Este sábado 24, en el Raquet Club de Boca del Río, se realizó la fiesta de bodas de José María Levet Rivera, hijo del diputado local del PRI, Enrique Levet Gorozpe, secretario general de la Federación Estatal de Sindicatos y Asociaciones de Personal Académico de la Universidad Veracruzana.
Llamó la atención la ausencia del gobernador Javier Duarte de Ochoa. Los únicos personajes más notables fueron el senador priísta José Yunes Zorrilla; el subsecretario de Gobierno, Marlon Ramírez, y el rector saliente de la UV, Raúl Arias Lovillo, con quien el “Papo” Levet Gorozpe se habría aliado para cerrarle el paso a la Rectoría al exrector Víctor Arredondo Álvarez y apoyar la candidatura del secretario académico Porfirio Carrillo Castilla.
Hasta ese momento, todavía, Arias Lovillo y el dirigente de la FESAPAUV estaban muy sonrientes y seguros de que Carrillo Castilla sería el sucesor elegido. Sin embargo, este martes 27, la Junta de Gobierno sorprendió con la designación de la directora del Museo de Antropología de Xalapa, Sara Ladrón de Guevara, quien en un comunicado dirigido a sus amigos y compañeros universitarios el 28 de junio pasado, tres días antes de que se publicara la convocatoria, expuso que “siempre he afirmado y ahora reitero que este proceso debe ser académico, digno, honorable y absolutamente respetuoso de nuestra autonomía. Y por lo mismo, en libertad irrestricta para opinar, criticar, evaluar y proponer las mejores guías para el desarrollo de la Universidad Veracruzana.
“Como parte de la idiosincrasia nacional (más acentuada en Veracruz) todos conocemos y vivimos la folklórica ‘línea’ y su consiguiente ‘cargada’ que permanecen tan enraizadas en nuestra cultura que ni siquiera en la cúspide académica se ha podido evitar.
“Pese a lo anterior, confío plenamente en la racionalidad y honorabilidad de los miembros de la Junta de Gobierno y, con ello, estimo que las opiniones académicas tendrán mayor peso que las políticas o politiqueras (...)”
Y, en efecto, finalmente así fue: cuando todo mundo suponía que los ocho miembros de la Junta de Gobierno consumarían la “línea” fijada presuntamente desde la Rectoría a favor del secretario académico Porfirio Carrillo, la designación viró sorpresivamente hacia la antropóloga Ladrón de Guevara, quien históricamente será la primera mujer que regirá a la UV.
Se presume que luego de que un grupo de supuestos estudiantes universitarios boicoteó la ceremonia del último informe de labores de Arias Lovillo, y tras el persistente cuestionamiento a la “legitimidad” del doctor José Sarukhán Kermez como miembro de la Junta de Gobierno, este órgano colegiado habría optado por designar a la directora del MAX, ya que además de que cuenta con una amplia y reconocida trayectoria en la UV, no está muy identificada con el grupo del rector saliente ni comprometida con el de su antecesor, Víctor Arredondo, los cuales protagonizaron un fuerte forcejeo en este proceso de sucesión rectoral que se radicalizó tras el prematuro y sorpresivo descarte del ex secretario de Educación de Veracruz, cuya legalidad de su candidatura y el supuesto apoyo del gobernador Duarte de Ochoa le fueron rigurosamente cuestionados.
No obstante, el mandatario estatal siempre reiteró su absoluto respeto a la autonomía universitaria y declaró que no tenía candidato a la Rectoría de la UV. Sin embargo, tras la exclusión de Arredondo, el gobernador Duarte, quien hasta tres semanas antes había mostrado una gran cercanía con Arias Lovillo –su último encuentro fue a principios de este mes en el concierto de gala de la reapertura del Teatro del Estado “Ignacio de la Llave”, de Xalapa–, coincidentemente no lo acompañó el pasado viernes 23 en su último informe de labores y, peor aún, en su representación tampoco mandó a un funcionario de primer nivel sino a la subsecretaria de Educación Superior de la SEV, Denisse Uscanga Méndez.
