Al reunirse en Xalapa este martes 7 con más de trescientos directivos, editores y trabajadores de medios impresos y electrónicos –radio, televisión y portales de internet– de toda la entidad, el gobernador Javier Duarte de Ochoa dijo que “la libertad de expresión es un derecho individual y social que se cumple sin restricciones ni condiciones en Veracruz”, aunque puntualizó que la libertad, responsabilidad y compromiso social son los grandes signos que deben marcar el derrotero de los medios de comunicación veracruzanos.

La expresión del mandatario estatal aparentemente tenía que ver con un señalamiento previo que había hecho sobre la compleja situación que actualmente vive el país y de la que –precisó– no está exento Veracruz. Se refería obviamente al grave problema de la inseguridad generada por la delincuencia organizada y al sangriento combate del gobierno federal.

La preocupación del titular del Poder Ejecutivo del estado tiene sustento, pues uno de sus planes principales es el de proyectar nacional e internacionalmente a Veracruz precisamente como un destino turístico seguro, ante la desbordada violencia que priva en otras regiones del país que atraían mayores visitantes norteamericanos y europeos.

Y es que a pesar de los recientes operativos del Ejército y de la Marina Armada de México en contra de sicarios y capos de algunos carteles del narcotráfico que buscan arraigarse en la entidad, en los últimos cuatro meses se ha reactivado fuertemente el turismo en Veracruz. Por ejemplo, al tradicional carnaval porteño y la célebre festividad de la virgen de La Candelaria durante febrero en Tlacotalpan, se ha sumado también la exitosa Cumbre Tajín que en marzo de este año atrajo más de 500 mil visitantes en la zona del Totonacapan. Otro hitazo fue el Festival Internacional de Salsa realizado en mayo en Boca del Río, y anteriormente, el 25 de abril, en el puerto jarocho se registró la visita del primer crucero, el “Zuiderdam”, de la línea Holland America, con más de tres mil pasajeros de diversas nacionalidades, la mayoría gringos y canadienses.

Duarte sabe que por varios años la industria turística de México capeó el temporal de violencia en el país, persuadiendo a los vacacionistas de que los crímenes vinculados a las drogas no afectarían sus viajes. Sin embargo, este violento año ha ocasionado que esas garantías ya no sean suficientes. Muchos viajeros estadounidenses le están dando la espalda a México asustados precisamente por los titulares de la prensa.

Ha trascendido, por ejemplo, que los propietarios de operadores turísticos de primera línea, incluyendo American Express Co., han visto caídas de dos dígitos en la cantidad de visitantes estadounidenses desde hace cinco meses.

Hace poco, también, ejecutivos de Starwood Hotels & Resorts Worldwide Inc. dijeron a analistas de la industria turística que las narco-guerras habían “diezmado los viajes de placer” en sus resorts mexicanos.

Tres importantes líneas de cruceros anunciaron su retiro por completo del puerto de Mazatlán, un centro turístico de Sinaloa que también ha sido afectado por ser uno de los escenarios del combate entre los carteles de la droga por la disputa del territorio.

“Es muy difícil para mí pensar que voy a convencer a alguien... de que haga su primer viaje internacional a México ahora”, ha dicho Trip Barrett, vicepresidente de gestión de marca de Starwood en América Latina, quien afirma que la violencia en México y las mejores ofertas en otros lugares está haciendo caer la cantidad de visitantes este año.

Por su parte, el operador de tours Travel Impressions, de American Express, declaró que envió 100 mil pasajeros a México durante 2010, pero que este año ha visto un desplome de cerca de 15 por ciento en las reservas para viajeros individuales, que no forman parte de un grupo.

“Literalmente ha sido un continuo aluvión de artículos (periodísticos) sobre el hallazgo de cuerpos decapitados y tumbas”, lamentó John Hanratty, director de marketing de la empresa.

El turismo es una industria que genera 12 mil millones de dólares anuales a México. Unos 22.4 millones de turistas visitaron nuestro país en 2010, significando un incremento de 4.4 por ciento con respecto al año inmediato anterior. Pero 2009 fue afectado más por la crisis económica y el brote de “gripe porcina” que por la inseguridad vinculada con las drogas, aun cuando la violencia ha provocado casi 40 mil muertes desde 2006.

Datos recopilados por Smith Travel Research, una firma que monitorea las tasas de ocupación en los hoteles, muestran que en México se han mantenido estables o han bajado en muchas cadenas de mediana categoría, aunque subieron levemente en las de primer nivel.

Los funcionarios de Turismo de México reconocen el desafío pero aseguran que el ritmo de los negocios sigue siendo vibrante y que la mayor parte de la violencia no ocurre en los distritos turísticos. “Todavía hay viajeros viniendo a México”, ha respondido la secretaria de Turismo, Gloria Guevara.

Por su parte, el presidente Felipe Calderón se reunió hace poco con altos ejecutivos de 22 empresas de turismo durante una convención en Las Vegas para calmar la inquietud. “Yo vi a miles, miles de ‘spring breakers’ (estudiantes universitarios en vacaciones de primavera) en México divirtiéndose y tengo entendido que los únicos shots (‘disparos’) que recibieron eran de tequila”, bromeó el mandatario mexicano.

La mayor parte de la violencia se produce entre los carteles de la droga y no está dirigida a los extranjeros, ha sostenido Alfonso Sumano, del Consejo de Promoción Turística de México, un organismo de la Sectur integrado con representantes de la iniciativa privada.

Sin embargo, en octubre de 2010 un canadiense que visitaba Acapulco por negocios fue hallado muerto en su auto alquilado carbonizado, y en enero otro canadiense fue baleado en la pierna en un tiroteo en Mazatlán. El turista sobrevivió, pero poco después tres líneas de cruceros de lujo cancelaron sus viajes al puerto sinaloense.

Hace tres días, en el norte de Veracruz, una familia texana salvó milagrosamente la vida en el tramo carretero Álamo-Tepetzintla, cuando unos delincuentes pretendieron despojarla violentamente de la camioneta Suburban en la que viajaba.

De acuerdo con el Departamento de Estado del gobierno de Washington, 107 ciudadanos de ese país fueron asesinados en México durante 2010, por encima de los 77 registrados en el 2009 y el doble que en los años anteriores al comienzo de la guerra entre narcotraficantes, aunque no se precisó cuántas de esas personas eran turistas.

Es por eso que el gobernador Duarte ha garantizado “libertad de expresión sin restricciones ni condiciones en Veracruz”, aunque ha apelado a la responsabilidad y compromiso social de los medios de comunicación veracruzanos.