Por Raymundo Jiménez
Columna: Al pie de la letra
El reto de Duarte
2011-09-18 | 20:34:58
Además de depurar, capacitar, armar y equipar mejor a los cuerpos policiacos del estado, el secretario de Seguridad Pública del estado, Arturo Bermúdez Zurita, tiene el enorme reto de emprender un trabajo de inteligencia realmente eficaz.

Ya, en una reciente reunión a puerta cerrada con todo su gabinete, el gobernador Javier Duarte de Ochoa –quien este jueves 15, en su despacho, después de la ceremonia del Grito de Independencia recibió del General René Carlos Aguilar Páez, comandante de la Sexta Región Militar, dos espadas con las palabras grabadas “Veracruz” y “Adelante”, las cuales, dijo, simbolizan el honor, la valentía y la determinación de un gobernante a luchar por la prosperidad de su pueblo– reiteró a sus colaboradores su decisión de continuar combatiendo con firmeza a la delincuencia organizada y les puntualizó que él es un mandatario echado para adelante a pesar de exponer su seguridad personal y la de su familia.

El último gran golpe al cártel criminal que opera en Veracruz fue el desmantelamiento por parte de elementos de la Marina Armada de México de una impresionante red de telecomunicaciones que por lo menos desde el sexenio anterior operaba impunemente en el centro y norte de la entidad. No es posible que las autoridades de la administración estatal pasada no se hubieran percatado de la instalación y funcionamiento de este sofisticado y monumental equipo.

Pero este mérito ha sido de las fuerzas castrenses. No obstante, el gobernador Duarte y el secretario Bermúdez están haciendo un gran esfuerzo por mejorar la seguridad pública del estado con una nueva policía, cuyos elementos asuman otra actitud y mentalidad, y mayor compromiso social.

Ojalá se lograra en el presente sexenio, pero éste será un trabajo que requerirá de mucho más tiempo. Sin embargo, en otras entidades se han dado casos que demuestran que sí es posible que la policía estatal y no solamente el Ejército o la Marina puedan minar a los cárteles del narcotráfico y criminales.

Por ejemplo, la semana antepasada, como resultado de la continuación de los trabajos de inteligencia en el combate a la delincuencia organizada, fueron asegurados por parte de elementos de la Coordinación de Investigación, apoyados por la Coordinación de Seguridad Estatal y la Coordinación de Seguridad Regional, en Tulancingo, Hidalgo, Alejandro Ruiz Garzón, alias “El Quemado o El Apá”, de 28 años de edad, originario de Martínez de la Torre, Veracruz; Ricardo Martínez Enríquez, alias “El Guatemala”, de 31 años, nativo de Poza Rica, Veracruz; Gabriela Cabrera Méndez, alias “La Gaby”, de 23 años, también de Poza Rica y pareja sentimental de “El Quemado o El Apá”; y Minué Caso Cantú, de 23 años, igualmente pozarricense, quien afirmó ser esposa de “El Guatemala”.

Ruiz Garzón, alias “El Quemado” o “El Apá”, refirió haber iniciado a “trabajar” con la organización delictiva de los Zetas en marzo de 2010 como “halcón”, ascendiendo a los pocos meses a la categoría de “Central o RT” (encargado de “halcones”), y posteriormente, en agosto de ese mismo año fue habilitado como “sicario” en la plaza de Poza Rica, además de tener a su cargo la supervisión de las personas que se iban reclutando, lo que realizó hasta noviembre de 2010, ya que en diciembre fue asignado a la plaza de Martínez de la Torre.

Este sujeto declaró haber participado en diciembre de 2010 en el “levantón” del dueño de una empacadora de cítricos en Martínez de la Torre, por el cual recibieron el pago de un millón 500 mil pesos. También confesó que en marzo de 2011 “levantaron” a una persona de nombre Flavio, a quien ejecutaron con un disparo de arma de fuego en la cabeza y lo “cocinaron” dentro de un tambo para no dejar rastro, por andar de “chapulín” (vendedor de droga por su cuenta).

Igualmente reveló que en marzo de 2011 “levantaron” al propietario de un lote de autos de nombre Armando, en el municipio de Tlapacoyan, Veracruz, por lo cual recibieron aproximadamente 15 vehículos de diferentes marcas y modelos, a quien a pesar del pago obtenido lo privaron de la vida y lo cocinaron junto con su compadre de nombre Rufino, ya que les encontraron chalecos y armas y sabían que supuestamente se dedicaban a “levantar” personas en Tlapacoyan y Martínez de la Torre.

