Por Raymundo Jiménez
Columna: Al pie de la letra
Golpeteo priista
2011-09-14 | 21:31:26
Héctor Yunes Landa, presidente del Comité Directivo Estatal (CDE) del PRI, ha aclarado que no se va en este momento de la dirigencia del partido tricolor y asegura que su relación política y personal con el gobernador Javier Duarte de Ochoa, solidaria y respetuosa, no ha variado como se ha llegado a especular.
Los rumores sobre la inminente salida de Yunes Landa de la presidencia del CDE del PRI se originaron después de la reciente presencia del gobernador del Estado de México, Enrique Peña Nieto, quien el pasado martes 6, junto con el gobernador Duarte, atestiguó en la capital veracruzana el “hermanamiento” de las ciudades de Toluca y Xalapa bajo el promisorio slogan “Compromiso con la prosperidad”.
En algunas columnas políticas se difundió que Yunes Landa, muy identificado con el líder del Senado de la República, Manlio Fabio Beltrones Rivera –el único aspirante priista que abiertamente le sigue disputando a Peña Nieto la candidatura presidencial– no había sido invitado al evento protocolario del hermanamiento de ambas capitales ni a la comida que posteriormente le ofreció Duarte de Ochoa al mandatario mexiquense.
Pero el dirigente priista ha asegurado que sí estuvo presente en dicho ágape y que sí saludó personalmente a Peña Nieto, quien inclusive recordó y le agradeció su apoyo en la campaña electoral de 2005 por la gubernatura del Edomex.
Obviamente, los rumores difundidos que anticipaban su salida del CDE del PRI no fueron producto de la imaginación de los columnistas. Tienen una fuente de origen y un marcado interés. Al parecer, Yunes Landa resulta incómodo para algunos grupos de poder más afines al proyecto presidencial del gobernador Peña Nieto, quien este jueves 15 entrega el gobierno de la entidad a su sucesor Eruviel Ávila.
Pero este golpeteo entre las corrientes internas del PRI por la disputa de la candidatura presidencial no es privativo de Veracruz. Ayer, por ejemplo, en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal, la mayoría de los diputados locales de la bancada priista tumbaron de la coordinación al peñista Israel Betanzos, quien fue sustituido por Gilberto Sánchez Osorio, muy ligado a Joel Ayala, líder de la Federación de Sindicatos de Trabajadores al Servicio del Estado (FSTSE), y a Emilio Gamboa Patrón, dirigente nacional de la CNOP, ambos muy cercanos al senador Beltrones.
En el DF la confrontación entre los grupos priistas han sido de tal intensidad que desde hace tres años no han podido elegir al Comité Directivo Estatal, por lo que el CEN del PRI ha tenido que nombrar delegados especiales.
Las pugnas al interior del partido tricolor se han recrudecido debido a que a partir del próximo 26 de septiembre el Consejo Político Nacional se dará a la tarea de aprobar el método de selección del candidato presidencial, pues debe registrarlo en el IFE en octubre, 72 horas antes del inicio de las precampañas.
Los jaloneos han alcanzado hasta al dirigente nacional Humberto Moreira, quien actualmente resiste la ofensiva gubernamental-panista por la abultada deuda que dejó en el gobierno de Coahuila y la presunta falsificación de documentos oficiales para la obtención de esos millonarios créditos.
Precisamente sobre este embate, que tambaleó a tal grado a Moreira que obligó al gobernador Duarte de Ochoa y a la mayoría de los mandatarios priistas a cerrar filas en apoyo del coahuilense plenamente identificado con Peña Nieto, se ha insinuado que podrían estar implicados indirectamente Beltrones y Gamboa Patrón, a quienes hace cinco años les atribuyeron también la guerra sucia emprendida contra el gobernador mexiquense Arturo Montiel para allanarle el camino a la candidatura presidencial a Roberto Madrazo.
Lo cierto es que Moreira le dio madruguete a Gamboa, quien a finales de 2010 se hallaba en Italia cuando se enteró que el gobernador de Coahuila se había “destapado” para la presidencia del CEN del PRI. Ni él ni Beltrones lo pudieron detener.
Esta posición es relevante, ya que quien tenga el control del Comité Ejecutivo Nacional y se imponga en la renovación del Consejo Político Nacional (CPN) prácticamente habrá asegurado la candidatura presidencial.
Por ejemplo, una facultad exclusiva del CPN es aprobar el método para elegir al candidato presidencial que deberá ser ratificada por más de la mitad de los 32 comités estatales, así como autorizar al CEN a emitir la convocatoria.
Solo hay dos métodos: por convención de delegados (alrededor de 6 mil priistas provenientes de todo el país) o consulta a la base. A Peña Nieto le convendría la Convención porque evita el riesgo de una división y daría paso al candidato de unidad; en cambio, Beltrones preferiría la consulta directa a la militancia, ya que tendría la oportunidad de realizar precampaña por todo el país haciendo proselitismo partidario; sin embargo, existiría el riesgo de una confrontación interna.
Por eso la importancia para Beltrones y Peña Nieto de controlar la mayoría de los 32 comités estatales. Pero además existe en el Comité Ejecutivo Nacional que preside Moreira una posición clave, motivo por el cual presuntamente los grupos antagónicos habrían arreciado el golpeteo para debilitar al dirigente priista: la Comisión de Procesos Internos, actualmente en manos del senador de Quintana Roo, Pedro Joaquín Coldwell.
Y es que dicha Comisión será la encargada de redactar la convocatoria a partir del método aprobado por el Consejo Político Nacional, pero quien redacte la letra chiquita de la convocatoria puede definir el rumbo de la justa, de ahí la importancia del personaje que Moreira ponga al frente.
Por eso el senador Beltrones lamentó que entre los movimientos previstos por Moreira esté el relevo de Coldwell. Según ha trascendido, al ex gobernador de Quintana Roo podría remplazarlo el sinaloense Enrique Jackson Ramírez.
Por razón de su condición de senador, a Coldwell lo vinculan con Beltrones. Y aunque a Jackson lo ligan también con Gamboa, pero el ex senador de Sinaloa está muy cerca actualmente del gobernador veracruzano Duarte de Ochoa, quien la semana anterior refrendó públicamente en Xalapa su alianza política con Peña Nieto, y este jueves 15 hará lo mismo en Toluca en la transmisión de poderes del Estado de México.
Los días que vienen serán cruciales, pues el 26 de septiembre se instalará el nuevo Consejo Político Nacional. Y no se descartan algunas sorpresas. Por ejemplo, la Secretaría Técnica del CPN que parecía reservada para el ex gobernador de Tamaulipas, Eugenio Hernández, podría ser ocupada por el ex gobernador de Veracruz, Fidel Herrera Beltrán, aunque quién sabe qué tanto le pesará haberse pronunciado a favor de Beltrones dos días antes del arribo de Peña Nieto para el hermanamiento de Xalapa y Toluca.

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