Para los analistas políticos de esta ciudad capital hay dos políticos que figuran en la lista para integrar el gabinete de Enrique Peña Nieto. Miguel Osorio Chong ex gobernante de Hidalgo e Ivonne Ortega Pacheco de Yucatán, como las personas que cuentan con el mayor respaldo y reconocimiento del mexiquense en caso de llegar a la Presidencia dela República. Pedro Joaquín Coldwell pertenece a otro grupo que comanda Manlio Fabio Beltrones y Beatriz Elena Paredes.
Tampoco se descarta el gobernador de Veracruz, Javier Duarte de Ochoa, quien pudiera repetir la historia que iniciara Fernando Gutiérrez Barrios, que antes de terminar el segundo año de gobierno tenía la opción de dejar a un interino sin que hubiera nuevas elecciones. No hay duda que existe una fuerte relación de afecto entre Peña Nieto y Duarte de Ochoa.
Para algunos mandatarios realizar estos movimientos políticos es considerada como una operación de rescate. En el caso del exgobernante hidalguense se manejó en importantes columnas políticas su relación con el crimen organizado, que puso en predicamento la elección de su delfín, Francisco Olvera Ruiz, el año pasado.
La situación de Javier Duarte sería una ventajosa permuta para salir de la compleja situación de la gubernatura veracruzana, por una segura posición dentro del gabinete presidencial. En el pasado debate tanto Peña Nieto del PRI como la candidata Vázquez Mota, hicieron referencia al crítico panorama de violencia que existe en la entidad veracruzana, ubicando la panista a los Tuxtlas como una de las regiones más peligrosas, zona que maneja precisamente un grupo político priísta como un singular mensaje subliminal por sus vínculos con la delincuencia.
Se afirma en esta ciudad de México, una posible operación barredora sobre miembros de la pasada administración estatal de Fidel Herrera Beltrán, que aún siguen dentro del gobierno estatal. De sobra es sabido que entre el tío Fide y el candidato Peña Nieto no existe ninguna relación de agrado personal.
En el propio cuarto de guerra priísta existen toda clase de variadas y sofisticadas especulaciones sobre antecedentes de ciertos políticos que han afectado el buen desarrollo y funcionamiento de la campaña electoral. Considerada como urgente esta limpia o purga por los negativos resultados obtenidos en el primer debate, si bien no creen que afecte la puntación en las encuestas, no quieren correr riesgos, conociendo el especial carácter del presidente Felipe Calderón, obsesionado en impedir el acelerado paso del político de Atlacomulco.

EL DEBATE MODIFICÓ PREFERENCIAS
Las encuestas realizadas por el periódico El Universal y la realizada por el Reporte Indigo a nivel nacional, donde aseguran que los dos ganadores del primer debate fueron Andrés Manuel López Obrador y Gabriel Quadri. Este último calificado como un simple palero para esta contienda presidencial resultó demasiado respondón.
Según los porcentajes fueron de 28% por AMLO, 26 % Gabriel Quadri, el 21% por Enrique Peña Nieto y 15 por ciento por la ausente exdiputada federal Josefina Vázquez Mota.
Para el 60 por ciento de los que vieron el debate no cambió su preferencia electoral, para el cuarenta por ciento restante si hubo una reconsideración. El caso más significativo fue para el candidato del Panal en un 40 por ciento seguido de López Obrador un 30 %, Peña Nieto 16% y Vázquez Mota el 15 %.
Las frases que movieron el tapete al priísta: “ Mientras Bejarano y Ponce fueron a la Cárcel, usted, señor Peña Nieto esta aquí.”
“No nos deben apantallar con el control que ejercen sobre los medios, ya que nos pueden llevar al despeñadero”.