En los nuevos tiempos que vive Veracruz –como suele decir el joven gobernador Javier Duarte de Ochoa–, si una institución se ha comprometido a reforzar las bases, la estructura, el andamiaje de la administración pública municipal y estatal, ésta ha sido el Órgano de Fiscalización Superior (ORFIS).
Sin estridencias, con miles de horas de trabajo-hombre, con la movilización de personal por todo el territorio veracruzano, desde Pánuco hasta Las Choapas, pasando por las municipalidades más apartadas, el ORFIS construye desde abajo el orden, la disciplina presupuestal, la transparencia y la rendición de cuentas, ejes rectores del actual gobierno estatal.
En la misma institución gubernamental no hay día que no se vea al personal del ORFIS. Y ni se diga en los entes autónomos como el Instituto Electoral Veracruzano, la Universidad Veracruzana, el Instituto Veracruzano de Acceso a la Información, entre otros.
La idea, el objetivo, la meta, suele decir el auditor Mauricio Audirac, es prevenir capacitando en una nueva visión de modernidad fiscalizadora.
Se trata, añade, de que no se peque ni por omisión ni por dolo, que todos los servidores públicos tengan claro y que se encuentre registrado y debidamente comprobado desde un clip hasta una monumental obra.
Desde su fundación el ORFIS ha trabajado en esta ruta de la capacitación para la prevención, pero ha sido el actual auditor quién más ha enfatizado en este tema.
Y tiene razón, muchas veces los servidores públicos, apasionados con su oficio, se olvidan que todo debe llevar un orden y regirse por una normatividad. En algunos casos se puede tener la mejor de las intenciones para la aplicación de un recurso público, pero resulta que ese dinero estaba etiquetado para “X” o para “Y” y aunque la obra esté a la vista de todo el pueblo, el alcalde o funcionario público puede ser acusado de desvío.
Por ello el interés del ORFIS por reforzar bien las bases, por apuntalarlas, por cuidarlas desde el origen y la herramienta natural es la capacitación para que así ningún funcionario diga que no conoce los procedimientos.
En esa dinámica es que el ORFIS presentó en marzo y abril su Curso del Manual de Fiscalización, dirigido a autoridades municipales. Luego vinieron los cursos permanentes de capacitación a Consejos de Desarrollo Municipal y de Planeación para el Desarrollo Municipal; Capacitación a Comités de Contraloría Social y Capacitación a servidores públicos municipales.
Orientados por el Instituto de Capacitación y Desarrollo en Fiscalización Superior (ICADEFIS), impartieron a su personal los cursos Reformas fiscales, Manejo de extintores portátiles, Redacción de textos jurídicos, Auditoría de obra pública, Construcción y fiscalización de indicadores de gestión de resultados, Sistema de evaluación del desempeño para evaluar la gestión estatal y municipal, Fiscalización al Fondo Municipal de Subsidio a los Municipios y a las Demarcaciones Territoriales del Distrito Federal para la Seguridad Pública (SUBSEMUN), Técnicas de determinación de muestras de auditoría y Actualización de jurisprudencia en materia administrativa, penal, laboral y amparo, entre otros.
También, de ser el caso y para que el tema amarre, el Órgano de Fiscalización con fundamento en el artículo 21 de las Reglas Técnicas para la Contratación y Habilitación de Despachos Externos y Prestadores de Servicios Profesionales de Auditoría Pública, imparte cursos a Despachos y Prestadores de Servicios Profesionales externos habilitados para realizar auditoría en términos de la Ley de Fiscalización Superior del Estado, en Actualización en procedimientos de Auditoría a Despachos de Auditores Externos.
Lo mismo realiza a partir del convenio general de colaboración celebrado entre la Universidad Veracruzana y el Órgano de Fiscalización Superior del Estado.
Visto desde esta perspectiva, es ingente el esfuerzo que el ORFIS realiza para prevenir irregularidades y delitos en los ejercicios de las cuentas públicas. Es la aportación de una institución a los nuevos tiempos que se viven en Veracruz.

AGITAN EL IPAX
Ha trascendido que en el Instituto de la Policía Auxiliar y Protección Patrimonial para el Estado de Veracruz, mejor conocido como el IPAX, un grupo minúsculo de agitadores viene gestando un ambiente incómodo de inconformidad.
Sin embargo, a casi nueve meses del actual régimen, su Comisionado, el coronel y licenciado José Martín Gómez, ha sido un hombre que pese a las críticas de algunos subordinados por no ser favorecidos como quisieran, ha continuado su trabajo a favor de los elementos operativos con importantes logros como la entrega de viviendas a más de mil 700 policías, de las cuales más de 100 casas-habitación han sido entregadas en la presente administración, lo que les permite a estos miembros del IPAX disfrutar hoy de un espacio propio que les da estabilidad y seguridad a sus familias.
Desde la llegada del Comisionado José Martín Gómez, mucha gente se inconformó, pues implicaba mayor trabajo, menos privilegios y más responsabilidad; ahora tienen que cumplir un horario, antes algunos laboraban sólo 4 o 5 horas al día únicamente.
Nos comentan algunos uniformados que las cosas en el IPAX no son tan malas como algunos lo quieren hacer ver. Por supuesto, son quienes hasta ahora, después de tantos años de no contar con una casa, en este momento tienen un espacio para sus familias y otros beneficios más en sus condiciones laborales.
De manera extraoficial se sabe que en el IPAX se está trabajando en la reingeniería administrativa del sistema de las comandancias para permitir que sus elementos operativos y administrativos mejoren la calidad de los servicios y se puedan homologar los costos de los servicios que servirá para que haya un aumento salarial a los policías en los primeros meses del año, lo que repercutirá favorablemente en la economía familiar de los uniformados.
Esta reingeniería en las comandancias le ha dado la oportunidad a algunos para que asciendan a comandantes, a jefes de servicios y a patrulleros; estos cambios se han visto reflejados ya en algunas comandancias como las de Martínez de la Torre, Minatitlán, Acayucan, Poza Rica, Cardel y Orizaba.
Ha trascendido también que el adiestramiento que el policía estaría obligado a tomar como parte de su formación, en el IPAX lo realizan a cambio de un incentivo económico. Además, cada mes reciben un apoyo para despensa y cuentan también con prestaciones internas, un seguro de vida, ayuda para gastos funerarios, subsidio para lentes hasta por 750 pesos, dos uniformes completos al año, préstamos en efectivo a corto y mediano plazo a través de la Caja de Ahorro del IPAX, así como las prestaciones recibidas por su afiliación al ISSSTE y FOVISSSTE, como las cuentas de ahorro para el retiro, créditos para vivienda y descuentos en sus tiendas de autoservicio.
Ahora, todas las áreas del IPAX se vieron favorecidas con el reciente convenio signado con Servimedic por la Secretaría de Seguridad Pública del estado que encabeza Arturo Bermúdez Zurita, quien incluyó al Instituto de la Policía Auxiliar en los beneficios para recibir atención médica de calidad a bajo costo en un prestigiado hospital privado recién establecido en Xalapa.
Acciones como ésta, el coronel José Martín busca implementar en el resto de las comandancias para que el beneficio sea parejo y se cumpla con el compromiso de salud prometido por el gobernador Javier Duarte de Ochoa.