Por Raymundo Jiménez
Columna: Al pie de la letra
* La ‘sheriff’ xalapeña
2011-01-11 | 22:02:40
Entrevistada el sábado anterior al término de la ceremonia de inauguración de una obra de drenaje sanitario en una de las colonias más populosas del norte de la capital veracruzana, la alcaldesa xalapeña Elizabeth Morales García –increpada nuevamente sobre los malos antecedentes de su director de Comercio, Jesús Espinoza Villiers– respondió que todos los directores de su administración municipal tienen el perfil necesario.
–Se dice que el director (de Comercio) tiene el perfil porque es el único que puede tratar con los líderes de vendedores ambulantes o con los extorsionadores de los comerciantes, le preguntaron los reporteros a la alcaldesa, la cual les respondió de manera tajante:
– “Simple y sencillamente les he puesto metas, objetivos, que tienen que dar resultados todos los directores y todos los coordinadores, y en la medida que den resultados seguirán colaborando en esta administración”, les contestó.
Sin embargo, la señorita Morales, quien a su círculo más íntimo de colaboradores habría dicho que está dispuesta a enfrentar ésta y muchas otras críticas que continuarán por sus polémicas decisiones, estaría dando pie a este persistente golpeteo. Al interior de la burocracia municipal, por ejemplo, ha causado un impacto bastante negativo el ostentoso poder que la alcaldesa ha delegado en su guapa secretaria particular Shariffe Osman Flores, la cual no sólo ha desplazado a otras secretarias para acomodar a un par de primas hermanas, sino que además ha impuesto a una amiga y a su cuñada en áreas estratégicas como las direcciones Jurídica y de Turismo municipal.
Lo de menos sería el tráfico de influencia si ambas funcionarias amadrinadas por la señorita Osman Flores realmente cumplieran con el perfil y acreditaran una reconocida trayectoria profesional, pero los malquerientes de la secretaria particular de la alcaldesa Morales aseguran que su amiga Flor Ruiz Hadad, la flamante directora Jurídica del ayuntamiento, no cuenta siquiera con título de Licenciada en Derecho sino que habría cursado estudios de Contaduría Pública, en tanto que su cuñada Dary López Andrade de Osman, encargada de promocionar turísticamente a la capital veracruzana, es una egresada de la carrera de Comunicación de una universidad privada de la ciudad de Puebla, pero dicha profesión no la ha ejercido porque ha estado dedicada a las labores del hogar y a la atención de un restaurante familiar ubicado sobre la carretera antigua Xalapa-Coatepec.
Hasta ahora, el único antecedente que en el gremio xalapeño de los medios de comunicación se tenía registrado de la señora López Andrade ha sido por un grave incidente ocurrido en el año 2009: esta atractiva mujer fue el motivo de que su celoso esposo Hassan Osman Flores, hermano de Shariffe, le reclamara sus cartas de amor y golpeara con saña a un conocido periodista en un café de la plaza comercial ubicada por el Museo de Antropología.
Sin embargo, el caso más criticado ha sido el de la amiga Flor Ruiz Hadad. Y no tanto porque supuestamente la directora del Jurídico ni siquiera abogada es, sino porque en el proceso electoral de 2010 hizo campaña de manera abierta por el candidato del PAN a la gubernatura, Miguel Ángel Yunes Linares.
La semana pasada, la “abogada” del ayuntamiento xalapeño tuvo que bloquear su cuenta personal de twitter (foly_RH) porque algunas publicaciones muy ligadas al gobernador Javier Duarte de Ochoa retomaron y reprodujeron sus arengas de apoyo al panista Yunes Linares, las críticas al gobierno priísta de Fidel Herrera Beltrán durante las campañas por la gubernatura, su descalificación al Instituto Electoral Veracruzano (IEV) y su aseveración acerca del supuesto “fraude electoral” que llevó a Duarte al gobierno estatal.
