Por Raymundo Jiménez
Columna: Al pie de la letra
Martirologio panista
2011-11-03 | 21:15:54
¿Quién mandó a matar al presidente municipal michoacano de La Piedad, Ricardo Guzmán Romero?

Como muchos otros homicidios de políticos, seguramente el de Guzmán no se esclarecerá jamás, pues al menos este jueves por la mañana, entrevistada por el periodista Carlos Loret de Mola en el noticiero matutino de Televisa, la candidata del PAN a la gubernatura de Michoacán, Luisa María Calderón Hinojosa, hermana mayor del presidente Felipe Calderón, dijo desconocer si el atentado podría haber tenido un móvil de índole electoral; si acaso estaría detrás algún cártel del crimen organizado, o si tal vez se trataba de un “mensaje” para su hermano el mandatario mexicano.

La abanderada panista sólo se atrevió a mencionar que el alcalde había recibido amenazas y que inclusive un jefe de la policía municipal ya había sido víctima también de otro atentado. ¿Por qué entonces el munícipe andaba tan desprotegido haciendo campaña electoral por la “Cocoa” Calderón y los demás candidatos de su partido, entre ellos su ex secretario particular, Hugo Anaya, quien pretende sucederlo en la alcaldía?

Lo cierto es que tanto la candidata a la gubernatura como algunos líderes del PAN –entre ellos Jonathan García, dirigente nacional de Acción Juvenil, que este miércoles estaba a 20 metros de distancia del edil–, no han aportado datos precisos para identificar a los asesinos materiales.

Eso sí, la señora Calderón y Jonathan han aprovechado los espacios en los medios de comunicación electrónicos para promover una especie de martirologio, pues en vez de hurgar las causas del homicidio de su correligionario se han dedicado a exaltar los valores del munícipe acribillado, resaltando que era un buen padre, un gran amigo y un excelente presidente municipal muy comprometido con el cambio en Michoacán, entidad gobernada por el PRD desde hace 9 años.

No es la primera vez que el PAN pretende sacarle provecho electoral a una tragedia. En mayo de 2009, por ejemplo, a dos meses de la elección para gobernador de Sonora, el panista Guillermo Padrés Elías iba en la mayoría de las encuestas entre 10 y 17 puntos abajo del candidato del PRI, Alfonso Elías Serrano.

Al mes siguiente, el 5 de junio de 2009 –a casi cuatro semanas de las votaciones–, ocurrió el trágico incendio de la guardería ABC de Hermosillo, subrogada al IMSS, en la que fallecieron 48 infantes quemados y asfixiados.

Este siniestro resultó letal para el PRI y su candidato, quien comenzó a caer estrepitosamente en las preferencias electorales tras la campaña mediática desatada por el PAN, pues entre los socios de la guardería figuraban cónyuges de altos funcionarios del gobierno del estado que encabezaba el priista Eduardo Bours así como de la dirigencia estatal del partido tricolor. Inclusive, una de las dueñas resultó ser familiar lejana de Margarita Zavala, esposa del presidente Calderón.

El 4 de julio, a sólo tres días de la elección, Padrés publica un desplegado en el que asegura que de acuerdo con la encuestadora GEA-ISA, se encuentra sólo cinco puntos debajo del priista Elías Serrano, versión que en una entrevista radiofónica desmiente de inmediato el presidente ejecutivo de la casa encuestadora, Ricardo de la Peña.

Pero lo cierto es que al domingo siguiente, el candidato del PAN que siempre estuvo debajo en las preferencias electorales, terminó por ganar la elección.

En Michoacán está por suceder lo mismo. Este jueves 03, por ejemplo, a escasos diez días de la elección por la gubernatura purépecha, el diario capitalino “Reforma” publica una sorprendente encuesta en la que por primera vez la hermana mayor del presidente Calderón aventaja por un apretado margen a los abanderados del PRI y PRD.

Según este sondeo –en el que a los encuestados se les preguntó que si hoy fueran las elecciones por quién de los tres candidatos votaría–, Luisa María Calderón, del PAN, ascendió diez puntos de septiembre a noviembre, al pasar del 29% al 39% de las preferencias del electorado; mientras que el priista Fausto Vallejo descendió cuatro puntos al caer en ese bimestre de 37% al 33% de las simpatías ciudadanas. El más castigado ha sido el perredista Silvano Aureoles, quien arrancó la campaña con el 34% de aceptación y ahora se ha rezagado hasta el tercer sitio con el 28% de aprobación.

Sobre la percepción acerca de quién creen que va a ganar la elección, los entrevistados confirmaron el reposicionamiento de la “Cocoa” Calderón, quien en septiembre andaba con el 21% de las opiniones a favor y ahora se ubica por arriba de sus competidores con el 33%; en tanto que el priista Vallejo estaba en 26% y bajó a 25%, y Aureoles, del PRD, se desplomó de 28% a 22% en este par de meses.
De acuerdo con esta encuesta publicada por el diario “Reforma”, Luisa María –quien por ser la primogénita le impusieron el nombre de su progenitor– estaría a punto de gobernar la tierra de sus ancestros gracias al decidido apoyo de su hermano menor Felipillo, a quien los candidatos del PRI y PRD acusan de estar usando toda la fuerza política y recursos de la Presidencia de la República para imponer a la “Cocoa”; una especie de “feudalismo” que su propio padre, don Luis Calderón Vega, uno de los líderes históricos del PAN, repudió públicamente en 1952 cuando el general Lázaro Cárdenas del Río, haciendo alarde de la gran influencia política que aún conservaba pese a que su administración presidencial había terminado dos sexenios atrás, hizo gobernador de Michoacán a su hermano Dámaso.
Ahora esta práctica feudal parece haber obnubilado a Felipe Calderón, a quien sólo le queda menos de un año del ejercicio pleno y absoluto del poder, el cual menguará de hecho en cuanto estén registrados los candidatos presidenciales y luego uno de ellos resulte formalmente electo.

Y ante las circunstancias cada vez más adversas para que el PAN retenga otro sexenio más la Presidencia de la República, es entendible que Calderón pretenda por lo menos dejar al frente del gobierno de su estado natal a su hermana mayor.
La única duda es si se atreverá a hacerlo como en la sucesión presidencial de 2006, cuando se apoderó de la jefatura del Poder Ejecutivo de la Federación “haiga sido como haiga sido”, porque entonces el crimen del alcalde panista de La Piedad quizá no sea esclarecido a la brevedad, ya que como “mártir” el edil Guzmán Romero les puede redituar electoralmente más, tal como lucraron también con la tragedia infantil de la guardería ABC de Hermosillo, Sonora, cinco años atrás.

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