A finales de septiembre, el gobernador Javier Duarte de Ochoa había tomado la decisión de remover al procurador Reynaldo Escobar Pérez. Y, en esa ocasión, para sustituir al ex secretario de Gobierno el mandatario estatal habría considerado proponer ante el Congreso local a Jorge Uscanga Escobar, actual secretario ejecutivo del Consejo Estatal de Seguridad Pública, quien al inicio de la administración del gobernador Fernando Gutiérrez Barrios, despachó como titular de la Procuraduría General de Justicia del Estado.
Sin embargo, la filtración de esta primicia en algunos medios de comunicación que más han denostado al régimen del gobernador Duarte, habría obligado de última hora al jefe del Ejecutivo Estatal a dar marcha atrás en la consumación de este movimiento.
No obstante, la renuncia de Reynaldo se oficializó una semana después, el pasado viernes 7. Pero ahora, por su presunta indiscreción, ya no fue contemplado para despachar en la PGJE Uscanga Escobar, quien desde la semana antepasada, después de la reversa metida por el mandatario veracruzano, se encargó de difundir que él no estaba interesado en el cargo de procurador que ya había desempeñado 25 años atrás.
En lugar de Uscanga, el gobernador Duarte ha decidido proponer al diputado federal con licencia Felipe Amadeo Flores Espinosa, a quien ya se le mencionaba desde principios de noviembre de 2010 para ocupar este cargo en la nueva administración duartista.
Sin embargo, en aquella ocasión no se concretó el nombramiento porque precisamente por ser legislador en funciones, estaba impedido legalmente para despachar como Procurador. Inclusive se llegó a presumir que no habría estado de acuerdo en que se reformara la Constitución Política local sólo para que él pudiera asumir este cargo.
Empero la reforma constitucional terminó realizándose para que Escobar Pérez, quien también estaba impedido legalmente porque el año inmediato anterior había desempeñado el cargo de secretario general de Gobierno, pudiera ser el titular de la PGJE.
Este jueves el pleno de la LXII Legislatura local deberá ratificar el nombramiento de Flores Espinosa, quien ahora sí cumple cabalmente con todos los requisitos establecidos por la Constitución Política del Estado.
Muchos dudaban que este ortodoxo y experimentado político priista, aceptara ser procurador en las actuales circunstancias de violencia que imperan en la entidad a causa del decidido combate de las fuerzas estatales y federales a la delincuencia organizada, arraigada desde hace varios sexenios en el territorio veracruzano.
Sin embargo, en su larga trayectoria política-administrativa lo que ha caracterizado precisamente a Flores Espinosa ha sido su férrea disciplina partidista y lealtad a las instituciones del estado. Por eso no podía declinar una segunda invitación del gobernador Duarte, sobre todo después de que el titular del Poder Ejecutivo habría sido uno de los factores determinantes para que el mes pasado el diputado federal por el distrito de Huatusco fuera electo como vicepresidente de la mesa directiva de la Cámara baja del Congreso de la Unión, en una evidente alianza con el grupo legislativo del Estado de México que controla el ex gobernador mexiquense Enrique Peña Nieto, el más fuerte aspirante presidencial del PRI.
Amadeo Flores, quien era mencionado también para sustituir en diciembre próximo a Héctor Yunes Landa en la presidencia del CDE del PRI ante la posibilidad de que el dirigente priista sea postulado a un cargo de elección popular en 2012, acababa de debutar justamente este domingo 9 como secretario técnico del Consejo Político Estatal del partido tricolor, cargo en el que había sucedido a Zeferino Tejeda Uscanga, quien fue nombrado por Yunes Landa secretario de Acción Electoral.
A sus 64 años de edad, Flores Espinosa ya ha sido casi todo en Veracruz, menos senador de la República y gobernador.
El nuevo cargo que le ha confiado el gobernador Duarte no lo desconoce, pues casualmente su carrera de servidor público la inició en la administración del gobernador Rafael Hernández Ochoa (1974-1980) como agente del Ministerio Público, subjefe de Averiguaciones Previas de la Procuraduría General de Justicia y posteriormente magistrado presidente del Tribunal Fiscal del Estado.
Tampoco le ha de intimidar la ola de violencia que actualmente cubre a casi todo el territorio veracruzano, aunque en los últimos cuatro meses se ha focalizado sospechosamente en la zona conurbada Veracruz-Boca del Río, la de mayor densidad poblacional y movimiento comercial y turístico del estado.
Y es que en el sexenio del gobernador Agustín Acosta Lagunes (1980-1986), uno de los más sangrientos en la historia de Veracruz, Amadeo Flores se desempeñó como director general de Seguridad Pública y en el antepenúltimo año de ese régimen ascendió a la Secretaría de Gobierno, donde sustituyó al afamado notario capitalino de origen pozarricense Ignacio Morales Lechuga.
Desde entonces, salvo en el bienio gutierrezbarrista (1986-1988), Flores Espinosa se ha mantenido vigente políticamente, pues volvió a resurgir en el cuatrienio del gobernador sustituto Dante Delgado Rannauro (1988-1992), al ser electo como diputado a la LV Legislatura del estado, donde coordinó a la bancada priista y lideró al Congreso local.
Con el gobernador Patricio Chirinos (1992-1998) presidió el Comité Directivo Estatal del PRI y en 1994 fue electo por primera vez como diputado federal por el distrito electoral con cabecera en Huatusco.
En el sexenio del gobernador Miguel Alemán Velazco (1998-2004) volvió a ser electo como diputado a la LIX Legislatura local, en la que presidió la Mesa Directiva.
Con Fidel Herrera Beltrán, de 2006 a 2008, Amadeo Flores se desempeñó como secretario ejecutivo del Consejo Estatal de Seguridad Pública. Y en 2009 fue postulado por segunda vez por el distrito electoral federal de Huatusco, votaciones que ganó con un apretado margen al candidato del PANAL, Ulises Ochoa Valdivia, hijo del senador y ex dirigente nacional del SNTE, Rafael Ochoa Guzmán, quien por capricho del destino ahora como diputado local le tocará ponderar en la sesión legislativa de este jueves 13 la ratificación de su ex contendiente como Procurador: un cargo que en las actuales circunstancias del estado pueden hacer crecer políticamente a Flores Espinosa para futuros proyectos electorales de mayor envergadura o bien puede significar el fin de su longeva trayectoria pública.