Ello, obviamente, no ha dejado bien parada a la alcaldesa xalapeña con Duarte de Ochoa, quien ya le ha reclamado a Betty Morales que todavía sigue esperando los cien mil votos que le había prometido en las elecciones de julio de 2010.
Y es que en abril del año pasado, el ex secretario de Finanzas y Planeación fue duramente presionado por la señorita Morales para ser la candidata del PRI a la presidencia municipal de Xalapa, no obstante que el diputado federal cordobés y el gobernador Herrera ya habían acordado que el abanderado a la alcaldía sería el joven secretario de Trabajo, Previsión Social y Productividad, Américo Zúñiga Martínez.
Con Elizabeth, tanto Herrera Beltrán como Duarte ya habían convenido que sería postulada a la diputación local; sin embargo, la ex diputada federal les mostró unas encuestas en las que a diferencia de Américo Zúñiga ella “garantizaba” remolcar a los candidatos priístas a diputados por ambos distritos electorales de Xalapa, mientras que al abanderado del PRI a la gubernatura le aseguraba sumarle el mismo ciento de miles de votos que proyectaba captar para ella si la dejaban hacer campaña para la alcaldía en todo el municipio de la capital veracruzana.
Con el presunto padrinazgo de don Mario Vázquez Raña, presidente del Comité Olímpico Mexicano y dueño de una poderosa cadena periodística nacional –con el cual se vinculó a través de la Comisión de Juventud y Deporte que la ex diputada xalapeña presidió en la LX Legislatura federal (2006-2009)–, así también como el supuesto amadrinamiento de la dirigente nacional del PRI, Beatriz Paredes Rangel, la señorita Morales logró imponerse y modificar el esquema de la sucesión municipal en Xalapa que ya habían convenido Herrera y Duarte con el ex dirigente estatal del partido tricolor Guillermo Zúñiga Martínez, padre de Américo, y con la influyente familia Yunes Suárez, de Perote, que apadrinaban también al ex secretario de Trabajo.
Este súbito viraje en la candidatura municipal molestó sobremanera no sólo a algunos actores políticos como el ex alcalde y actual diputado federal Ricardo Ahued Bardahuil –quien en una reunión partidista con el gobernador Herrera habría manifestado abiertamente su desaprobación y se negó a hacer campaña para la señorita Morales porque habría argumentado que “ahora con qué cara voy a decirles a las personas a las que les pedí el apoyo para Américo, que él ya no va a ser el candidato sino que es otra”–, sino que la postulación para la alcaldía de Elizabeth también habría enfrentado la opinión desfavorable del arzobispo Hipólito Reyes Larios, cuyo rechazo habría tenido que ver con la satanizada preferencia sexual de la munícipe.
Pero la desaprobación del jerarca eclesiástico no tuvo mayor efecto ante las otras presiones ejercidas sobre Herrera y Duarte, quienes además temieron que de no ser postulada por el PRI la señorita Morales aceptara la invitación de ser nominada por los partidos de oposición, principalmente por el PAN.
Finalmente Elizabeth arrasó en la elección municipal, pero el centenar de miles de votos que obtuvo no se los transfirió al candidato priísta a gobernador, el cual fue literalmente aplastado por el panista Yunes Linares en Xalapa, quien contó con el efectivo apoyo de activistas como la flamante directora Jurídica del ayuntamiento, cuyo nombramiento –pese a no contar presuntamente con título profesional de abogada– se lo atribuyen a la ostensible influencia que la empoderada secretaria particular Shariffe Osman ejerce sobre la alcaldesa Morales.
Por eso, por la autoridad de la que hace alarde en el palacio municipal, a la señorita Osman ya no le dicen por su nombre Shariffe sino “Sheriff”.
Lo que ahora los detractores de Shariffe inquieren es si la romántica alcaldesa de Xalapa también va a beneficiar con obra pública del ayuntamiento a la compañía constructora de la familia Osman, una empresa que el actual coordinador de los diputados locales del PRI, Jorge Carvallo Delfín, favoreció el sexenio anterior desde su posición como coordinador de agenda del gobernador Herrera.

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