El pasado jueves 26 de mayo, dos días antes de que contrajera nupcias, el director del Colegio de Bachilleres del Estado de Veracruz (COBAEV), Antonio Ferrari Cazarín, organizó una comida en un sitio campestre del municipio de Coatepec.
Ahí, el orador estelar de esa especie de “despedida de soltero” fue el presidente del CDE del PRI, Héctor Yunes Landa, quien públicamente certificó que Ferrari Cazarín seguía siendo “señorito”, “o al menos eso creo”, dijo entre las carcajadas de los presentes el ex subsecretario de Gobierno y ex diputado local.
En representación personal del gobernador Javier Duarte asistió al convivio el secretario de Educación de Veracruz, Adolfo Mota Hernández, quien ha negado tener aspiraciones por la candidatura del PRI al Senado de la República y mucho menos por la diputación federal que se disputarán el año próximo.
Pero el verdadero pretexto para la realización de este evento no fue la despedida de Ferrari Cazarín de su soltería sino el triple festejo por el Día del Niño, de la Madre y del Maestro que el director del COBAEV organizó para el sindicato de trabajadores que encabeza Éricka Ayala Ríos, quien también es la secretaria general del Comité Directivo estatal del PRI que preside Yunes Landa.
Por eso, a dicha comida fue invitada también la ex directora del COBAEV, Leticia Perlasca Núñez, actual secretaria de Turismo del estado.
Perlasca, Ayala y Yunes Landa son uno mismo. En la precampaña interna del PRI por la candidatura a gobernador, Ayala y Perlasca –ambas apoderadas del Colegio de Bachilleres del Estado de Veracruz– se la jugaron con todo con Héctor Yunes. Pero cuando el gobernador Fidel Herrera dejó en claro que su sucesor sería Duarte, la directora y la dirigente sindical del COBAEV redireccionaron todas sus energías, recursos y apoyos a favor del joven ex titular de la Secretaría de Finanzas y Planeación, pese a que algunos de sus colaboradores, como la directora académica Guadalupe Martínez Sedano –quien ahora es directora de Turismo con Perlasca– se habría atrevido a decir que Duarte era un “chiquitillo pendejo que nunca sería gobernador”.
 La comida del pasado 26 de mayo sirvió también para demostrar la fuerza de la lideresa sindical, quien el sexenio pasado poco pudo destacar pese a que en el proceso electoral de 2009 –por una presunta recomendación de Perlasca ante Beatriz Paredes, aún dirigente nacional del PRI– le fue impuesta como suplente al diputado federal Silvio Lagos Galindo, de cuya campaña la excluyó.
Sin embargo, Ayala comenzó a cobrar fuerza al ser arropada por la cofradía de Perlasca y la alcaldesa xalapeña Elizabeth Morales, ambas muy ligadas a Paredes Rangel.
Tan es así que en enero de este año, Morales García la nombró directora de Recursos Humanos del Ayuntamiento de Xalapa, cargo al que renunció casi tres meses después para asumir la Secretaría General del CDE del PRI al lado de Yunes Landa.
Elizabeth Morales también fue invitada a la comida de la semana pasada a Coatepec, pero se disculpó y en su representación mandó a la directora Jurídica del Ayuntamiento, Flor Ruiz Haddad, quien en la sucesión estatal de 2010 hizo proselitismo abiertamente a favor del candidato del PAN a gobernador, Miguel Ángel Yunes Linares, primo hermano del dirigente priista Héctor Yunes.
Esa habría sido una de las razones por las que no habría ido también el gobernador Duarte a la comida del director del COBAEV, a quien apadrinaría dos días después en su enlace matrimonial. Como representante personal, el mandatario veracruzano envió a Mota Hernández, titular de la SEV, quien tuvo que compartir la mesa principal con Perlasca, su compañera de gabinete.
Pero la presencia de la secretaria de Turismo habría tenido su razón de ser, pues ha trascendido que la relación de Perlasca con Toño Ferrari no ha sido de lo mejor, ya que acusan a la ex directora de haber manejado a la institución educativa a su gusto, que se llevó algunos vehículos y a gente comisionada del COBAEV.
Ferrari Cazarín ha tenido que trabajar con empleados que le dejó Perlasca hasta en su propia oficina porque antes de irse la ex directora los basificó. Una de las herencias de la titular de Turismo del estado es la secretaria técnica del COBAEV, Patricia Venegas, ligada sentimentalmente en una época a la funcionaria estatal.
Por eso, la relación de Leticia y Toño no ha sido de lo mejor. A eso le atribuyen la mala cara que tenía la ex directora en la mesa que compartió con su sucesor en la comida del sindicato del COBAEV.
Y es que entre las cosas fatales que también le endilgan a Perlasca en su administración como directora del Colegio de Bachilleres está la ocurrida en noviembre de 2010, cuando Leticia presionó para que la Junta Directiva del COBAEV le aprobara la realización del sorteo anual, el cual le fue autorizado, pero cuyos recursos los habrían destinado presuntamente al pago de bonos millonarios para algunos funcionarios, aunque ante la opinión pública se dijo que se utilizaron para los damnificados de Tlacotalpan.
 La presencia, pues, de Perlasca en la comida habría sido para limar asperezas con su sucesor, ya que entre los trabajadores existe la percepción de que las cosas no están bien entre ellos.
En su mensaje, Éricka Ayala dijo que el festejo era para festejar el Día del Niño, el de la Madre y el del Maestro, pero entre los asistentes quedó la impresión de que este pretexto solo fue para “taparle el ojo al macho”, ya que en realidad lo que la secretaria general del CDE del PRI y su presidente pretenden es preparar el terreno para las próximas elecciones federales.
 Y es que ha trascendido también que la imagen de Ayala entre sus representados no está en su mejor momento, ya que existiría cierto malestar entre los trabajadores del COBAEV porque sienten que la lideresa solo ha usado el poder sindical para su beneficio personal, el de su familia y el de sus compinches.
Ahora, por ejemplo, le achacan la pretensión de querer amadrinar el proyecto político personal de Ferrari Cazarín, quien aparentemente aspira a la presidencia municipal de Boca del Río en el 2013.
Lo que dicen que es lamentable, pues aseguran que en el COBAEV es muy poco lo que se estaría haciendo por la educación. Los trabajadores acusan, por ejemplo, que Toño Ferrari casi nunca está y que no toma decisiones, además de que el limitado equipo que llevó no rinde académicamente a pesar de que ya ha realizado varios cambios en estos primeros seis meses de la nueva administración, confirmando la triste realidad de que el Colegio de Bachilleres solo es la “caja fuerte” del distraído director en turno y de su voraz dirigente sindical.