Aunque se conduce como un funcionario de bajo perfil, pero hasta ahora Marcelo Montiel Montiel, titular de Desarrollo Social del gobierno del estado, ha dado muestras de ser uno de los secretarios consentidos en el gabinete del gobernador Javier Duarte de Ochoa.
Y es que aparte del derroche y despilfarro que le han autorizado hacer en plena época de ahorro y austeridad –como, por ejemplo, el criticado arrendamiento de mansiones para reubicar algunas oficinas de su dependencia; o el impresionante escenario que la semana pasada montó sobre los campos deportivos anexos al Centro de Servicios Bibliotecarios y de Informática de la Benemérita Escuela Normal Veracruzana para la presentación del programa “Adelante”–, el ex presidente municipal de Coatzacoalcos se ha dado el lujo de nombrar a Joaquín Caballero Rosiñol como director general de Obras Públicas del gobierno estatal, un incondicional que colaboró con él en ese ayuntamiento sureño, en el cual dejó muy malos antecedentes.
De hecho, Caballero Rosiñol no goza de muy buena fama en buena parte de la zona sur. En Minatitlán, por ejemplo, existen pésimas referencias por las obras de introducción de drenaje y agua potable que el sexenio antepasado se comprometió a hacer en dos comunidades de ese municipio.
Pablo Pavón Vinales, a la sazón líder petrolero de la Sección 10 del STPRM y presidente municipal entrante, llamó a cuentas a Caballero Rosiñol para que su empresa reparara el daño patrimonial causado al ayuntamiento, según las irregularidades detectadas y confirmadas por el Órgano de Fiscalización Superior (ORFIS).
Pero Caballero, quien en ese entonces se desempeñaba como director de Desarrollo Urbano en el ayuntamiento de Coatzacoalcos durante la primera administración municipal de Montiel (2000-2004), hizo caso omiso del requerimiento del alcalde minatitleco, por lo que la Comuna presidida por Pavón Vinales decidió proceder penalmente en contra del constructor y funcionario montielista.
Según las crónicas periodísticas de esa época, fue librada una orden de aprehensión y Caballero fue a parar al reclusorio Duport Ostión, donde solo permaneció unas horas, pues aparte de que sus abogados pagaron la fianza de rigor, Montiel habría negociado su liberación con Pavón, comprometiéndose a que la empresa constructora de su colaborador repararía el daño causado al ayuntamiento de Minatitlán.
Posteriormente, Caballero volvió a ser demandado, pero por un directivo de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC), Delegación Coatzacoalcos. El protegido de Montiel fue requerido legalmente para que pagara cuentas pendientes por material de construcción y la subcontratación de una obra del ayuntamiento porteño.
En la última administración municipal que presidió Montiel en Coatzacoalcos (2007-2010), Caballero, como secretario de Obras Públicas también salió raspado por diversos escándalos de presunta corrupción.
A finales de julio de 2009, por ejemplo, quedó en entredicho la calidad de las obras de un parque infantil municipal tras el trágico accidente en el que perdió la vida la señora Lubia Bonfil Damián.
Y el año pasado fue severamente cuestionado por los trabajos de la sexta etapa del malecón costero, una millonaria obra que le fue asignada a la empresa Proyectos, Construcciones y Reparaciones, SA de CV (Procore, SA de CV), uno de cuyos socios es Marco Antonio Anaya Huerta, sobrino del ex tesorero municipal de Montiel, Rafael Anaya Mortera.
A principios de octubre de 2010, Caballero Rosiñol reconoció que su dependencia era la responsable de la elaboración del proyecto ejecutivo de esta magna obra, pero no precisó si dicho expediente realmente existía. Los dictámenes técnicos expuestos públicamente hasta ese entonces evidenciaban la irresponsabilidad del constructor y de la autoridad municipal en el indolente acto de corrupción en el uso de recursos públicos para esta magna obra de beneficio social.
Según la opinión de algunos expertos consultados, las obras de la sexta etapa del malecón costero de Coatzacoalcos se caracterizaron por su falta de previsión y planeación. Entre los puntos señalados por los técnicos especialistas destacan los siguientes:
1. La falta de estudios hidrológicos y de obras hidráulicas que habrían permitido conocer la forma de tratamiento que debería de tener el agua de los humedales y escurrimientos naturales que se presentan en la zona, mismos que sin obstáculo alguno desembocarían en la playa.
2. Se rompió el trazo original del malecón –que debiera seguir la línea recta paralela a la playa– por la ambición de ganar terrenos frente al malecón, áreas de alta plusvalía, ante lo cual se dejaron de hacer obras hidráulicas necesarias para el desahogo de los escurrimientos naturales, provocando que esto influyera en el socavamiento de losas y destrucción de la zona maleconera. 3. Los canales de aguas pluviales con los que cuenta la obra son soluciones ingenieriles que datan de hace 40 años y que hoy resultan obsoletas por lo complicado de su mantenimiento y por lo complejo para predecir los volúmenes de agua, además de que esta etapa del malecón costero se edificó con diámetros menores para recibir caudales mayores.4. Las losas no cuentan con bases cementadas. La inexistencia de nulos terraplenes y la ineficaz cimentación en la zona de tráfico vehicular fue otra de las causas de su colapso.5. La falta de un confinamiento, a través de la instalación de muros de contención que evitaran que la arena se disgregara.6. Acero insuficiente y de baja calidad en las “juntas” de las losas.7. Losas de grosor fuera de las normas, las cuales varían considerablemente en su espesor.8. Falta de puentes o tuberías que puedan permitir el paso del agua.9. La presunción de expertos en ingeniería y arquitectura de que no existe un proyecto ejecutivo o su sospecha de que no se haya cumplido al pie de la letra como en cambio sí se hizo en las primeras cuatro etapas cuyos proyectos ejecutivos los realizó el gobierno del estado, mientras que los de la quinta y sexta ampliación corrieron a cargo del ayuntamiento de Coatzacoalcos.10. De un costo de inicial de 18 millones de pesos, esta obra finalizó con un gasto de 90 millones de pesos.La construcción de la quinta etapa del malecón costero, que igualmente le fue asignada a Procore, SA de CV –empresa presuntamente ligada también al actual alcalde Marcos Theurel Cotero, ex secretario de Obras Públicas de Montiel en 2004, cuando lo quiso imponer como su sucesor en dicho ayuntamiento–, se tiene documentado un incremento sustancial de 10 millones de pesos al finalizar la obra. De los 32 millones de pesos iniciales finalmente fue “inflada” en 42.
Montiel y Caballero, ahora en la Secretaría de Desarrollo Social del gobierno del estado, les tocará operar buena parte del programa “Adelante” que en esta administración pretende abatir el 50 por ciento de la pobreza en Veracruz. Ellos ya demostraron que sí se puede.