Tiene razón el candidato priísta Enrique Peña Nieto, de no contestar la guerra sucia desatada en contra de él, tanto por el PAN que le demuestra con hechos televisados que las obras que prometió en su entidad cuando fue el gobernador del Estado de México, no las cumplió y con ello pone entredicho su gira por todo el país al echar por la borda la propaganda política de sus anuncios en los medios y en la calle, sobre la puntualidad de la ejecución de sus compromisos electorales que fueron hechos ante un notario. Por el lado del PRD se le acusa de que rebasó los gastos de campaña cuando apenas lleva apenas un mes que terminó la veda electoral y se han colocado nueve mil espectaculares con un costo de 50 mil pesos cada treinta días, con eso llega a la suma de 450 millones de pesos, al final de la campaña sumarían un mil 350 millones. El tope fijado por el IFE es de menos de trescientos millones.
Con estos argumentos legales de sus opositores políticos no tiene nada que hacer el puntero de las encuestas. Lo que resulta inexplicable sobre sus asesores y operadores que se responsabilizaron de esta campaña, el que no hayan caído en la cuenta que estaban jugando con fuego y que estos anuncios a plena luz serían contabilizados y que las obras realizadas por su gobierno en la entidad mexiquense serían supervisadas por contratistas molestos que no participaron en el derroche de recursos, precisamente a la entidad que más ingresos de la federación recibe.
El IFE y el Tribunal Electoral de la Federación podrían actuar y echar por la borda el intenso y buen trabajo realizado para posesionarlo y colocarlo como puntero en las encuestas.
Errores de primaria para un partido que cuenta con más siete décadas ejerciendo el poder. Si Josefina Vázquez Mota cambió a su equipo por los graves errores cometidos, lo que se le viene al mexiquense es que se podría anular su candidatura y obviamente que hay grandes sectores de priístas marginados y resentidos los que están alimentando con esta información a sus contrarios.
Los enemigos duermen en la casa del mexiquense.
El mismo problema existe para los candidatos a legisladores del estado de Veracruz que tapizaron la entidad con estos espectaculares y de los cuales se lleva una exacta contabilidad.
La falta de operadores con la experiencia y talento que siempre había caracterizado al PRI veracruzano se hace notoria en esta crucial campaña.
Preguntaban varios candidatos del partido tricolor, ¿cuál es el papel de Erick Lagos, que no se atreve a subir a la tribuna y defiende los principios vanguardistas de los abanderados tricolores?
No se le escucha en ningún evento partidista. A lo mejor está afónico o tiene un justificado temor a regarla., con ello cumple con el lema de que el silencio es la actitud más prudente de quien desconfía de sí mismo.

REVELAN ANTECEDENTES

De los diputados federales veracruzanos que aparecen en la lista negra de que votaron a favor de que sigan a lo largo de los próximos tres años los gasolinazos, la encabezan los jalapeños Ricardo Ahued Bardahuil y Silvio Lagos Galindo. Y también aprobaron que el monto subiera de 4 a 9 centavos cada mes.
Con estos antecedentes de los actuales legisladores tricolores, ahora tienen que justificarlos durante la campaña de petición del voto,-- ante los airados reclamos de los ciudadanos de la ciudad capital--, los candidatos del partido tricolor, el prestigiado abogado Reynaldo Escobar y el capitán Alejandro Montano, además de tener que asegurarles que no van a traicionar al electorado, prometiéndoles que no van a seguir en esos mismos pasos.