La semana anterior se cumplió un año del alevoso asesinato de Irene Méndez Hernández-Palacios y Fouad Hakim Santiesteban, un joven matrimonio cuyo crimen, que sigue impune, conmocionó en 2010 a la capital veracruzana porque las víctimas pertenecían a familias muy conocidas y apreciadas de la sociedad xalapeña.

Desde entonces, sus parientes más cercanos vienen clamando justicia. Sólo que en el caso del joven empresario Hakim, su adolorida madre Magdalena Santiesteban todavía sigue cargando la otra pena de intentar limpiar el nombre de su sacrificado hijo, cuya inocencia ha sido manchada injustamente al insinuarse en los medios de comunicación nexos inexistentes con personajes de la delincuencia organizada.

“Si mi hijo hubiera tenido tratos con esa gente no habría estado en la situación económica en la que estaba”, argumenta la afligida señora Santiesteban, quien muestra el último reporte de la cuenta bancaria número 0639585116, de Banorte, a nombre de Fouad Hakim, en la cual se registra un saldo a favor de solamente 17 mil 405 pesos con 84 centavos.

“Fouad nunca recibió dinero ni trató con esos desgraciados”, reitera la estoica mujer, quien exige aclarar esta situación que no sólo provocó la muerte injusta de su primogénito sino que ahora ha afectado también económica y socialmente a sus otros dos hijos, Mikhail y Said, pues se les ha colocado igualmente bajo la absurda sospecha de estar vinculados en operaciones de “lavado de dinero” con el crimen organizado, cuando los tres hermanos nada tienen que ver con la firma HALU Construcciones, propiedad de su padre Alfredo Hakim Aburto y su nueva esposa Griselda Luna, la empresa encargada del abortado proyecto del edificio Burj-Halu que desde hace más de dos años no se ha podido levantar sobre la avenida Araucarias, de Xalapa, y en el que miembros de un cartel del narcotráfico habrían invertido cerca de cuatro millones de pesos.

Un personaje clave en esta trágica historia es Arturo Chafis Kavanagh Hakim, primo hermano de Hakim Aburto, quien desapareció desde una semana antes del secuestro y asesinato de su sobrino Fouad y del que inexplicablemente nadie sabe de su paradero.

El 14 de junio de 2010, cinco días después del crimen de Fouad y de su esposa Irene, Arturo Kavanagh le escribió el siguiente correo electrónico a su sobrino Mikhail, quien lo responsabilizaba de la desgracia ocurrida a su hermano y cuñada. Kavanagh le respondió así a Mikhail Hakim:

“Qué te pasa??? Me echas la culpa a mí??? Siempre es más fácil agarrar un pendejo para echarle la culpa, y de cosas que no son mi responsabilidad, sino de la irresponsabilidad de la empresa. En primera por no hacer nada de obra y en segunda de no devolver los dineros a los clientes en tiempo y forma. Hay muchos casos y como 20 millones (de pesos) recibidos. Yo insistí a tu papá que se pagara y eso te consta. También te constan mis nervios y mi desesperación de que algo pasara. Sin embargo él dijo que él sabía arreglar sus problemas y que nada pasaría, que ya no me metiera y que me podía ir si no estaba tranquilo. Sabes que nadie toma las decisiones ahí más que tu papá. Eso sí, aunque yo no trabajaba con él en esa época, ni recibí la lana, ni me la gasté yo, pero eso sí, si yo hubiera podido y tenido con qué, la hubiera pagado. Y si dices que soy puto por irme, pues a lo mejor lo soy, te consta que estuve una semana pegado a él y durmiendo en su casa, por temor y sin deberla. Qué esperabas que yo hiciera??? Que me quedara??? Además tu papá me estuvo diciendo por teléfono desde hace días que ya lo había arreglado y que todo mundo estaba satisfecho y todo tranquilo. Incluso ese día por la mañana hablé con él y lo volvió a decir. Y mira, yo puedo entender tu dolor, perdiste un hermano, pero yo, injustamente ando de un lado a otro como pendejo, sin poder tener mi hogar, sin lana y sin poder estar al lado de mi familia y amigos. Perdí mi tranquilidad, y todo por qué??? Por una empresa de la que no soy dueño, ni decido, y por una lana que yo no me gasté y una deuda que no era mía. Tú mismo siempre dices dónde termina toda la lana que ahí se recibe, no yo. Y aunque de nada sirva lo que diga, lo siento mucho. Yo también estoy triste, y te quiero mucho, a ti, a él, y a toda mi familia. Eso no cambia, y que Dios te bendiga.”

