Han pasado varios años de total impunidad para que Pemex reconozca el incremento de los robos y de las tomas clandestinas de los ductos que ascienden a más de 200 pipas diarias de gasolina y de petróleo. En un boletín aseguran que “este aumento se debe a que los sistemas de los ductos en el país están tomados prácticamente por bandas del crimen organizado, asociadas con grupos fuertemente armados”.
La administración de la paraestatal más importante de México advierte que la mayor sustracción de refinados mediante tomas clandestinas se registra en varios municipios del estado de Sinaloa. Coincidentemente es esa entidad del noroeste del país que es controlada por el cártel del mismo nombre es la que está protegida por el gobierno de Felipe Calderón, según investigadores de los Estados Unidos.
El volumen de los hidrocarburos sustraídos ha alcanzado exorbitantes cifras de cerca de 20 mil barriles diarios que significan tres millones de litros de estos productos petrolíferos. En estas ilícitas operaciones involucran a miembros del sindicato petrolero que dirige Carlos Romero Deschamps, candidato plurinominal del partido tricolor. Los demoledores números hechos públicos nos enseñan que otra guerra de las emprendidas por gobiernos del PAN están más que perdidas.

¿A QUIÉN SE REFERIRÁ?
El director del Periódico Reporte Índigo, Ramón Alberto Garza dice en su columna: Yo no creo en un candidato que le rehúye al debate…respira miedo.
Yo dudo de un candidato que pelea el mínimo esfuerzo para trasmitir sus ideas a los ciudadanos…teme que algo se le note. Yo no creo en un candidato que se dedica a cuidar sus encuestas por encima de las propuestas …está inseguro de lo que es. Yo no creo en un candidato que se apega a un script…otros hilos lo mueven.
¿A qué candidato se refiere el director de ese importante medio?

SIN LA GAVIOTA
A pasado sólo un mes de la campaña electoral y según los consejeros del PAN y del PRD acreditados en el IFE el candidato priísta Enrique Peña Nieto, ya rebasó el tope de gastos permitidos según el Cofipe.
Peor que un hombre celoso le siguiera los pasos a su mujer infiel, han sacado fotografías y videos de cuanta propaganda política haya realizado en espectaculares, salas de cine, pendones, vallas, mantas, y parabuses. Como si tuviera el mexiquense una esposa y suegra le revisan todas las noches la cartera y las tarjetas de crédito donde cuentan con toda clase de recibos, facturas y las chequeras de erogaciones hechas en la elaboración de spots, publicidad en internet, acarreos y templetes en la realización de actos públicos.
Le sacan al nervioso candidato cuentas por 374 millones 920 mil 338 pesos, cuando sólo le permitían 336 millones 116 mil con 84 pesos. Están bailando 38 millones 804 mil 254 pesos y lo grave es que aún faltan dos meses de campaña y hay que seguir pagando a los medios, publicidad exterior, directores, columnistas y reporteros, por el otro lado para los eventos públicos se requieren los refrescos y tortas, con 250 pesos que exigen los acarreados, además de la renta de los autobuses y toda una lista de gastos.
Como se extraña el pasado como el Pemexgate que le dio cinco mil millones que salieron de las cuotas de los trabajadores petroleros o la de los amigos de Fox que pagaron otro tanto. Nadie se explica que los partidos políticos de la prole sean tan escrupulosos con el dinero de todos los mexicanos.
Hasta sacaron a relucir los artículos 344 y 354 del Cofipe, que a la letra dice: “Exceder el tope de gastos de precampaña y campaña las consecuencias y sanciones son la pérdida del derecho del precandidato infractor a ser registrado o en el caso del candidato a perder su registro.”
Lo que esto implica es que el pueblo mexicano se quedaría sin la gaviota.