El mundo se le vino encima al titular de la Secretaría de Comunicaciones.
El señor Dionisio Pérez-Jácome Junior, es motivo de serios cuestionamientos, ya que empieza a trascender que esa dependencia federal es la que registra el más alto nivel de subejercicios, razones obvias de la no terminación de carreteras, carencia de programas, posposición de proyectos en telecomunicaciones y la desaparición de varias compañías aéreas.
El hijo del responsable de los Juegos Centroamericanos en la entidad veracruzana, ahora es el foco de atención de medios capitalinos.
Se le acusa de incumplimiento de objetivos estratégicos donde sobresalen carreteras inconclusas, aeropuertos, vías férreas y obras portuarias que se han quedado en solo proyectos.
Para el público en general resulta absurdo el triste manejo de los casos ilegales que provocaron la desaparición de varias líneas aéreas, como Viacsa, Alma, AeroCalifornia y Avolar, pero el más grave se concentra en los burocráticos impedimentos ilícitos para que Mexicana de Aviación no regrese a los cielos del país y con ello se afecta seriamente al pueblo.
Entre ellos a los miles de viajeros del estado de Veracruz, que tienen que soportar tarifas elevadas, horarios inadecuados y continuos retrasos.
Los pasajeros que vuelan a Minatitlán y Coatzacoalcos tienen que pagar tarifas como si viajaran a ciudades del extranjero y transportarse en los estrechos aparatos como los de la línea Conect de Aeroméxico.
El arbitrario bloqueo ocurrido, para que más de cinco mil personas que laboran en la compañía Mexicana de Aviación no puedan regresar a sus labores, los propios pilotos, sobrecargos y personal de tierra han hecho circular versiones de la existencia de fuertes intereses que están en juego, sobre todo del gobierno calderonista de echarle tierra al asunto y enterrarlo.
Todo ello ha dado margen a las muchas sospechas de negocios ilícitos en torno a los altos funcionarios de la Secretaría de Comunicaciones, que en los hechos han demostrado que la honestidad y los principios los tienen bajo un buen resguardo fuera del recinto federal.

El peso mexicano cruje

Era norma de que al final de los gobiernos del PRI, la moneda mexicana se devaluaba.
Este era uno de los temas de campaña electoral de Acción Nacional, que en sus gobiernos ellos ejercieron si respaldaban al peso.
Pues ese mito azul antier se cayó.
El peso mexicano se desploma y alcanzó cifras que arañan los 13.50 pesos por dólar.
La más alta para mercados y la débil economía del país.

¿Qué les pasa?

Volvimos en el estado de Veracruz a los viejos tiempos donde existía un solo partido político.
La autoritaria hegemonía en su máxima expresión.
Julio del Río quien fuera director de la Facultad de Ciencias Políticas de la UNAM, manifestaba que en su largo recorrido del aeropuerto al hotel, solo vio espectaculares del PRI y de sus candidatos.
No hubo manera de explicarle y mucho menos el justificar el agandalle de este monopolio propagandístico.
El experto en el área de Comunicación Política y egresado de Ciespal, manifestó que esta absurda saturación sería contraproducente en la hora de emitir el voto.
Para cualquier especialista en sicología electoral sabe que esta ominosa y fastidiosa presencia de rostros sonrientes provoca un natural rechazo, es simplemente la parafernalia del poder y la mejor prueba de que ya rebasaron los topes de campaña.