Arturo Kavanagh es el principal eslabón en toda esta historia trágica porque era el operador financiero de confianza de su primo Alfredo Hakim.

El 10 de junio de 2010 circuló por la internet la siguiente carta escrita por “los verdaderos amigos de Fouad Hakim Santiesteban”, en la cual conminaban a su padre y dueño de la empresa HALU Construcciones a asumir “las consecuencias de sus actos”.

“Los que fuimos amigos de Fouad Hakim Santiesteban estábamos enterados de su decisión de salir, en breve, de la ciudad de Xalapa a consecuencia de que estaba siendo amenazado de muerte, por negocios en los cuales estaba usted involucrado Don Alfredo.
“Esos negocios estaban directamente relacionados con la construcción fallida del complejo arquitectónico Burj Halu, en la zona oriente de la ciudad de Xalapa. Usted, a través de su sobrino Arturo Chafis Kavanagh Hakim, recibió dinero de procedencia ilícita para financiar la construcción de dicho complejo. Una mala planeación y un deficiente estudio de mecánica de suelos le impidió concretar el desarrollo de dicha obra, con las consecuentes pérdidas económicas que afectaron severamente su patrimonio. Obviamente el dinero que le fue entregado no pudo ser pagado.
“Don Alfredo, quienes nacimos en Xalapa y nos hemos criado aquí, conocemos a profundidad el origen de su fortuna, producto de innumerables fraudes al amparo del poder de la vieja clase política. Los xalapeños tenemos memoria y recordamos cuando su avión fue cateado por la PFP con la intención de detenerlo, obedeciendo a una orden de aprehensión, la 38/96 según refirieron los medios en el año 2003. Años antes, en la década de los noventa, ya había librado la acción de la justicia, cuando la SHCP lo denunció por evasión fiscal por 11 millones de pesos.
“La caída en desgracia de sus amigos políticos o la desaparición física de muchos de ellos, lo dejaron en la indefensión económica. Su emporio comenzó a desmoronarse y no estaba dispuesto a verlo desaparecer. Por eso tomó el riesgo de aceptar dinero cuyo origen es poco claro cuando no francamente producto de actividades ilícitas.
“El fracaso de su proyecto tuvo consecuencias inmediatas. Apenas el 5 de junio su sobrino Arturo Chafis Kavanagh Hakim recibió un primer correo electrónico en el que sus ‘amigos’ le exigían el pago del dinero recibido. No hizo caso. El 7 de junio recibió dos nuevos correos con amenazas bajo el mismo tenor. Lo único que atinó a hacer fue reenviar los mensajes a usted y a nuestro amigo Fouad Hakim; esas son las amenazas que impelían a Fouad y a su esposa a exiliarse de Xalapa, temían por su seguridad. Incluso, decía que esos eran problemas de su primo y su padre, que él no se encontraba involucrado.
“Su sobrino Arturo Chafis Kavanagh y usted sabían lo que iba a pasar. La reputación de su sobrino es ampliamente conocida en Xalapa y los vínculos que mantiene con gente non grata, así como sus aficiones. Por eso lo buscó al saber la muerte de su hijo, y por eso mismo Arturo nunca le contestó el teléfono.
“Don Alfredo, no hay más culpables de la muerte de Fouad e Irene que usted y Arturo. No busque donde no hay. ¿Ya se le olvidó el reclamo de su ex esposa doña Magdalena Santiesteban Torres el mismo día en que el cuerpo de Fouad e Irene eran velados? Ella lo culpó a usted de ser el responsable de su muerte.
“(…) Se lo pedimos don Alfredo Hakim Aburto: si desea que este crimen se aclare, preséntese a declarar ante las autoridades competentes, y lleve consigo a su sobrino Arturo Chafis Kavanagh, estamos seguros que podrán aportar datos sensibles que coadyuven en las investigaciones.”
Pero Arturo Kavanagh misteriosamente “desapareció”. Mañana, en esta misma columna, daremos algunos detalles de las relaciones peligrosas del primo hermano de Hakim Aburto que constan en las indagatorias ministeriales.
PÉSAME
Desde este espacio periodístico expresamos a la apreciada familia Miranda Virgen nuestro más sentido pésame por el sorpresivo deceso de nuestro amigo José Antonio Ortega Miranda, ocurrido este domingo 12 en la ciudad de Xalapa. Descanse en paz.