Debido a la coyuntura del movimiento magisterial que desde hace más de una semana se salió de control en Veracruz, ahora en las redes sociales ha comenzado a correr el rumor acerca de la supuesta salida de Adolfo Mota Hernández de la Secretaría de Educación de Veracruz; misma versión que ya circuló en julio de 2011, luego del abucheo que se llevó en el Teatro del Estado el gobernador Javier Duarte de Ochoa, ya que por la tardanza del mandatario estatal que realizaba una gira de trabajo por el norte de la entidad, primero se retrasó 40 minutos el inicio del concierto de la Orquesta Juvenil de las Américas, y luego obligó a los músicos a interrumpir su actuación por el retardado ingreso del mandatario estatal.
En aquella ocasión, los únicos “sacrificados” fueron Harry Grappa Guzmán, a la sazón secretario particular del gobernador, y Gabriel Deantes Ramos, oficial mayor de la SEV, a los que posteriormente les fue mejor, ya que el primero fue reivindicado después como subsecretario y secretario de Turismo, y el segundo fue reubicado en la Sefiplan, donde actualmente despacha como subsecretario de Finanzas y Administración.
De Mota Hernández se rumoró en aquel entonces que quien finalmente lo salvó de la guillotina duartista habría sido su excamarada en la LX Legislatura federal (2006-2009), Emilio Gamboa Patrón, actual coordinador de los senadores del PRI y uno de los implicados por la periodista Lydia Cacho en su polémico libro “Los demonios del Edén” sobre las redes de la pederastia en México.
Precisamente por el padrinazgo político de tan poderoso personajes es que ahora se ha vuelto a dudar que el exdiputado federal por Coatepec pudiera salir de la SEV, aunque después del incidente de julio de 2011, en el Teatro “Ignacio de la Llave”, el gobernador Javier Duarte marcó un distanciamiento que cada vez se hace más evidente. Mota, por ejemplo, ha sido excluido no solo de las últimas comidas convocadas por el mandatario estatal en la Casa Veracruz o en el domicilio particular de su mentor Carlos Brito Gómez, a las que han sido invitados otros secretarios de despacho y políticos muy cercanos al jefe del Ejecutivo que, al igual que el titular de Educación de Veracruz, también aspiran a sucederlo en la gubernatura en el año 2016.
Pero dicha aspiración es lo que habría contribuido también a hacer más patente el enfriamiento político de Javier Duarte hacia el encargado de la SEV, pues ha trascendido que en la crisis electoral de abril de este año, que tambaleó seriamente al mandatario veracruzano, debido al escándalo mediático que desató la filtración de los videos y grabaciones de Acción Nacional, Mota habría sido uno de los que esperaban sustituir a su jefe en caso de que el presidente Enrique Peña Nieto hubiese tenido que operar la salida del cordobés, del gobierno del estado para apaciguar a los dirigentes nacionales del PAN y PRD, que chantajeaban con abandonar el Pacto por México por la presunta red de operadores priistas que era instruida en Boca del Río para manipular los recursos federales de la Sedesol.
Mota, pues, no solo se volvió desconfiable para el gobernador, sino que ahora con el conflicto magisterial, su palabra tampoco parece tener valor para el magisterio disidente. De la Escuela Normal Veracruzana “Enrique C. Rébsamen” ha sido echado un par de veces por maestros y alumnos que desde la semana anterior tienen tomada la centenaria institución educativa. La última vez les habría insinuado que serían desalojados con la fuerza pública.
Y es que los maestros inconformes con las leyes secundarias de la Reforma Educativa tendrían sobrada razón en dudar del trillado discurso del titular de la SEV, quien ha venido reiterando que los derechos laborales del magisterio estarían a salvo en Veracruz. Pero en abril de este año, por ejemplo, el profesor Salvador Canseco Flores, disidente del Sindicato Independiente de Trabajadores de la Educación de Veracruz (SITEV), acudió a ratificar una demanda administrativa interpuesta en contra de Mota y otros funcionarios de la SEV, por negarse a cumplir en cinco ocasiones una sentencia dictada por el Poder Judicial del estado, la cual fue ratificada por la Suprema Corte de Justicia de la Nación, en favor de 39 trabajadores que desde hace tres años fueron despojados de sus claves sindicales.
