Por Raymundo Jiménez
Columna: Al pie de la letra
Topes de Cordero
2011-10-27 | 21:11:21
La advertencia que desde Boca del Río hizo ayer el ex secretario de Hacienda, Ernesto Cordero Arroyo, acerca de que los días de Humberto Moreira como presidente del CEN del PRI están contados, solo es el preludio de la guerra sin cuartel que se avecina en la fiera disputa del poder en México.
Cordero, quien según las más recientes encuestas sobre los aspirantes presidenciales del PAN ya alcanzó al senador Santiago Creel Miranda en el rango del 20% de las preferencias, aunque todavía sigue lejos de la diputada federal Josefina Vázquez Mota, que lo supera con aproximadamente 25 puntos de ventaja–, parece estar decidido a valerse de todo tipo de recursos para ganar primero la candidatura del partido blanquiazul y luego la elección constitucional de julio de 2012 que, según fanfarroneó, sería mucho más fácil que la contienda interna de Acción Nacional.
La seguridad con la que se mueve el ex secretario de Hacienda aparentemente tiene que ver con el abierto apoyo que le está dando su ex jefe y amigo, el presidente Felipe Calderón, quien ya operó primero para obligar a otros miembros de su gabinete a declinar sus aspiraciones por la candidatura presidencial, y ahora estaría presionando a las estructuras de su partido para nominar a Cordero.
Y no solo eso, pues ha trascendido que Gerardo Ruiz Mateos, jefe de la Oficina de la Presidencia, y la vocera Alejandra Sota, dos de los más cercanos colaboradores de Calderón, convocaron recientemente a sendas cenas con empresarios tanto para hacer campaña como para hacer contracampaña.
Presuntamente, en una de esas reuniones se les dijo a los asistentes que lo peor que le podría pasar a México era que volviera el PRI a la Presidencia. Y, en la otra, que lo peor que le podría pasar al PAN es que la diputada Vázquez Mota llegara a las boletas como candidata, por lo que les aconsejaban apoyar mejor a Cordero.
Sin embargo, trascendió que algunos empresarios brincaron y dijeron que sería mejor que quien declinara fuera Cordero, lo que por supuesto no cayó nada bien a los personeros de Los Pinos.
Pese a estas presuntas expresiones de rechazo, el presidente Calderón y su equipo más cercano siguen apoyando el proyecto del ex secretario de Hacienda, quien además se ha rodeado de personajes siniestros e inescrupulosos en el ejercicio del poder.
Uno de ellos es precisamente el ex priista Miguel Ángel Yunes Linares, quien ha hecho alarde de su cercanía con Cordero al traerlo exprofeso como invitado especial al informe legislativo de su hijo, el diputado local boqueño Fernando Yunes Márquez.
Quién sabe qué tanto beneficiará o perjudicará la sombra de Yunes a Cordero, pues el ex priista se hizo de tantos enemigos políticos desde que despachó como secretario de Gobierno en el sexenio del gobernador Patricio Chirinos (1992-1998), que precisamente a finales de esa administración, ya como presidente del CDE del PRI, le ajustaron cuentas en la sucesión municipal de 1997 en la que el partido tricolor sufrió una de sus peores debacles.
Sin embargo, en la sucesión estatal de 2010, en la que reapareció como candidato del PAN a la gubernatura, Yunes Linares alcanzó una votación histórica para el panismo en Veracruz, de aproximadamente 1.3 millones de sufragios, que quién sabe si el partido blanquiazul podría sumarlos ahora con Cordero en la elección presidencial.
Seguramente todo dependerá de las formas y circunstancias en que el ex secretario de Hacienda consiga la nominación del PAN si es que finalmente se logra imponer.
Por lo mientras, no son pocos los enemigos históricos de Miguel Ángel Yunes que como el ex gobernador Fidel Herrera Beltrán deben estar preocupados por la posible postulación de Cordero, pues se deduce que entonces el presidente Calderón se metería con todo en el proceso electoral para hacer ganar a como dé lugar a su candidato preferido, al cual perfiló a partir de la trágica muerte en noviembre de 2008 de su segundo secretario de Gobernación, Juan Camilo Mouriño, quien aparentemente era su “delfín” original.
El caso es que de ganar Cordero, lo lógico sería que Yunes –que primero se había acercado a Mouriño, al cual trajo también a Boca del Río como invitado especial a la boda de su hijo Miguel Ángel Yunes Márquez en octubre de 2007– ocupara una posición estelar en su gabinete.
Habrá que ver hasta dónde el presidente Calderón está decidido a empujar para que en diciembre de 2012 lo suceda Cordero en la Presidencia de la República.
Y es que antes de entregarle la Secretaría de Hacienda, Cordero le dejó a su ex jefe medio gol con la denuncia penal encauzada ante la PGR en contra del dirigente nacional del PRI por la presunta falsificación de documentos oficiales en la contratación de la estratosférica deuda pública de 34 mil millones de pesos que Moreira dejó como gobernador del estado de Coahuila.
Pero, además, Cordero todavía tuvo tiempo también de confeccionar como secretario de Hacienda el presupuesto federal para 2012, en el que les rasuró a la mayoría de los 18 gobiernos estatales del PRI una fuerte tajada de recursos federales.
En el caso de Veracruz, no van a ser los 12 mil millones de pesos que hace un mes había anticipado el coordinador de los diputados federales veracruzanos del PRI, Juan Nicolás Callejas Arroyo, pero el recorte de la Federación ascenderá a cerca de 5 mil millones de pesos, según estimó ayer el secretario de Finanzas y Planeación, Tomás Ruiz González.
Y aunque sea menos de la mitad de la primera cifra advertida por el diputado Callejas, lo cierto es que esta importante merma de recursos federales afectará sensiblemente los programas del gobierno estatal de apoyo al campo, a la salud y la ampliación y rehabilitación de la red carretera estatal, pues muchos de los caminos y puentes afectados por el huracán “Karl” y la tormenta tropical “Matthew” a finales de 2010 aún siguen sin ser reconstruidos en su totalidad.
Ello, obviamente, obligará a la administración del gobernador Javier Duarte a racionalizar aún más el ejercicio de los limitados recursos de los que dispondrá, por lo que no se descartan más recortes al gasto corriente y a los sueldos de la alta burocracia.
Sobra decir que lógicamente esta situación puede impactar negativamente al PRI en el resultado del proceso electoral federal del año próximo, pues el descontento popular se sumará al de las decenas de acreedores de la administración estatal anterior a los que aún les adeudan pagos, además del malestar de los cientos de burócratas que quedaron desempleados al implementarse el programa de retiro voluntario.

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