Si bien ha venido combatiéndose la violencia, todavía es un tema que despierta incertidumbre e indignación por el ambiente de inseguridad, por el aumento de los robos y por el panorama sombrío que tienen que enfrentar a nivel económico y espiritual los hermanos, las familias y comunidades que han sido tocados directamente por la violencia. Después de esta experiencia amarga que hemos estado viviendo, el mes de septiembre ahora nos confronta con una etapa crucial en la historia de nuestra nación en la que se están impulsando una serie de reformas”.
Es más, la Iglesia pretende “analizar las reacciones que está generando la reforma educativa, pues hay sectores que señalan haber desconocido los alcances y especificaciones de la misma, y ahora se sienten realmente sorprendidos”. Y cuestiona que “a diferencia de la reforma hacendaria, da la impresión que la reforma educativa no se haya difundido y conocido en sus detalles, pues las bondades que pregonan sus impulsores dista mucho de la percepción de otros sectores que consideran que se atenta contra los derechos de los maestros”.
En su mensaje, el Arzobispado de Xalapa que encabeza monseñor Hipólito Reyes Larios –cercanísimo al gobernador Duarte de Ochoa, un católico practicante y muy asiduo a misa–, confía por lo mismo en “que en estos momentos difíciles de protestas y manifestaciones por la reforma educativa se favorezca un diálogo de altura y se consideren las verdaderas preocupaciones de todos los sectores: de los maestros que ven amenazados sus derechos laborales y de los impulsores de la reforma que consideran que la propuesta vendrá a poner orden y a luchar contra mecanismos de corrupción”.
Y reitera, quizá debido al violento desalojo policiaco efectuado en la Plaza Lerdo la madrugada del sábado 14, que “dado que se trata de un gran sector que se está manifestando y no de unos cuantos manifestantes, esperamos que se favorezca un diálogo de altura, una profundización de los temas y un verdadero progreso y compromiso de todas las partes para que regrese la normalidad y para no permitir que otra vez la sociedad esté siendo afectada por bloqueos y cortes a la circulación. Asimismo, un diálogo y una solución permitirán que los alumnos de las escuelas retomen sus actividades académicas”.
El clero xalapeño externa su preocupación de “que la sociedad siga siendo rehén de los problemas sociales que no se han podido resolver a través de una política que refleje el nivel de vida democrática que vivimos en nuestro país.
Hace falta entender que toda reforma implica cambios y que en la negociación no se pueden mantener posturas de ‘todo o nada’, sino aceptar que se tiene que ceder y exigir buscando ante todo el bien común y el bien de los alumnos y su educación de calidad, así como de los derechos laborales y el respeto a los derechos de otros sectores de la sociedad que también están siendo fuertemente afectados por los conflictos suscitados.
“La voz de nuestro pueblo se ha venido levantando cada vez con mayor fuerza para exigir mejores condiciones de vida frente al atraso, la marginación, la pobreza, las injusticias, el desempleo, la violencia y la corrupción que han ensombrecido la vida de nuestro país.
Nos va quedando claro la necesidad de participar y sumarnos a la solución de nuestros problemas y al mismo tiempo exigir resultados a nuestros gobernantes. Dentro de este anhelo de lograr soluciones estructurales, esperamos que las partes involucradas se dispongan a dialogar y a llegar a un gran acuerdo para el bien de México.
Nos preocupa particularmente este aspecto, porque las manifestaciones en las calles pueden reflejar el hecho de que los interlocutores están rebasados o desprestigiados, por lo que hace falta propiciar una verdadera estructura de diálogo y participación”.
Y tras aludir que “la Doctrina Social de la Iglesia nos invita a promover un humanismo integral y solidario que pueda animar un nuevo orden social, económico y político, fundado sobre la dignidad y la libertad de toda persona humana, que se realiza en la paz, la justicia y solidaridad”, el comunicado de la Arquidiócesis de Xalapa termina refiriendo que “septiembre ha sido un mes de desafíos, ha sido un mes de contingencias pero también ha sido un mes que hace resurgir la esperanza de paz, diálogo y fraternidad.
Esa es la faceta que esperamos podamos rescatar para destrabar el difícil momento que vivimos por las protestas a la reforma educativa”.
La Iglesia católica de Xalapa expone que “este humanismo solo puede ser realizado si todos los mexicanos, ciudadanos, políticos y servidores públicos, cultivamos las virtudes morales y sociales en nuestra propia persona y en nuestras diversas comunidades.
Por eso, las reformas como las que se vienen impulsando comprometen aún más a los gobernantes a ser más eficaces en su gestión y a superar toda sospecha de corrupción que pueda seguir minando la desconfianza en muchas acciones que se tomen, aún cuando técnicamente las propuestas y planes sean los más calificados”.
Al final del texto, el presbítero Sánchez Jácome precisa que “conforme a la dinámica institucional que ha mantenido la Arquidiócesis de Xalapa en los últimos años, los comunicados constantes y oportunos de todos los temas sobre los que nos pronunciamos son el instrumento oficial para dar a conocer nuestra postura. A partir de este pronunciamiento se puede citar, analizar y cuestionar lo que la Iglesia de Xalapa considera sobre la reforma educativa”.
Ahora sí que a la Iglesia católica de Xalapa solo le faltó citar ese viejo proverbio latino que reza “vox populi, vox Dei”: “la voz del pueblo, (es) la voz de Dios”.

Más lluvias

Tal como previeron las autoridades, la actual temporada de ciclones en el océano Atlántico ha resultado por demás riesgosas para los habitantes de la Península de Yucatán y Golfo de México.
Apenas han transcurrido unas horas de que se dejaron de sentir los efectos del huracán “Ingrid”, cuando ya se tienen pronosticadas fuertes lluvias que provocaría un centro de baja presión que hasta ayer se localizaba en la Sonda de Campeche.
La Conagua alertó desde principios de semana sobre los posibles efectos que dicho fenómeno tendrá en territorio veracruzano, al igual que un frente frío cuyos efectos se harían sentir entre sábado y domingo.
Avisados están…

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