Jorge Uscanga Escobar, quien ha sido diputado local y federal, subsecretario de Gobierno, procurador general de Justicia del estado y dirigente estatal del PRI, entre otros cargos públicos desempeñados desde hace siete sexenios, no cede en su empeño por llegar a ser candidato al Senado de la República el año próximo.
En 2006 lo intentó, pero el gobernador Fidel Herrera Beltrán le cerró el paso al impulsar la candidatura del entonces diputado local por Perote, José Francisco Yunes Zorrilla, cuya validez de su nominación impugnó Uscanga ante el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación.
Yunes Zorrilla fue ratificado como candidato pero perdió finalmente la elección federal. Fue relegado hasta el tercer lugar de la votación, por lo que no pudo acceder a la Cámara alta del Congreso de la Unión ni siquiera como representante popular de la primera minoría. Esa ocasión, por primera vez en toda la historia del priísmo veracruzano, el partido tricolor se quedaba sin militante en el Senado.
La derrota de Pepe Yunes, así como la zancadilla a Uscanga Escobar para impedir su postulación, habrían sido fríamente maquinadas desde Palacio de Gobierno.
Una versión muy verosímil es que el gobernador Herrera temía perder el control de su propia sucesión en 2010 con la llegada al Senado de la República de alguno de estos aspirantes priístas a la gubernatura.
Y es que en el año 2000, el mismo Herrera Beltrán había construído su candidatura al gobierno de la entidad precisamente desde la Cámara alta del Congreso de la Unión, donde no tenía competencia porque su compañero de fórmula era don Fernando Gutiérrez Barrios, quien antes de ser designado secretario de Gobernación por el presidente Carlos Salinas de Gortari gobernó Veracruz del 1° de diciembre de 1986 al 30 de noviembre de 1988. Luego, tras su repentina muerte ocurrida cuatro meses después de su elección, Gutiérrez Barrios fue sustituido por la ex alcaldesa de Teocelo, Nohemí Guzmán Lagunes, quien obviamente no tenía estatura política para disputarle a Herrera la sucesión del gobernador Miguel Alemán Velasco en el 2004.
Una vez descartado Uscanga Escobar, a Yunes Zorrilla le complicaron su elección al designarle como compañero de fórmula al junior Maximino Fernández Ávila, impuesto como una concesión al PVEM por su alianza con el PRI, pero el cual era totalmente desconocido en la entidad y prácticamente ni campaña hizo.
Pero, además, según versiones de personajes muy cercanos a Marcelo Montiel Montiel, quien fue el coordinador general de la campaña de Yunes Zorrilla en el 2006, el ex diputado local y ex alcalde de Coatzacoalcos habría recibido línea de Palacio de Gobierno para dejar de operar algunas acciones a favor del legislador peroteño, con la presunta intención de que perdiera las votaciones, como finalmente ocurrió.
Ahora Jorge Uscanga y Pepe Yunes vuelven a coincidir en su aspiración por el Senado de la República.
Yunes Zorrilla, como candidato del PRI a diputado federal por el distrito de Coatepec, se repuso en el proceso electoral de 2009 de la derrota del 2006; a Uscanga, en cambio, le hicieron morder el polvo en el distrito de San Andrés Tuxtla, al perder la elección ante Fernando Santamaría Prieto, del PAN, quien habría sido apoyado subrepticiamente por los grupos priístas afines al actual coordinador del grupo legislativo del Revolucionario Institucional en el Congreso local, Jorge Carvallo Delfín, entre ellos el de Marina Garay Cabada, a la sazón alcaldesa sanandrescana.
Aunque muchos cuestionaban su arraigo y oriundez que él siempre ha pretendido acreditar en el municipio de Lerdo de Tejada, pero lo cierto es que desde un par de años antes, por lo menos, Carvallo Delfín de dedicó a trabajar entre el priismo de la región de Los Tuxtlas su candidatura a la diputación federal, la cual de última hora le echó abajo Uscanga Escobar con sus presuntos amarres con el ex gobernador del Estado de México, Emilio Chuayffet Chemor, uno de los actuales operadores políticos del poderoso Grupo Atlacomulco.
Precisamente al padrinazgo de este diputado federal mexiquense le ha de estar apostando el actual secretario ejecutivo del Consejo Estatal de Seguridad Pública para cumplir su frustrado anhelo de ser postulado ahora sí al Senado de la República, pues a pesar del pacto de Uscanga con Duarte en la reciente sucesión gubernamental, en Palacio de Gobierno se da como un hecho que el compromiso político personal del mandatario veracruzano para el 2012 sería únicamente con su ex coordinador de campaña Yunes Zorrilla, quien además fue el primer aspirante a la gubernatura en declinar y sumarse al ex titular de la Sefiplan en la sucesión de 2010.
Pero el voto del gobernador Duarte de Ochoa sólo será para elegir a uno de los dos candidatos de la fórmula priísta al Senado de la República. La otra candidatura senatorial seguramente le será reservada al abanderado presidencial del PRI, quien hasta hoy todo parece indicar será el gobernador del Estado de México, Enrique Peña Nieto, al cual le correspondería decidir si la define directamente él o la negocia con alguno de los institutos políticos que se coaliguen con el tricolor en el 2012: el Partido Nueva Alianza (Panal), que controla la lideresa nacional del SNTE, Elba Esher Gordillo; o el Verde Ecologista de México (PVEM), como para desgracia de Yunes Zorrilla le sucedió en la elección federal de 2006 con la imposición del junior Maximino Fernández.
Y es que ni Pepe Yunes ni Jorge Uscanga son los únicos priístas veracruzanos que aspiran a uno de los dos escaños senatoriales que se disputarán el año próximo. Por lo menos existe otra media docena de prospectos que también pelearán esta candidatura. Entre ellos se mencionan al propio ex gobernador Fidel Herrera Beltrán; al diputado federal por Huatusco, Felipe Amadeo Flores Espinosa, quien en 2009 venció en ese distrito electoral a la maquinaria magisterial operada directamente por el secretario general del CEN del SNTE, Rafael Ochoa Guzmán, actual senador del Panal; al coordinador de los diputados federales priístas de Veracruz, Juan Nicolás Callejas Arroyo, líder del Equipo Político de la Sección 32 del SNTE; y, por si fuera poco, también se incluye al dirigente estatal del PRI, Héctor Yunes Landa, apadrinado supuestamente por el senador Manlio Fabio Beltrones Rivera, quien al perder la nominación presidencial con Peña Nieto seguramente buscará negociar con el gobernador mexiquense algunas candidaturas al Congreso de la Unión.