Los editores del nuevo periódico Reporte Índigo decidieron salir a nivel nacional en la ciudad de México después de analizar varios lugares en la provincia del norte del país, también repasaron la plaza del estado de Veracruz, no le vieron las condiciones para ejercer el periodismo crítico y plural al que están acostumbrados.
Somos los medios de comunicación los primeros obligados en analizar y modificar de manera diaria los esquemas ya caducos y obsoletos. Los que empoderan con sus palabras y sus imágenes a unos cuantos condenándolos al anonimato y al silencio a los muchos.
El equipo que comanda Ramón Alberto Garza, que dirigió durante décadas el periódico El Norte de Monterrey y creó Reforma en la ciudad de México, es parte del mismo grupo de asesores con que cuenta hace tiempo el corporativo IMAGEN del Golfo.
Alberto Garza en su artículo afirma que confía en los lectores que saben elegir los que optan por la claridad del análisis de quien sabe que tiene la información y con ello dar un paso para transformar su vida y la de los suyos.
Los reporteros de esta nueva publicación no aspiran a darle la última noticia, sino que intentarán darle la mejor. La que no solo va más allá de informarle sino la que le permita entender y comprender este acontecer noticioso.

CONOCEN BIEN A DON ENRIQUE

Los asesores del candidato Peña Nieto acordaron que el candidato priista no debe asistir a ningún debate, su guía partidista y principal consejero, Aurelio Nuño, aseguró que no se presentará a estas confrontaciones, no le convienen a su pupilo porque ha dado muestras que no es lo suyo lo de improvisar, no posee la agilidad mental, ni sabe contestar de manera inteligente a preguntas incómodas.
No confía su equipo consultivo que el candidato priista sea capaz de responder sin equívocos garrafales a preguntas incómodas.
Atinadamente pensaron que la periodista Carmen Aristegui, egresada de la UNAN, no es una perita en dulce para un alumno de la Universidad Panamericana que dirigen los del Opus Dei.

¿POR QUÉ NO VOTAN?

A cada cuatro de diez mexicanos en edad de votar sí les interesa la política. No obstante que se gastan decenas de miles de millones y se ocupan grandes espacios en toda clase de medios, solo al 18 por ciento de la población madura les da cierta importancia este quehacer público.
Según estudios del INEGI solo personas arriba de los cuarenta años tienen un cierto involucramiento en lo que significa el desarrollo, los programas de salud y de economía que pueden ofrecer los candidatos a estos cargos de elección popular.
En el caso de los jóvenes mexicanos que van de los 18 a los 32 años muestran un desinterés casi total por la política.
Este desapego hacia la clase política está en relación a la triste fama pública de los políticos mexicanos ligados a la corrupción e impunidad que les otorga su función de servidores públicos, aunado a que los satisfactores básicos de la población mexicana siguen pendientes y a las decenas de millones de mexicanos que continúan sumidos en la miseria y carencia alimentaria.
Detrás de este abstencionismo están en primer término los funcionarios públicos, seguidos de los sindicatos, empresarios, organismos y los medios de comunicación que no han cumplido su responsabilidad.