En política no hay casualidades, y el hecho de que el dirigente nacional del PRI, Humberto Moreira, diera a conocer precisamente en la víspera del Día de la Madre los nuevos nombramientos en el Comité Ejecutivo Nacional que preside, podría significar un claro mensaje para aquellos desesperados personajes priístas que lo han estado acosando para que los incorpore al CEN del partido tricolor.

Uno de ellos es precisamente el ex gobernador de Veracruz, Fidel Herrera Beltrán, quien desde antes de que se formalizara el arribo del coahuilense a la dirigencia del PRI ya se andaba candidateando para asumir la Secretaría Técnica del Consejo Político Nacional (CPN), cargo que este lunes 9 le fue asignado al ex gobernador de Tamaulipas, Eugenio Hernández, muy cercano a la maestra Elba Esther Gordillo, máxima lideresa del SNTE, pero sobre todo al gobernador del Estado de México, Enrique Peña Nieto, el más fuerte aspirante priísta a la Presidencia de la República.

Ese parecería ser el problema del veracruzano Herrera Beltrán: su presunto distanciamiento de Peña, y no sólo por la legítima aspiración de ambos por la candidatura presidencial del PRI, sino por un delicado incidente ocurrido hace tres años en el puerto de Veracruz donde vacacionaba la familia del mandatario mexiquense.

Este supuesto atentado, sucedido a mediados de mayo de 2007 en la zona conurbada Veracruz-Boca del Río contra los hijos, la suegra y el cuñado de Peña Nieto –en el cual fueron ejecutados cuatro de los escoltas que custodiaban a la parentela del mexiquense– descompuso la relación entre ambos gobernantes estatales, a lo cual se sumó el celo político por la disputa de la candidatura presidencial del PRI.

Seis meses después, Fidel Herrera buscó recomponer su relación política y personal con Peña Nieto. Y es que el gobernador del Estado de México fungió como testigo en la boda civil de Rosita Herrera Borunda, quien el 16 de noviembre de 2007 contrajo nupcias con el joven empresario de origen tamaulipeco Juan Armando Hinojosa García, hijo de un amigo cercano del político mexiquense.

Sin embargo, por lo que se ve, no le funcionó dicho acercamiento al ex mandatario veracruzano, pues este lunes 9 Moreira dio a conocer nuevos nombramientos en el Comité Ejecutivo Nacional y el CPN, pero entre los nombres no figura el de Herrera Beltrán sino sólo de militantes muy allegados al gobernador del Estado de México.

En conferencia de prensa, el presidente del CEN del PRI presentó al ex gobernador de Tamaulipas, Eugenio Hernández, como el nuevo secretario técnico del Consejo Político Nacional.
Pese a la grave situación de inseguridad que dejó en la entidad que gobernó de 2004 a 2010, el ex mandatario tamaulipeco fue incluido en el CEN priísta porque forma parte del círculo cercano del mexiquense, junto con el ex gobernador de Hidalgo, Miguel Ángel Osorio Chong, y la gobernadora de Yucatán, Ivonne Ortega.
Moreira también presentó ante los medios al consejero nacional Heriberto Galindo Quiñones, quien también es considerado como un priísta cercano a Peña Nieto.
El ex embajador de México en Cuba, quien fue delegado del CEN del PRI en Veracruz durante la sucesión estatal de 1992, acudió incluso en representación del mandatario mexiquense a la toma de protesta de Mario López Valdez en Sinaloa, su tierra natal.
Estas designaciones se suman a la llegada del ex dirigente del PRI del Estado de México, Ricardo Aguilar, a la Secretaría de Organización del CEN, que es el cargo con mayor jerarquía en el tricolor, después de la Presidencia y la Secretaría General.
Precisamente, la Secretaría de Organización era la posición que –según trascendió entre sus allegados– buscaba últimamente el ex gobernador Herrera Beltrán, quien el pasado 4 de marzo, en la conmemoración del 82 aniversario de la fundación del PRI, habría abordado en la ciudad de Querétaro a Humberto Moreira, al cual le habría preguntado que cuándo lo incorporaría al Comité Ejecutivo Nacional.
Según versión de algunos testigos, el coahuilense habría mandado a traer al gobernador de Veracruz, Javier Duarte, para que escuchara y avalara la propuesta que frente a él le haría a Fidel Herrera.
Y delante de Duarte de Ochoa, Moreira le habría ofrecido al ex gobernador de Veracruz nombrarlo delegado del CEN del PRI en el Distrito Federal, el cual gobierna el PRD desde 1997.
Al parecer Herrera no aceptó este nombramiento, pues hasta la fecha no ha sido formalizado.
Ahora, el ex gobernador ha comenzado a ser candidateado para ser postulado al Senado de la República en el 2012.
El presidente del Comité Directivo Estatal del PRI, Héctor Yunes Landa, lo acaba de incluir entre casi una veintena de aspirantes priístas.
Pero la sola mención del ex mandatario veracruzano ha provocado reacciones adversas, pues a él se le atribuye obviamente el desastre financiero por el cual la administración de su sucesor Duarte de Ochoa ha tenido que implementar un severo programa de ahorro y austeridad que ha obligado a aplazar obras, retrasar el pago de contratistas y proveedores, ajustar sueldos, recortar el gasto corriente y operar el “retiro voluntario” de aproximadamente dos mil burócratas, entre otras acciones emergentes.
Sin embargo, hay quienes todavía creen que Fidel Herrera podría resurgir como el Ave Fénix. ¿Será?