El no contestar a los ataques negativos que le ha endosado el PAN a Enrique Peña Nieto, puede ser lo más nefasto para el mexiquense, ya que son mensajes que se guardan en la memoria. La mente del humano así opera, sobre el riesgo que corre en el momento de emitir su voto en alguien al que se le señalan sus errores y con su silencio los aprueba.
El mejor ejemplo es lo ocurrido en el 2006, donde él que encabezaba las encuestas era señalado como un “enemigo para México” y López Obrador no respondió de manera adecuada.
De acuerdo al investigador de la Universidad de Las Américas, Elías Aguilar, este efecto negativo va más allá de posturas ideológicas. Las campañas electorales en el fondo es un debate de ideas y de lo que han acusado al candidato priista es muy serio para refugiarse en el concepto que no contestará para no dividir al país.
Para el ciudadano común y corriente se queda con la idea de que no tiene el candidato Peña Nieto sólidos argumentos para rebatir, y por lo tanto, con su silencio acepta como verídicas estas acusaciones. No entrar en el juego de las descalificaciones pone en riesgo la ventaja que tiene.
No responder al fuego enemigo es perder la guerra.
Para la gran mayoría les agradó la forma como se condujo en el debate el candidato de Nueva Alianza, Gabriel Quadri. De una manera poco sutil criticó a los políticos que se dedicaban a una guerra de lodo en lugar de hacer propuestas.
Lo que para muchos les pasó desapercibido, es que objetó en cuatro ocasiones a López Obrador y en tres a Josefina Vázquez Mota y en ningún caso tocó a su aliado político de Peña Nieto. No pudo ocultar al final del debate que atiende solo instrucciones de su madrina política, la líder perpetua, Elba Esther Gordillo.
La tarea encomendada al ambientalista es colocar en el escenario político al partido magisterial de Nueva Alianza, como un desesperado salvavidas para que dicho instituto político no pierda su registro y poder salvar con el requisito del dos por ciento para su permanencia en el contexto partidista nacional.
Es un gran negocio de los institutos políticos que se paga con impuestos.
Pero para analistas de colmillo retorcido saben que en el fondo, la estrategia de la propietaria del sindicato nacional de maestros y de su nuevo amanuense el candidato Gabriel Quadri, es sumarse en la etapa final a la campaña de los priistas y volver a darle a la maestra la gran oportunidad de colocar a sus seguidores consentidos en el gobierno federal, en puestos oficiales que sean económicamente redituables para mantener su ritmo de elevados gastos.
Ya se acostumbró al primer mundo. Un lujoso departamento en San Diego, avión privado y el usar bolsas de tres mil dólares para guardar el diario. Y tener que sentarse con maestros sucios y malolientes para gastar sus millonarias cuotas, eso tiene su precio, al final lo va a pagar con cargos en el gobierno de Peña Nieto.

LA ESPERANZA DE JOSEFINA
Para Josefina Vázquez Mota, candidata presidencial del PAN que se ha visto en las encuestas en un pronunciado declive, asegura que los indecisos serán la clave del triunfo el día de las elecciones.
Es un elevado porcentaje de electores que representan un 23 por ciento del universo que participará el próximo primero de Julio.
Se aferra a esa esperanza con el conocimiento que un buen número de ciudadanos de la sociedad mexicana decide en las últimas 48 horas por quién emitirá su voto.