El rector esperaba la presencia del titular del Poder Ejecutivo del estado, pues en tres párrafos de su discurso original le dedicaba no sólo “una mención especial de gratitud” sino que le reconocía además “su actitud respetuosa de la autonomía” porque “habla de un gobierno comprometido con las libertades y la democracia”, y le ofrecía públicamente sus “disculpas sinceras” por no haber concluido en este segundo periodo de su rectorado la Sala de Conciertos, para la cual Duarte de Ochoa, en septiembre de 2012, ante el nutrido aplauso de los miembros del Consejo Universitario General ofreció darle a la administración de Arias Lovillo un apoyo extraordinario de 80 millones de pesos para la terminación de ese retrasado proyecto.
Este martes 27, cuando visitaba el palacio municipal de San Rafael habilitado como albergue temporal para los damnificados de la tormenta tropical “Fernand”, el gobernador Duarte fue notificado por uno de sus colaboradores sobre la inesperada designación de la antropóloga Ladrón de Guevara.
De inmediato, el mandatario estatal expresó su orgullo porque sea una mujer quien dirija a la Universidad Veracruzana y envió una felicitación. “Será una relación muy especial con la nueva rectora Sara Ladrón de Guevara, con quien estoy seguro vamos a tener una relación muy estrecha como lo hemos hecho hasta ahora, de trabajos y éxitos en la UV”, anticipó.
Resaltó que con absoluto respeto a su autonomía seguirá apoyando a la UV para que se posicione como una universidad de excelencia, y se declaró “muy orgulloso también que una mujer sea la Rectora, la primera mujer Rectora de la Universidad Veracruzana”.
Por su parte, el rector Arias Lovillo también celebró en su cuenta de Twitter la decisión de la Junta de Gobierno al designar como su sucesora a la directora del MAX, ya que, escribió, “fortalece académicamente a nuestra institución y su autonomía”.
Asimismo, exhortó a toda la comunidad #UV y a los otros cuatro candidatos finalistas a sumarse al proyecto de la doctora Ladrón de Guevara, a la que definió como una académica destacada y con excelente trayectoria. “Tengo certeza de que el proyecto académico de la #UV crecerá”.
Arias Lovillo sostuvo que es un “orgullo” para los universitarios #UV recibir a su primera Rectora, para quien pidió el apoyo institucional en todo sentido.
En uno de sus primeros twitts, el Rector dio a conocer la decisión de la Junta de Gobierno que “en apego a nuestra normatividad ha designado a la doctora Ladrón de Guevara”.
En apariencia, el rector saliente sería el gran perdedor al no lograr imponer a su secretario académico Porfirio Carrillo, pero en realidad la decisión de la Junta de Gobierno finalmente le favorece porque ahora sí puede rebatir a sus detractores que este grupo de notables no estaba sometido a él ni les había marcado “línea” a favor de algún candidato.
Esta misma percepción termina beneficiando también a la cuestionada Junta de Gobierno, pues con la inesperada designación de la directora del MAX sus ocho miembros logran salvar su dignidad y librarse del descrédito que comenzaba a permear en la opinión pública.
De igual manera hasta el gobernador Javier Duarte sale ganando políticamente con la designación de esta aliada, ya que si bien en comentarios privados manifestaba cierta preferencia hacia el exrector Arredondo, tampoco veía mal a Sara Ladrón de Guevara, a la que junto con otros ocho de los diez candidatos iniciales –de Carrillo Castilla solía decir que únicamente “lo conozco”– la incluyó en la categoría de “amigos”.
Ya se verá en la próxima administración universitaria qué tan efectiva y rentable puede ser la manifiesta “amistad” del Ejecutivo estatal. Pero al menos por su condición de mujer, su visión académica, su institucionalidad y mayor sensibilidad política es posible que a la antropóloga Ladrón de Guevara le vaya mucho mejor que a Arias Lovillo.