Este martes 10, el titular de la Secretaría de Educación de Veracruz (SEV), Adolfo Mota Hernández, acompañado del diputado local Flavino Ríos Alvarado, presidente de la Junta de Coordinación Política de la LXII Legislatura del estado, convocó al magisterio veracruzano y a todos los demás actores involucrados en el proceso educativo a consensuar un gran acuerdo social para mejorar la calidad de la educación en la entidad.
El llamado de Mota, obviamente, busca quitar presión y encauzar la inconformidad del desbordado movimiento magisterial que localmente, a través del paro de labores, toma de escuelas y oficinas de la SEV, bloqueos de avenidas y carreteras en diversas ciudades de la entidad veracruzana, ha manifestado desde hace más de una semana su rechazo a las leyes secundarias de la Reforma Educativa aprobadas recientemente por ambas Cámaras del Congreso de la Unión y promulgadas por el presidente Enrique Peña Nieto.
Desde la semana anterior y hasta ayer, el gobernador Javier Duarte de Ochoa se ha venido reuniendo con los dirigentes de los 16 sindicatos magisteriales de Veracruz para reiterar que los derechos laborales de sus representados están y quedarán a salvo en el estado, pero además para destrabar y buscar la mejor salida política al conflicto del profesorado manifestante.
Sin embargo, el problema en la entidad es que aparentemente los líderes de los principales sindicatos magisteriales habrían sido rebasados por sus bases. Hasta ahora, por ejemplo, no se ha percibido el control de los dirigentes y guías morales de las Secciones 32 y 56 del SNTE ni del SETSE.
Así que Juan Nicolás Callejas Arroyo y su hijo, o la maestra Acela Servín Murrieta, podrán signar todos los acuerdos que quieran con el Gobierno del Estado pero habrá que ver si sus representados asumen también sus compromisos y deciden volver resignadamente a sus aulas y oficinas.
Y es que hasta la dirigente interina del Comité Directivo Estatal del PRI, Éricka Ayala Ríos, secretaria general del sindicato de trabajadores del COBAEV, se vio rebasada también por sus representados que se declararon en paro de labores y se apoderaron de las oficinas administrativas en protesta por la Reforma Educativa.
Lo mismo sucedió en la prestigiada preparatoria “Ricardo Flores Magón” de Xalapa, conocida popularmente como “Oficial “B”, donde maestros y alumnos se sumaron al paro nacional del magisterio y colocaron diversos carteles contra la Reforma Educativa. Lo curioso es que este centro escolar está muy vinculado a la actual subsecretaria de Educación Media Superior y Superior de la SEV, Denisse Uscanga Méndez, hija de Jorge Uscanga Escobar, actual secretario ejecutivo del Consejo Estatal de Seguridad Pública y uno de los veracruzanos más cercanos a Emilio Chuayffet Chemor, titular de la SEP.
Ayer, el diputado priísta Flavino Ríos volvió a manifestar la disposición del Congreso local para recibir a los maestros inconformes e instalar mesas de trabajo para la armonización de la Reforma Educativa en Veracruz.
El legislador minatitleco urgió al magisterio disidente a presentar sus propuestas para que antes de noviembre próximo -mes en que concluye sus funciones la LXII Legislatura que actualmente él coordina- se puedan adecuar las leyes del estado a las federales recién aprobadas por el Congreso de la Unión y promulgadas por el presidente Peña Nieto.
Quizá los mentores disidentes debieran responder al llamado del diputado Ríos Alvarado para al menos -como se suele decir vulgarmente– “irle tentando el agua a los camotes”, pues a partir del 5 de noviembre se instalará la LXIII Legislatura local que muy aparte de que será coordinada por el diputado plurinominal Juan Nicolás Callejas Arroyo, guía moral y padre del dirigente de la Sección 32 del SNTE, será dominada por la bancada priísta que dispondrá inclusive de mayoría calificada para aprobar cualquier reforma constitucional con el voto de sus diputados aliados del PVEM, PANAL y hasta de Alternativa Veracruzana (AVE).
Por lo mientras, el gobernador Duarte de Ochoa y su secretario de Gobierno, Erick Lagos, siguen echando mano de sus mejores oficios políticos para mantener la gobernabilidad del estado y garantizar a la hastiada ciudadanía xalapeña que la tradicional ceremonia del Grito, la noche del próximo domingo 15, sí se realizará con toda normalidad al igual que el desfile cívico del día siguiente.
Ojalá que la cordura y prudencia quepa también en los maestros disidentes y sus agitadores que desde la semana anterior están apoderados de la Plaza Lerdo, pues lo peor que podría ocurrir es que esta celebración tan mexicana terminara en una trágica situación.

SARA: CAL Y ARENA

Luego de los nombramientos de Leticia Rodríguez Audirac como secretaria Académica, y de Clementina “Tula” Guerrero como secretaria de Administración y Finanzas –los cuales debió proponer y le fueron aprobados por los miembros de la H. Junta de Gobierno–, este martes 10 la flamante rectora de la Universidad Veracruzana, Sara Ladrón de Guevara, designó ya directamente a un primer grupo de directores de diversas áreas de la UV.
Salvo el caso de Rodríguez Audirac, que recibió algunos cuestionamientos porque hay quienes le regatean la solidez y brillantez académica para ocupar este cargo que en el pasado también desempeñó la actual rectora, todos los demás nombramientos han sido muy bien recibidos por la comunidad universitaria y la opinión pública.
Peeeeero... después de estas primeras decisiones que le han redituado merecidos elogios, la señora Ladrón de Guevara estaría por decepcionar a sus porristas debido al siempre tentador nepotismo que sus malquerientes ya le comenzaron a endilgar.
Y es que resulta que para mañana viernes 13, a las 20:30 horas, se ha organizado un concierto de música de cámara que será ofrecido por un ensamble de la prestigiada Orquesta Sinfónica de Xalapa, administrada por la UV, el cual será conducido por el afamado director titular de la OSX, Lanfranco Marcelletti.
El evento tendrá lugar en Tlaqná, la Sala de Conciertos de la OSX ubicada en el campus de la UV, y los solistas serán ni más ni menos que la pianista Isabel Ladrón de Guevara y el violinista Francisco Ladrón de Guevara, hermana y sobrino, respectivamente, de la rectora.
Como los parientes de Sarita no son reconocidos entre su propio gremio como músicos extraordinarios, para asegurar el lleno de esta sala de conciertos que dejó inconclusa la administración del exrector Raúl Arias Lovillo, esta semana funcionarios de la Rectoría de la UV se han dado a la tarea de distribuir centenares de boletos gratis.