Por Raymundo Jiménez
Columna: Al pie de la letra
Buganza: Congruencia
2011-05-18 | 21:59:09
A más de un priista puso nervioso el secretario general de Gobierno, Gerardo Buganza Salmerón, por la aportación que como simple simpatizante del partido en el poder dio la semana anterior a la dirigencia estatal del PRI.
Ayer, el ex panista cordobés se descartó públicamente para cualquiera de las candidaturas que se disputarán el año próximo, tanto para el Senado de la República como para la diputación federal; cargos de representación popular que ya desempeñó como militante del PAN, primero como senador (2000-2006) y luego como diputado al Congreso de la Unión (2006-2009).
Y tal como él lo precisó el mismo día en que se presentó a la sede del Comité Directivo Estatal del PRI para hacer su aportación económica, Buganza reiteró este miércoles que la suya es sólo una simple cooperación pero que ni siquiera fue invitado a afiliarse.
Habría que creerle al ex panista cordobés por dos razones: una, porque como fiel creyente y practicante de la fe católica está acostumbrado a no violar el precepto divino de no mentir; y, dos, porque al inicio de esta administración, al asumir la Secretaría General de Gobierno, Buganza reunió a todos sus colaboradores –subsecretario, directores y jefes de departamentos– y les advirtió que aquellos que tuvieran aspiraciones políticas personales que lo dijeran de una buena vez porque no toleraría distracciones de las responsabilidades públicas que les habían sido encomendadas ni desvíos de recursos para construir futuras candidaturas a puestos de elección popular.
Entrevistado al respecto tiempo después, Buganza corroboró esta versión y admitió que no todos sus subalternos debían ser descartados para ser postulados en el próximo proceso electoral federal, pues algunos de ellos, por su lealtad y eficacia en el trabajo desarrollado, podrían resultar buenos candidatos. Se refería concretamente al subsecretario Erick Lagos Hernández, con quien ha hecho muy buena mancuerna en la Secretaría de Gobierno, y quien pudiera ser postulado para la diputación federal por el distrito electoral de Acayucan.
Sin embargo, en su caso personal, el ex candidato del PAN a gubernatura aseguraba que su única aspiración era no fallarle al gobernador Javier Duarte de Ochoa por la oportunidad recibida y pasar a la historia como el mejor secretario de Gobierno del estado, para lo cual Buganza suele comentar que busca seguir el ejemplo de don Fernando Gutiérrez Barrios, ex mandatario veracruzano y ex secretario de Gobernación, de quien reconoce que en materia de gobernabilidad dejó una gran escuela en Veracruz y en la nación, pues supo combinar sus dotes para el diálogo y la conciliación con su institucionalidad e inquebrantable respeto por el imperio de la ley.
Como político, Buganza hasta ahora ha tratado de ser un hombre congruente. Así, al menos, lo manifestó en su carta de renuncia como militante del PAN dirigida al presidente nacional del partido blanquiazul, César Nava Vázquez, a principios de marzo de 2010, luego de la imposición de Miguel Ángel Yunes Linares como candidato a la gubernatura.
“Como bien sabe, desde hace 16 años he militado en Acción Nacional, un partido integrado por ciudadanos empeñados en construir una mejor Nación. Siempre creí en los postulados de sus Fundadores. También me emocioné con el discurso encendido del Maquío y fui deslumbrado por la inteligencia excepcional de Carlos Castillo Peraza.“Aún recuerdo el tiempo en que el Partido Acción Nacional se ocupaba de formar ciudadanos distintos y distinguibles a quienes encomendarles la delicada labor de gobernar con honestidad, por si acaso y casi por accidente, llegara el momento de ganar una elección.“Llegaron los triunfos electorales y, con ellos, se advertía con auténtica preocupación que se debía tener cuidado en ganar el Gobierno, sin perder el partido. Discurso profundo en su momento, que hoy es frívolo por una realidad que lo vence.“Hoy, tal pareciera que desde la dirigencia nacional se piensa que lo importante no es gobernar bien, sino que la prioridad es ganar elecciones a cualquier costo y aún cuando ello signifique perder la identidad para parecerse, cada vez más, a aquello que se dice combatir.“El PAN que hoy se presenta es tan igual a su adversario, que al ciudadano le será imposible distinguir a uno del otro. Así, más incongruente es intentar evitar el regreso del PRI a Los Pinos en el año 2012, si para ello se piensa que la solución está en postular personajes del PRI para que contiendan en nombre del PAN. Al tiempo.“He realizado un gran esfuerzo por hallar razones que me permitan recobrar la esperanza de que el ciudadano común todavía pudiera distinguirnos como aquel partido político generoso, en el que sus integrantes colocan su bienestar como el centro de toda su actividad.“Quise convencerme de que Acción Nacional sigue siendo el partido que concibe a los procesos electorales como el vehículo para dotar a los ciudadanos de gobiernos honestos y que nunca se transformaría en un grupo de políticos empeñados únicamente en ganar elecciones.“No obstante la intensa búsqueda interior, me he convencido que lo más pernicioso que podría hacerle a esta institución que tanto quiero, sería guardar un vergonzante silencio detrás del que se oculte la verdad que la hiere y, mientras, ser indolente ante la ruta que la conduce a la gradual destrucción de sus principios y doctrina.“Pretender fingir que nada ocurrió en el proceso interno de selección del candidato a Gobernador de Veracruz sería indigno de quien cree en la democracia; además, constituiría un insulto a la inteligencia de quienes incluso no siendo miembros del PAN percibieron los hechos con claridad.“Es cierto que todos debemos estar supeditados a las reglas internas del partido; sin embargo, en este proceso interno, a pesar de haber existido tales, quienes omitieron respetarlas fueron ustedes, quienes hoy dirigen el partido. Ningún acuerdo quedó a salvo y mucho menos la democracia interna, gracias a la manipulación y las presiones, ambas evidentes.“Constaté que al más alto nivel se tomaron decisiones basadas en infundios que lastimaron mi honor, el de mi familia toda. Hubo oídos para escuchar y creer esas intrigas palaciegas; pero nunca disposición para conocer la verdad, porque de haberlo querido tenían medios para verificar que eran vulgares mentiras las acusaciones con las que enlodaron mi prestigio.“Pronto, tengo la certeza, los que han hecho de las mentiras de mi adversario elementos para descalificarme tendrán el cargo de conciencia que se merecen.“Así pues, he tomado la decisión de presentar mi renuncia a la militancia activa que desarrollé durante todos estos años, con honor, lealtad, honradez y honestidad intelectual. La formulación de esta renuncia me produce genuino dolor; pero, estoy cierto que sería más profundo el daño que le haría a la causa en la que he creído, guardando un indigno silencio.“Deseo que Acción Nacional retome la senda de la que, lamentablemente, se ha apartado. Lo deseo con sinceridad, por el bien de su militancia y por el bien de México.“A mis amigos, a los veracruzanos que siempre me han otorgado su confianza, reciban mi gratitud y como siempre: ¡Firmes y Dignos!.”
¿Quedó claro por qué Buganza no puede aspirar a ninguna candidatura por el PRI?

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