“En el mes de abril de 2010, la SEV nos quitó nuestras claves sindicales porque Alberto Yépez Alfonso, líder del SITEV, envió un oficio a la SEV pidiéndole que nos retire la clave porque cometimos la falta estatutaria de denunciar al sindicato ante el Tribunal de Conciliación y Arbitraje”, acusó Canseco, quien detalló que en cuanto les quitaron sus claves sindicales “interpusimos un juicio ante el Tribunal, ganamos el juicio, la Secretaría interpuso un amparo, lo perdieron, y el Tribunal ya en cinco ocasiones los ha requerido para que cumplan con la sentencia, e incluso los ha multado en tres ocasiones”.
Al omitir el cumplimiento de la sentencia, la SEV habría incurrido en los delitos de incumplimiento de un deber legal, abuso de autoridad y coalición, por lo que los agremiados del SITEV decidieron denunciar formalmente a Mota y otros funcionarios estatales, entre ellos a José Arcadio Ojeda Rodríguez, subdirector de Recursos Humanos y un hombre clave desde hace tres sexenios en el manejo discrecional de las nóminas del sector educativo.
Ojeda es quién mejor sabe cuántas plazas cobran los líderes de los diversos sindicatos magisteriales y sus recomendados, así como algunos otros “aviadores” que se encargan de operar política y mediáticamente para el titular de la SEV alimentando sus aspiraciones y sueños futuristas.
A ver si de veras, el Comité Estatal de Colaboración para el Desarrollo del Censo de Escuelas, Maestros y Alumnos, instalado el pasado 7 de mayo por Mota y Ojeda, dizque para sumar a Veracruz al esfuerzo emprendido a nivel nacional para la creación del Sistema de Información y Gestión Educativa –que para esta primera etapa abarcara 20 mil 901 escuelas, 87 mil 979 maestros y un millón 661 mil 151 de alumnos de preescolar, primaria y secundaria, así como 280 escuelas, mil 747 maestros y 16 mil 614 alumnos de educación especial en el sistema extraescolarizado–, logra integrar una sola plataforma con los datos necesarios para la operación de un sistema educativo más eficiente y transparente.
Pero más les conviene hacerlo porque el Federal pretende quitar a los estados el control de la nómina de los maestros. En la iniciativa de reforma a la Ley de Coordinación Fiscal, la administración del presidente Peña Nieto contempla transformar el actual Fondo de Aportaciones para la Educación Básica (FAEB), por el Fondo de Aportaciones de Nómina Educativa y Gasto Operativo (FONE).
Con este cambio, la Secretaría de Educación Pública será la única responsable de operar un sistema de administración de nómina a nivel nacional, por lo que el sueldo de los maestros llegará directamente a su cuenta bancaria desde la Tesorería de la Federación. Los recursos correspondientes a dicha nómina serán pagados, por cuenta y orden de las entidades federativas en su calidad de patrones, directamente a sus empleados, a través de transferencias electrónicas a sus respectivas cuentas bancarias, salvo que los mismos se encuentren en localidades en donde no haya disponibilidad de servicios bancarios.
Y es que el FAEB es uno de los fondos federales que año con año suma irregularidades en su manejo por lo que la Auditoría Superior de la Federación ha pedido que se ponga orden en este fondo.
La iniciativa, que forma parte del Paquete Económico para 2014, propone que las autoridades educativas locales proporcionen a la SEP toda la información relacionada con la nómina de los maestros que fueron transferidos en 1992 a los estados, y que conforman el 84.5 por ciento del total de los trabajadores de la educación.
La información se registrará en el sistema de administración de nómina, y deberá corresponder a la base de datos autorizada en el denominado Sistema de Información y Gestión Educativa (SIGED) de la SEP. Una vez que la Secretaría de Educación verifique la información que enviaron los estados con la del SIGED, la dependencia solicitará a la Tesorería de la Federación realizar directamente el pago de la nómina correspondiente.
Ahora sí que Ojeda va a sudar.