Por Raymundo Jiménez
Columna: Al pie de la letra
Michoacán: el gran perdedor
2011-11-10 | 21:24:44
Triunfe o fracase en las elecciones locales de este domingo 13 la candidata del PAN a la gubernatura de Michoacán, Luisa María Calderón, de cualquier manera el gran perdedor será el presidente de la República.
Y es que si la “Cocoa” llega a ganar las elecciones, todos los opositores de Felipe Calderón Hinojosa dirán que se trató de una imposición presidencial; pero si en cambio es derrotada el escarnio será aún peor porque entonces hasta sus correligionarios comentarán con decepción que el jefe del Ejecutivo federal ni siquiera pudo hacer ganar a su hermana mayor, lo que evidentemente representaría no solo un gran tropiezo político-electoral para el mandatario mexicano y su grupo que pretende prolongarse en el poder sino también un golpe demoledor para el ánimo del panismo nacional.
Pero en Michoacán el PAN, PRI y PRD se disputan algo más que la gubernatura, pues en el fondo existen otras pugnas de carácter ideológico que de última hora pudieran motivar una alianza de facto entre los partidos antagónicos al de Calderón para hacer abortar el inminente “presidencialazo”.
Y es que históricamente en esta entidad, cuna del cardenismo, se ha dado el choque de dos proyectos de Nación desde 1939, año en que fue creado el PAN.
Acción Nacional surgió precisamente como la reacción a la reforma agraria y la nacionalización de la industria petrolera decretada en 1938 por el presidente Lázaro Cárdenas del Río, de origen michoacano.
No fue casual que al año siguiente de su constitución, en 1940, el PAN pretendiera participar en la primera elección presidencial postulando al licenciado Luis Cabrera, que gozaba de amplio prestigio y que se había opuesto al gobierno de Cárdenas. Pero como Cabrera rechazó la invitación, entonces el líder fundador Manuel Gómez Morín propuso dejar en libertad a los panistas para que apoyaran la candidatura de Juan Andrew Almazán, quien abandonó las filas del Partido de la Revolución Mexicana –que era el mismo PNR del ex presidente Calles pero transformado durante el cardenismo– para ser abanderado por el Partido Revolucionario de la Unificación Nacional.
Acción Nacional, que fue creado como una institución política que se alejaba del caudillismo y buscaba la institucionalidad de la democracia, logró su primera diputación en 1946 y al año siguiente, 1947, presidió su primer ayuntamiento justamente en Quiroga, municipio del estado de Michoacán.
Es más, Luis Calderón Vega, padre de Luisa María y Felipe Calderón, dejó por escrito su repudio al “feudalismo en Michoacán” que hace seis décadas consumó Lázaro Cárdenas al hacer gobernador a su hermano Dámaso.En el segundo tomo de Memorias del PAN, el historiador recoge la indignación del abogado revolucionario Victoriano Anguiano por el objetivo de Cárdenas de hacer gobernador a su hermano en 1952: “Si el general Dámaso Cárdenas llega al poder se consumará en la forma más inocente y pacífica el feudalismo en Michoacán”.Calderón Vega, quien describió a Anguiano como “uno de los últimos auténticos revolucionarios valientes y de honradez intelectual de Michoacán”, hizo suyo el reclamo por el “feudalismo” instaurado por Cárdenas, pese a que éste había dejado la Presidencia de la República dos sexenios atrás.Pero ahora, a casi seis décadas de distancia, el “feudalismo en Michoacán” que condenó Calderón Vega se reproduce con su hija Luisa María, quien se ha ufanado de que será la próxima gobernadora del enclave histórico de la izquierda, cuando su hermano menor Felipe encabeza el gobierno federal desde el que hace por lo menos tres años –según acusan sus opositores– se viene aplicando una clara estrategia para favorecerla.
Mencionan, por ejemplo, el caso del jefe de la campaña de “Cocoa”, Virgilio Bucio Reta, quien era coordinador general de delegaciones de la Secretaría de Agricultura (Sagarpa), de la que antes fue delegado y como tal encabezaba a todos los delegados federales en la entidad, quienes desde la precampaña han sido acusados de trabajar para Luisa María.De hecho, el sustituto de Bucio Reta como delegado de la Sagarpa, Esteban Cruzaley Díaz-Barriga, ex diputado y ex alcalde priista, forma parte del equipo de campaña de la candidata como jefe de “Evaluación”. Según el organigrama interno, también aparece como coordinador general operativo el chihuahuense Javier Rodarte de la Rosa, quien renunció a la subdirección de Caminos y Puentes Federales de Ingresos (Capufe).Rodarte de la Rosa fue secretario de Fortalecimiento Interno del CEN del PAN que presidió Germán Martínez y es socio de la empresa Desarrollo y Operación de Campañas, de Jorge Manzanera Quintana, operador electoral de confianza de Calderón y quien ahora trabaja para la aspirante presidencial Josefina Vázquez Mota.Otra alta funcionaria federal que se incorporó al equipo de “Cocoa” Calderón es la portavoz Laura González Martínez, quien hasta agosto fue coordinadora de Oportunidades, el principal programa antipobreza del gobierno federal, que en Michoacán tenía hasta mayo de este año un padrón de 300 mil familias beneficiadas.El apoyo del gobierno federal a la candidata del PAN se da hasta en encuestas contratadas por la Secretaría de Gobernación. Y no solo eso: la hermana de Calderón goza además de la protección de un ostensible aparato de seguridad integrado por elementos del Estado Mayor Presidencial (EMP) –al que legalmente tiene derecho–, pero también de la Policía Federal y del Ejército, con un costo mensual solo para estos últimos de entre cinco y seis millones de pesos, según las quejas presentadas por sus opositores ante el Instituto Electoral michoacano.En la consecución de su candidatura por el PAN y en su campaña para ser la primera gobernadora del estado, donde la familia Calderón Hinojosa jamás ha ganado nada –pues el propio Felipe ya fracasó en 1995 como candidato a gobernador–, los hermanos han recurrido a todo, inclusive hasta a pactar con Elba Esther Gordillo y su Partido Nueva Alianza, no obstante que para la elección presidencial de 2012 la lideresa nacional del SNTE y el Panal podrían ir unidos con el PRI.
Y es que, como ya se apuntó, en la elección del próximo domingo 13 en Michoacán se juega no solo la gubernatura –que durará apenas tres años y 8 meses– y la viabilidad electoral del PRD y la del PAN hacia la elección presidencial de 2012, sino dos proyectos de Nación contrapuestos: la izquierda nacionalista que instrumentó Cárdenas del Río y la derecha del PAN que fundó Gómez Morín para oponérsele.Desde 1988, en Michoacán, el PRD ha ganado 14 de las 18 elecciones estatales y federales, entre ellas las dos últimas de gobernador.
Por eso, el presidente de la República –acusan sus adversarios– ha metido manos, pies y a su gobierno en esta elección, valiéndose de todo tipo de presiones, como el llamado “michoacanazo financiero”, que según el gobernador Leonel Godoy no solo se circunscribe a la retención de las participaciones federales sino a la campaña de calumnias y mentiras del PAN de que el gobierno de la entidad está quebrado por la supuesta deuda de 15 mil millones de pesos, versión que le atribuyen al aspirante presidencial Ernesto Cordero desde que aún fungía como secretario de Hacienda y quien desde el pasado 27 de octubre, a dos semanas de las elecciones, se instaló de tiempo completo en Morelia para hacer méritos como vocero de la hermana de Felipe Calderón.

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