Por Raymundo Jiménez
Columna: Al pie de la letra
Definiciones
2011-09-13 | 22:02:09
En noviembre de 2008, cuando el gobernador Fidel Herrera Beltrán vio que la popularidad de José Francisco Yunes Zorrilla, por su intenso activismo como presidente del CDE del PRI, se disparaba a casi un año de la sucesión estatal, el mandatario veracruzano decidió sacar al peroteño y mandar a la dirigencia priista a su incondicional, Jorge Carvallo Delfín, su coordinador de agenda.
Ahora pareciera estarse repitiendo nuevamente esta historia con otro actor político pero del mismo apellido paterno. Y es que ha cobrado fuerza la versión acerca de la inminente salida de Héctor Yunes Landa de la presidencia del Comité Directivo Estatal del partido tricolor.
Unos la atribuyen a la incómoda presencia en Veracruz de Marco Antonio Bernal Gutiérrez, presidente de la Fundación Colosio, quien entre los simpatizantes del gobernador del Estado de México, Enrique Peña Nieto, es considerado como una especie de “jefe de campaña” del senador Manlio Fabio Beltrones, el otro aspirante presidencial del PRI.
Bernal Gutiérrez, quien aprovechó su presencia en tierras veracruzanas para declarar que el PRI no solo tiene en Peña Nieto a un buen candidato para recuperar la Presidencia de la República en el 2012 sino que tiene otro “muy buen candidato” en el senador Beltrones, se presentó en público acompañado de Yunes Landa apenas tres días después del “hermanamiento” de las ciudades de Xalapa y Toluca, que bajo el slogan de “Compromiso con la prosperidad”, selló la evidente alianza política a corto plazo entre el gobernador Javier Duarte y el mandatario mexiquense.
El presidente de la Fundación Colosio encabezó el pasado viernes 9, en Xalapa, la consulta denominada “Programa para México” en la que participaron representantes de sectores y organizaciones priistas; posteriormente dio una conferencia de prensa y sostuvo encuentros con jóvenes e intelectuales. Más tarde, en la zona conurbada Veracruz-Boca del Río presidió el “Foro Estatal de Consulta Ciudadana, un diálogo con la sociedad veracruzana”.
Llamó la atención que en ninguno de este par de eventos estuvo presente el gobernador Duarte de Ochoa, como tampoco se le vio este 3 de septiembre en la ceremonia de toma de protesta a los 254 comités seccionales del PRI y de los coordinadores de activismo político de Xalapa, encabezado por Yunes Landa y la alcaldesa Elízabeth Morales en el Museo del Transporte.
De hecho, el último acto partidista en que se les vio juntos a Héctor Yunes y Javier Duarte fue el 28 de abril de este año, cuando el gobernador acudió a la sede del CDE del PRI para entregar personalmente su cuota al dirigente del partido tricolor. Dos meses después se reunieron en privado con alrededor de 80 alcaldes priistas, encuentro al que asistió también el diputado federal por Coatepec, José Francisco Yunes Zorrilla, lo que reforzó las versiones de que el ex coordinador de campaña del mandatario veracruzano sería su candidato favorito para el Senado de la República el año entrante.
Sin embargo, eso parece no haberlo entendido Yunes Landa, quien también aspira a la misma candidatura.
Este sería otro motivo del aparente distanciamiento del gobernador Duarte hacia el presidente del CDE del PRI, quien al asumir la dirigencia estatal priista el 13 de marzo de este año le reconoció públicamente al mandatario que “como hombre de Estado que es usted, sabe bien que en el ejercicio de la política los acuerdos y los compromisos son herramientas fundamentales. Celebro que además de saberlos construir los sepa usted cumplir”.
Y es que, en efecto, el compromiso de Duarte con Yunes Landa habría sido hacerlo presidente del CDE del PRI, y nada más. Por ese acuerdo entre ambos es que el gobernador maniobró para apresurar la salida de Ranulfo Márquez Hernández, quien fue mandado como delegado del Comité Ejecutivo Nacional priista al vecino estado de Puebla.
Pero ahora Héctor Yunes, quien ha sabido aprovechar su activismo como dirigente estatal del PRI para posicionarse muy bien en las encuestas entre los aspirantes al Senado, está por echar abajo el presunto acuerdo que el gobernador Duarte tiene con su ex coordinador de campaña, Yunes Zorrilla, quien en 2006 fue impugnada su fallida candidatura ante los órganos partidistas y hasta en el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación por Jorge Uscanga Escobar porque presuntamente el político de Catemaco superaba en las preferencias electorales al de Perote.
Sin embargo, el problema principal de Yunes Landa es que parece haber olvidado también aquella confesión pública que hizo ante los cientos de priistas congregados el 13 de marzo en la sala grande del Teatro del Estado: “Por mi parte (…) quiero que sepa señor gobernador que tengo perfectamente claro, que no me confundo, que no me hago bolas, que hoy asumo solo la responsabilidad de la operación política del Comité Directivo Estatal, pero que el liderazgo del partido, ese solo lo ejerce usted, señor gobernador”.
Pero por sus ambiciones personales y su compromiso particular con el senador Beltrones, Héctor Yunes terminó confundido y hecho bolas, pues a tan solo tres días del manifiesto pacto entre el gobernador Duarte y Peña Nieto, él salió con Marco Antonio Bernal a promocionar a Manlio Fabio Beltrones, colocado en las encuestas muy abajo del mexiquense.
¿OTRO DESLEAL?
Por cierto, hablando de deslealtades: ¿será cierta la versión de que un despacho contable, muy ligado al contralor general del estado, Iván López Fernández, le habría hecho la chamba al ex alcalde tuxpeño Juan Ramón Gánem Vargas, quien anteayer fue puesto en libertad tras la reposición de más de 8 millones de pesos?
Quizá fue mera casualidad, pero trascendió que hace alrededor de una semana se habrían reunido con el contralor, en Xalapa, familiares del ex munícipe porteño acompañados de dos prominentes miembros de la dirigencia estatal del PAN.

Nosotros | Publicidad | Suscripciones | Contacto

 

 

Reservados todos los derechos 2018

Nosotros | Publicidad | Suscripciones | Contacto

 

 

Reservados todos los derechos 2018