Tal como lo ordena la Constitución Política del estado, el próximo martes 15 el gobernador Javier Duarte de Ochoa entregará al Congreso local un informe acerca del estado que guarda su administración en este primer año de ejercicio gubernamental.
A diferencia de su antecesor Fidel Herrera Beltrán, quien por primera vez en la historia de Veracruz propició la interlocución directa con los diputados locales de cada una de las diversas fuerzas políticas representadas en el Congreso veracruzano, Duarte de Ochoa ha optado por presentar su informe por escrito, el cual será analizado posteriormente por los legisladores y ampliado durante la comparecencia de los secretarios de despacho y de los titulares de la Procuraduría General de Justicia y de la Coordinación de Comunicación Social del gobierno del estado.
Entre algunos sectores sociales existe la interrogante –más que normal– sobre qué va a informar el mandatario estatal, pues lamentablemente lo que más ha sobresalido en los últimos diez meses de este primer año de su administración son los hechos de violencia, mismos que en las recientes semanas han menudeado a raíz del operativo “Veracruz Seguro”, puesto en marcha a principios de octubre con todo el apoyo del presidente Felipe Calderón, que además del Ejército y la Policía Federal ha reforzado el combate al crimen organizado con la movilización de más de dos mil elementos de la Marina Armada de México.
Sin embargo, a pesar de esta imagen negativa que se ha difundido de la entidad en los principales medios de comunicación de la ciudad de México, tanto electrónicos como impresos –como parte de una interesada campaña negra con un presumible propósito de índole político-electoral ante la sucesión presidencial de 2012–, la administración del gobernador Duarte no se ha paralizado y ha logrado promover no solo la afluencia de miles de visitantes al estado sino también el arribo de fuertes inversiones privadas que confirman, obviamente, que la entidad sigue manteniendo niveles aceptables de tranquilidad y confianza tanto para los inversionistas como para los paseantes.
El pasado martes 25 de octubre, por ejemplo, directivos de la empresa brasileña Odebrecht y su filial Braskem se reunieron en Xalapa con el gobernador Duarte, al cual le confirmaron la inversión millonaria anunciada en julio de este año durante la visita del mandatario veracruzano a Brasil.
Marcelo Bahía Odebrecht, director presidente de Odebrecht, SA, y Carlos José Fadigas de Souza, presidente de Braskem, formalizaron la construcción en el sur de Veracruz del complejo petroquímico Etileno XXI, de una planta de etanol y una presa para dotar de agua a Xalapa.En el proyecto Etileno XXI, con su filial Braskem y en sociedad con la mexicana Idesa, Odebrecht invertirá tres mil millones de dólares en la región sur de la entidad y estará generando 800 empleos directos, dos mil 200 indirectos y entre seis mil y ocho mil empleos temporales durante la construcción. La planta de etanol tendrá una inversión cercana a los dos mil 500 millones de dólares y creará dos mil empleos directos.El gobernador Duarte de Ochoa dijo que las inversiones de Odebrecht y su filial Braskem en Veracruz, unas de las más importantes que hacen en todo el Continente, vendrán a consolidar el desarrollo, el progreso y la prosperidad no solo del sur sino de toda la entidad.
Hace tres semanas, en una cena privada con una docena de comunicadores, el mandatario estatal anticipaba como una de las primicias de su primer informe de gobierno el dato de que las inversiones extranjeras y nacionales en Veracruz ascendían a 25 mil millones de dólares, y que en lo que iba de este año se habían creado ya 50 mil empleos según registros oficiales del IMSS, cifra cercana a la que en promedio se debe generar anualmente para alcanzar los 400 mil puestos de trabajo que Duarte se propuso crear en su sexenio.
Ciertamente, Veracruz no está exento del problema nacional de criminalidad, pero hasta ahora es un estado donde los índices de inseguridad siguen manteniéndose muy por debajo de otras entidades donde la delincuencia se ha apoderado de los territorios.
Muy a tiempo, el gobernador Duarte tomó la valiente decisión de enfrentar con el apoyo de la Federación al crimen organizado.
Como era de esperarse, ha habido reacciones violentas de los delincuentes, pero las fuerzas federales y las del estado han logrado ir minando poco a poco las células criminales.
Ello ha propiciado que el estado vaya retornando a la normalidad, y que aunque todavía, de vez en cuando, sigan presentándose atentados contra casetas de la Policía Intermunicipal en la zona conurbada Veracruz-Boca del Río o sigan apareciendo algunos ejecutados como los 8 cadáveres encontrados anteayer en el Terraplén, en el trayecto hacia el puerto de Alvarado, lo cierto es que también la entidad no ha perdido atracción para organizar eventos multitudinarios, como el reciente rally de motociclistas Harley Davidson celebrado el pasado fin de semana en el municipio boqueño y que generó una derrama económica de aproximadamente 20 millones de pesos entre restauranteros, hoteleros y demás prestadores de servicios turísticos de esa región.
Sergio Pazos, presidente local de la Canirac, declaró ayer que con los congresos y convenciones nacionales e internacionales que se han realizado últimamente en el World Trade Center y hoteles de esa zona conurbada, los restaurantes repuntaron sus ventas hasta en un 40 por ciento. Mencionó, por ejemplo, el XXXV Congreso Internacional de Cirugía General y el XIX Congreso Latinoamericano de Cirugía que se desarrolla en Boca del Río con más de 3 mil participantes del país y de otras 18 naciones.
Y en la capital veracruzana, por ejemplo, a principios de octubre se realizó durante cuatro días el “Hay Festival Xalapa 2011” que según estadísticas de las autoridades municipales disfrutaron alrededor de 18 mil asistentes; actualmente se desarrolla el “Festival Filmarte Xalapa 2011”, que concluirá este sábado 5; y hoy jueves inicia el “Festival Internacional JazzUV”, uno de los eventos de tipo académico y musical más importantes del mundo organizado por la Universidad Veracruzana.Veracruz no es, pues, un campo de batalla como algún país de Medio Oriente ni tampoco es una de las entidades secuestradas por los grupos criminales, como mal suponían los paseantes que con motivo de la festividad de Todos Santos vinieron esta semana a visitar a sus familiares, los cuales reconocieron –a pesar de haber observado algunos retenes o convoyes militares– que el estado está mucho mejor de lo que han leído en la prensa y escuchado en noticiarios de radio y televisión de la ciudad de México.