En efecto, a Ranulfo Márquez Hernández los duartistas no le daban más de cuatro meses como presidente del Comité Directivo Estatal del PRI, cargo que había asumido a principios de agosto de 2010.
Es más, del bunker de Javier Duarte de Ochoa, entonces gobernador electo de Veracruz, se filtraron algunos comentarios en columnas periodísticas anticipando que el ex secretario de Protección Civil y de Desarrollo Social y Medio Ambiente a duras penas llegaría como dirigente priista hasta diciembre pasado.
Y es que Duarte no solamente había considerado políticamente impertinente el tono agresivo del discurso de Márquez en contra del presidente Felipe Calderón –justo en los momentos en que el virtual sucesor de Fidel Herrera Beltrán tendía puentes con el titular del Poder Ejecutivo federal, quien seguía atento el proceso de calificación de la validez de la elección de gobernador de Veracruz que estaba por resolver el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación–, sino que además sintió como un agravio personal que el flamante presidente del CDE del PRI lo minimizara también en su pieza oratoria, mencionándolo de pasada al final de su alocución.
Los más cercanos al diputado federal cordobés apostaban que una vez que el TRIFE confirmara la validez de su elección y asumiera el mando del gobierno de la entidad, Duarte de Ochoa le ajustaría cuentas a Ranulfo, quien de los altos funcionarios fidelistas que aspiraron a la candidatura del PRI al gobierno de la entidad fue el último en alinearse y sumarse al proyecto del joven ex secretario de Finanzas y Planeación.
Sin embargo, a 50 días de haber rendido protesta ante el Congreso del Estado como gobernador constitucional de Veracruz, Duarte no ha forzado aún la salida de Márquez de la presidencia del CDE priista, pese a que los seguidores del ex diputado Héctor Yunes Landa ya habían anticipado que el ex presidente de la mesa directiva de la LXI Legislatura local sustituiría desde diciembre pasado a “Tonicho”.
Pero en vez de mostrar debilidad, Ranulfo viene exhibiendo cada vez más fuerza política. Así, por ejemplo, ha ido reestructurado el Comité Directivo Estatal –obviamente con la venia del gobernador Duarte de Ochoa, considerado ahora como el primer priista de la entidad–, pero además ha influido aparentemente en los últimos reacomodos que se han dado en el Instituto Electoral Veracruzano, donde previo a los comicios de 2010 “sembró” como secretario ejecutivo del IEV a uno de sus incondicionales: Héctor Alfredo Roa Morales.
Y es que luego de la renuncia de Armando Adriano Fabre, quien entregó la Dirección Ejecutiva de Organización Electoral tras asumir a mediados de diciembre de 2010 la Subdirección de Prestaciones Institucionales del Instituto de Pensiones del Estado (IPE) , se dio un jaloneo entre la maestra Carolina Viveros, presidenta del Consejo General del IEV, y Roa Morales, por ganar el espacio vacante que había dejado el joven abogado sureño.
Al final fue designado en el IEV Ricardo Olivares Hernández, hijo del actual director-gerente del Seguro del Magisterio, Ricardo Olivares Pineda, ex dirigente estatal de la CNOP y amigo muy cercano de Ranulfo.
Olivares Hernández trabajó a finales del sexenio anterior en la Oficina del gobernador Fidel Herrera, quien al parecer es el que tras bambalinas sigue sosteniendo en la presidencia del CDE del PRI a Márquez, el cual cuenta además con la protección de una antigua amiga que él y Herrera Beltrán conocieron como estudiantes preparatorianos en la ciudad de Xalapa hace más de 40 años: la diputada federal Beatriz Paredes Rangel, quien en marzo entregará al gobernador con licencia de Coahuila, Humberto Moreira, la dirigencia nacional priista.
De Herrera y de Paredes, pues, parece provenir la fuerza política de Ranulfo, quien desde finales de diciembre de 2010 ha venido dando posesión a connotados fidelistas, así como a otros personajes de corrientes políticas que durante el sexenio anterior fueron aliados del ex gobernador, como serían los casos del ex diputado local por Perote y ex subsecretario de la desaparecida Sedesma, Joel Arcos Roldán, rescatado como secretario de Acción Electoral del CDE priista; de Paulino Vázquez Villalobos, candidato perdedor por el distrito de Álamo, quien fue designado en la Secretaría de Finanzas y Administración, y del ex dirigente municipal del PRI en Coatzacoalcos, Juan de Dios Sánchez Abreu, identificado con el ex senador Gustavo Carvajal Moreno, quien fue colocado en la Secretaría de Organización.
La última nominación de Ranulfo en el Revolucionario Institucional se dio este martes 18, con la incorporación en la Secretaría de Gestión Social de Marco Antonio del Ángel Arroyo, hijo de César del Ángel Fuentes, líder del Movimiento Nacional de los 400 Pueblos, quien la semana antepasada venía al frente de un grupo de campesinos que marchaban desde el norte de la entidad a la capital veracruzana.La caminata de protesta fue detenida y disuelta en la cabecera municipal de Gutiérrez Zamora. Ahí fueron interceptados por el ex secretario de Gobierno, Reynaldo Escobar, uno de los pocos fidelistas que todavía le siguen manifestando pública veneración al ex gobernador.
Curiosamente, Duarte de Ochoa no mandó a su secretario Gerardo Buganza Salmerón.
Al parecer, la negociación con Del Ángel es uno de los pasivos políticos que el gobierno de la Fidelidad le heredó al duartismo. Por eso, Escobar fue el interlocutor con el líder de los 400 Pueblos. Y el hijo del líder campesino fue a parar al CDE del PRI, que se ha convertido en una especie de bolsa de trabajo para los fidelistas y los aliados del ex gobernador que que no encontraron acomodo en la administración pública del estado.
Aún así, Márquez Hernández negó que el nombramiento de Del Ángel Arroyo se trate de un pago de facturas políticas, y cuestionado sobre el exhibicionismo y las transgresiones a la ley que han personificado los militantes de este movimiento campesino, el dirigente priista rechazó que las actividades de esta polémica agrupación causen mala imagen al PRI e, inclusive, se atrevió a comparar las causas del líder César del Ángel con las del caudillo revolucionario Pancho Villa.En el CDE del PRI aún están pendientes las designaciones de los titulares de la Secretaría Técnica del Consejo Político Estatal y de la Contraloría, los cuales serán propuestos por Ranulfo a los consejeros en la sesión que se celebrará el próximo sábado.