Por Raymundo Jiménez
Columna: Al pie de la letra
Licencia para violar
2011-05-25 | 22:06:39
Abusar sexualmente de cualquier persona es una bestialidad, pero hacerlo con un menor de apenas 12 años de edad francamente no tiene perdón de Dios, y mucho menos cuando el agresor ha ejercido el poder público desempeñando cargos de elección popular, entre ellos el de... ¡legislador!
Y es que hace tres días fue detenido el ex alcalde de Tempoal y ex diputado local del PRD, Celestino Rivera Hernández, cuando infraganti abusaba de un infante en un motel de la ciudad de Tantoyuca, en el norte del estado.
Este acto criminal –y por ende el grave daño físico y sicológico que este maniático y enfermo sexual le debió causar a su víctima– no hubiera ocurrido si el aparato de procuración de justicia de Veracruz hubiera procedido penalmente en su momento contra el ex munícipe perredista de Tempoal, quien desde hace un par de años ya enfrentaba en esa región otras denuncias por el mismo tipo de delito.
Esta no es la primera vez que el ex diputado local es acusado de violación. En septiembre de 2009 Rivera Hernández ya tenía acumuladas otras quejas de abusos a menores en cinco comunidades indígenas de la Huasteca veracruzana y una denuncia penal por ultraje que estaba “detenida” en la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE).
Desde que era presidente municipal de Tempoal (2004-2007) fue acusado de violar a una menor de la comunidad de La Central. Y apenas fue electo como diputado hace cuatro años, en la comunidad de El Sauce hizo lo mismo. Su coordinador en la zona y tío de la menor, Martín del Ángel Tolentino, habría llevado a la menor a Tantoyuca con el pretexto de promoverle una beca con el diputado. El legislador que acababa de entrar en funciones presuntamente abusó de ella.
En cuanto se enteró de este abominable hecho el padre de la joven ultrajada, de escasos 15 años de edad, de inmediato procedió a presentar la denuncia. Pero al llegar a la Agencia del Ministerio Público le advirtieron: “Ni le mueva, solo va a perder su tiempo, porque este señor trae fuero”.
Otra acusación pesaba sobre Celestino Rivera en la comunidad Cueva del Tigre, donde habría violado a una menor a la que presuntamente embarazó. En éste, al igual que en los otros casos, las amenazas y sobornos del político perredista lograron que no se hiciera justicia.
En la comunidad de La Campana también hubo otra queja. Ahí, presumiblemente, Rivera habría negociado con el padre de la menor para sostener encuentros sexuales con su hija a cambio de dinero. El padre aparentemente aceptó y prestó a la hija que no sabía nada del acuerdo. El legislador no pagó, pero con amenazas y sobornos después acalló el caso.
Todos estos hechos fueron documentados en septiembre de 2009 por la reportera de la Agencia AVC Noticias, Amigzaday López Beltrán –quien desde hace un año estudia en Inglaterra–, la cual se trasladó personalmente hasta Tempoal para investigar un quinto ataque sexual del legislador local del PRD.
La periodista indagó que la denuncia de este acto criminal contra una menor de 15 años de edad en la comunidad de La Puente, y su soborno de un celular y tres mil pesos quedaron asentados en la demanda penal 202/2009 que interpusieron sus padres el 22 de junio de ese año, un día después de la presunta violación.
Hace un par de años este caso generó un gran ruido porque el reclamo de justicia no solo provino de los indignados padres de la quinceañera mancillada sino también de la irritada comunidad y de las propias autoridades municipales.
Sin embargo, el representante del Ministerio Público, que en un principio había reconocido que sí había indicios de violación, luego dijo a los afligidos progenitores que no había delito que perseguir.
Según investigó la fundadora de la Agencia AVC Noticias, el examen donde se acreditó el ultraje dio positivo, pero unos días después la titular de la Agencia Especializada en Delitos contra la Libertad, la Seguridad Sexual y la Familia, del puerto de Tuxpan, Guadalupe García Hernández, sorprendió a los padres al decirles que no había delito que perseguir porque el resultado era negativo.
Para Alfredo Gómez Juárez, en ese tiempo síndico del Ayuntamiento de Tempoal, el cambio en el dictamen de violación de la menor era algo evidentemente irregular: “Ahí hay algo oscuro, ya muestra algo turbio. No nos explicamos, por qué dijeron que el examen era positivo e incluso le dieron la píldora del día siguiente y otra para tomar en 24 horas, pero luego cambiaron el dictamen”.
En esa ocasión, la aparente protección de la Procuraduría General de Justicia del Estado al diputado local del PRD se atribuyó a una presumible negociación del gobierno estatal para asegurar el voto favorable del legislador perredista para la aprobación de la polémica bursatilización del Impuesto de la Tenencia Vehicular.
Lo cierto es que la PGJE jamás empujó ante el Congreso local el obligado juicio de procedencia para desaforar a Rivera Hernández y que encarara las denuncias penales por los diversos casos de violación sexual que desde entonces enfrentaba.
Por eso, el diputado del PRD seguía acudiendo a la zona de Tempoal como si nada debiera ni hubiera pasado. Organizaba en su casa fiestas nocturnas que eran auténticos bacanales y en las que según versión de sus vecinos se oían detonaciones de armas de fuego.
En su recorrido por las comunidades de ese municipio huasteco, la reportera Amigzaday López platicó entonces con habitantes, autoridades municipales, militantes perredistas y ex compadres de Celestino Rivera, con los cuales el legislador se había peleado por deudas económicas, mismos que relataron otros casos de violación a menores indígenas, por lo que al ex alcalde fue motejado con el sobrenombre de “El violinista”.
“Borracho se transforma, se pone apache. Es obsceno con las mujeres, no le importa nada, si son menores o no. Las trata de persuadir, se le altera el sistema hormonal muy feo”, confesó a la periodista uno de sus compadres que pidió no mencionara su nombre porque desconfiaba que se hiciera justicia, pues aseguró que el ex alcalde siempre sobornaba a jueces, agentes del MP y también a los padres de las menores afectadas: “Si ya no puede, los amenaza”, le confió a la reportera.
Ahora, Celestino Rivera fue detenido porque fue cachado infraganti y ya no goza de fuero legislativo; además de que el ex gobernador Fidel Herrera Beltrán, en cuyo sexenio tanto se promovió el slogan de que “en Veracruz los niños no se tocan”, tampoco manda más en la entidad aunque en la PGJE haya logrado acomodar a un incondicional.

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