Algunos amigos de Felipe Amadeo Flores Espinosa desaprobaron, en un principio, la decisión del diputado federal con licencia de aceptar la invitación del gobernador Javier Duarte de Ochoa para ser propuesto ante el Congreso local como titular de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE).
Unos argumentaban que el exsecretario de Gobierno y exdirigente estatal del PRI mejor debía seguir en la ruta de buscar en 2012 otro cargo de elección popular, y algunos más lamentaban que el fundador de la asociación política estatal Vía Veracruzana decidiera poner en riesgo no sólo su tranquilidad y seguridad personal sino también la de su familia.
Sin embargo, Flores Espinosa aceptó la propuesta del gobernador Duarte, cuya designación no sólo fue aprobada por unanimidad por todas las fuerzas partidistas representadas en la LXII Legislatura local sino que su nombramiento también fue bien aceptado por connotados líderes de las iglesias católica y cristianas de la entidad; representantes empresariales y diversos actores sociales que reconocieron su larga trayectoria política y su experiencia y capacidad como abogado.
Vamos, hasta Miguel Ángel Yunes Linares no le regateó méritos al nuevo procurador duartista, pues entrevistado el pasado lunes en un popular café porteño, el excandidato del PAN a la gubernatura declaró que fue una decisión adecuada de la actual administración porque Amadeo “es un hombre con experiencia, un buen abogado”. Es más, le dio expresamente su voto de confianza para que pronto pueda dar resultados.Sin embargo, quien crea que Flores Espinosa va a resolver mágicamente todo el rezago histórico que en materia de procuración de justicia viene arrastrando Veracruz desde varios sexenios atrás, está muy equivocado. Humanamente es imposible lograrlo en los cinco años que a partir de ahora ya nomás le quedan a esta administración.
Empero, el nuevo titular de la PGJE ha dejado al menos muy en claro su decisión y voluntad de actuar con determinación, profesionalismo, eficacia y transparencia para que constitucionalmente se cumpla con el acceso a una justicia eficiente y expedita.
Hace exactamente una semana, al día siguiente de haber sido aprobado su nombramiento por el pleno de la LXII Legislatura local y de haber rendido protesta formal ante el titular del Poder Ejecutivo del estado, Flores Espinosa presentó en conferencia de prensa las diez estrategias a seguir para mejorar sustancialmente los aspectos más importantes de la PGJE, entre ellos el fomento a una cultura de la calidad en el servicio público, la actualización permanente de sus funcionarios y la coordinación entre sus diversas áreas y con los otros órdenes de gobierno.
Flores Espinosa aludió primero a la eficiente coordinación entre las policías federales, estatales y municipales, respetando las respectivas competencias y bajo el principio de que comparten el mismo objetivo de combatir la delincuencia.
Luego se refirió a la importancia de preservar la escena del crimen, partiendo de la convicción de que un lugar de hechos no contaminados permite recoger y analizar evidencia de invaluable utilidad.
En cuanto a los derechos humanos, dijo que “tanto en la investigación como en el ejercicio de la acción penal, nuestra divisa es el absoluto respeto a los derechos humanos, tanto de la víctima del delito como del indiciado, y de todos aquellos relacionados con los hechos que se investigan”.
Otro rubro que destacó fue el de la Medicina Forense: “Se trata de fortalecer su estructura, de manera que se puedan aprovechar mejor los avances que esta rama de la medicina ha alcanzado en los últimos tiempos. De este modo, los resultados que arrojen este tipo de investigaciones, bien relacionados con el restante material probatorio, permitan la certeza en la identificación de los autores materiales del ilícito”.
Respecto al desistimiento de la acción penal, expuso que solo se acudirá a este recurso legal “en aquellos casos que la ley lo permita y la reparación del daño haya sido totalmente cubierta a satisfacción de la víctima, de manera tal que, ante la opinión pública, la PGJE siga siendo una institución confiable”.
Sobre las víctimas del delito, consideró como “aberrante” que quien sufre las consecuencias de un ilícito todavía “sea objeto de desprecio y a veces de burla, de quienes tenemos la obligación ética y jurídica de velar por el resarcimiento del daño material y espiritual que sufre”, por lo que anunció que “impulsaremos entre nuestro personal una cultura de solidaridad, respaldo, comprensión y ayuda hacia la víctima del delito”.
Hizo mención también a los llamados “medios alternativos de solución”, pues refirió que la Constitución Política de México autoriza su implementación para que en aquellos delitos que lo permita, se recurra a esta opción cuyo saldo ayudaría “a despresurizar cárceles y resarcir de daños a los ofendidos, con lo cual la sociedad gana al tener en su seno menos ciudadanos confrontados”.
Al hablar del perfil de los funcionarios de la PGJE, Flores Espinosa reconoció que “las estructuras gubernamentales no pueden sustraerse al movimiento renovador que caracteriza a la sociedad de estos tiempos”, por lo que anunció que “se designará en cada puesto a aquel que mejor perfil tenga, al margen de cualquier concepción ideológica”.
Del “perfeccionamiento de la investigación ministerial”, el nuevo procurador expuso que “preferiremos una averiguación bien integrada que dé tranquilidad a los veracruzanos, a una rápida que arroje como resultado una no menos rápida liberación dictada por los encargados de administrar justicia”.
Finalmente, al referirse al control de personal de la PGJE, dijo que “ante el generalizado malestar de la sociedad que señala a buenos y malos funcionarios de estar corrompidos, emplazo a todos los funcionarios a regirse por los principios de profesionalismo, respeto a los derechos humanos, imparcialidad, juridicidad, honestidad y transparencia”. Y les advirtió que “hoy, los exhorto, mañana habrá sanciones”.
El nuevo trabajo de investigación, análisis e inteligencia que ha comenzado a realizarse en la PGJE a través de la Agencia Veracruzana de Investigaciones (AVI) ha empezado a dar buenos frutos, pues a partir de la administración de Amadeo Flores, en Xalapa, por ejemplo, se esclareció la semana anterior un impactante crimen de un par de ancianos asesinados en su hogar por un grupo de maleantes encabezados por un ex policía del IPAX, mientras que este martes 25, en el sur del estado, fue detenida una banda de 9 presuntos delincuentes involucrados en asalto de bancos y de tarjetahabientes, de comercios, robo de vehículos y presumiblemente también en algunos homicidios, ya que cometían los robos con lujo de violencia, según consta en más de 40 averiguaciones previas radicadas en los municipios de Coatzacoalcos, Minatitlán, Cosoleacaque, Acayucan, Jáltipan y Nanchital.
Ayer, además, Flores Espinosa anunció que la Procuraduría General de la República (PGR) por fin atrajo la investigación de los 35 cadáveres que el llamado grupo de “Los Mata-Zetas” arrojó desde el 20 de septiembre en Boca del Río.
Amadeo Flores, como ya se dijo, no va a resolver de tajo todo el rezago histórico en materia de procuración de justicia y tampoco va a terminar en este sexenio con la criminalidad; pero al menos ha empezado a crear expectativas de que los índices delictivos pueden bajar si, en efecto, en la PGJE no se tolera más tanta impunidad, indolencia y corrupción, y se coordina mejor con la PGR en los casos de la delincuencia organizada.