En junio de 2011 “levantaron” a una persona de apellido Saavedra, en Martínez de la Torre, por quien pidieron la cantidad de 5 millones de pesos a cambio de su liberación, dinero que recibieron en la entrada a la zona arqueológica de El Tajín.

También, en junio de 2011, “levantaron” a una persona de apellido Medina, de aproximadamente 50 años de edad, en el municipio de Tlapacoyan, por quien recibieron la cantidad de 500 mil pesos por su liberación.

En agosto de este año, en el municipio de Papantla, en el lapso de aproximadamente quince días, “levantaron” a cuatro personas de las que no recordó sus nombres ni sobrenombres, a los cuales privaron de la vida y cocinaron, porque también andaban de “chapulines”.

Igualmente, en agosto pasado “levantaron” a cuatro elementos de la Secretaría de Marina Armada de México que posteriormente aparecieron ejecutados en la Colonia Dos Caminos, del municipio de Veracruz, en la carretera a Cardel.

De la misma manera, en agosto de este año “levantaron” a un ex presidente municipal de Huauchinango, Puebla, el que al momento que lo iban a cambiar de lugar, junto con otros tres “levantados”, los interceptó personal de la Secretaría de Marina. En ese operativo militar fue detenido el comandante apodado “El Chacal” y cuatro de sus cómplices. Los secuestrados fueron liberados.


Ruiz Garzón, alias “El Quemado o El Apá”, afirmó haber recibido la orden de trasladarse a la plaza de Tulancingo, Hidalgo, para hacerse cargo de ella junto con “El Guatemala”. Y declaró que el Gobierno del Estado de Veracruz estaba ofreciendo la recompensa de dos millones de pesos a quien aportara información para su captura.

Por su parte, Ricardo Martínez, alias “El Guatemala”, manifestó que “trabajaba” para la organización criminal de los Zetas desde enero de 2011. Se inició trasladando a diferentes estados de la República los vehículos que utiliza la organización criminal para sus actividades delictivas. Posteriormente fue ascendido a “sicario”. Entre otros actos criminales, afirmó haber participado en junio de este año en el “levantón” de dos elementos de la Policía Municipal de Álamo, Veracruz; a finales de ese mismo mes operó el “levantón” de dos militares, uno de los cuales apareció muy golpeado y del segundo aseguró no saber de su paradero

A principios de agosto de 2011 participó en el “levantón” de cuatro integrantes de la Secretaría de Marina Armada de México. Igualmente, en ese mismo mes, “levantó” a una persona de nombre José en el municipio de Álamo, Veracruz, por cuya liberación recibió la cantidad de 700 mil pesos. También aceptó haber fraguado el “levantón” de una persona de nombre Horacio, en el municipio de Tlapacoyan, por la cual recibieron la cantidad de un millón de pesos.

Gabriela Cabrera Méndez, alias “La Gaby”, expresó que en diciembre de 2010 conoció a Alejandro Ruiz, alias “El Quemado” o “El Apá”, y que en julio de 2011 empezó a participar con el grupo delictivo además de relacionarse sentimentalmente con este criminal, de quien desde un principio sabía que pertenecía al grupo delictivo de los Zetas. También dijo tener conocimiento de que “El Quemado”, junto con otro de sus cómplices, levantaron a una persona de la zona hotelera de Costa Esmeralda, por cuya liberación recibieron un millón de pesos.

Por su parte, Minué Caso Cantú dijo pertenecer desde hace unos meses a la organización delictiva de los Zetas y haber llegado el 5 de septiembre de este año a la ciudad de Tulancingo, a donde “El Quemado” y “El Guatemala” fueron enviados por los altos mandos de los Zetas para apoderarse de esta plaza.

Una de las primeras acciones de este par de sicarios fue atacar la Comandancia de la Coordinación de Investigación en Tula. Pero hasta ahí llegaron estos Zetas y sus parejas sentimentales, todos nativos de Veracruz.

¿Veremos pronto algún golpe espectacular similar de las policías veracruzanas, no sólo de la preventiva de Seguridad Pública sino de la dependiente de la Procuraduría General de Justicia del Estado, la cual tiene pendientes de resolver decenas de crímenes ligados a la delincuencia organizada ocurridos en los primeros nueve meses de esta nueva administración, entre ellas las recientes ejecuciones de un par de periodistas del puerto de Veracruz?

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