Al igual que muchos de los alcaldes priístas que están por terminar su trienio municipal, el rector de la Universidad Veracruzana, Raúl Arias Lovillo –a quien aún le quedan cerca de tres años al frente de la UV–, ha tenido que apechugar la crítica situación financiera en la que quedó la máxima casa de estudios al final de la administración del ex gobernador Fidel Herrera Beltrán.

Ni los ediles del PRI ni el Rector han querido ventilar públicamente las causas por las que a estas alturas del presente ejercicio fiscal tienen serios problemas para cumplir con algunos de sus compromisos institucionales que mantienen con trabajadores y proveedores, principalmente. Sin embargo, sotto voce, al menos los munícipes comenzaron a quejarse de que desde agosto les habían sido retenidas las participaciones federales, recursos que les fueron restituidas sólo de manera parcial hasta noviembre, unas semanas antes de que concluyera la administración de la Fidelidad.

Este parecería ser el motivo por el que precisamente hasta ahora, junto con un grupo de rectores de todo el país, Arias Lovillo está empujando para que los recursos de la Federación lleguen directamente a las tesorerías universitarias sin pasar por las de los gobiernos estatales.

Durante la última sesión de 2010 del Consejo Universitario General, celebrada el pasado jueves 16 en la Unidad de Servicios Bibliotecarios y de Información (USBI) de Xalapa, los consejeros universitarios aprobaron por unanimidad el proyecto de presupuesto que la UV ejercerá en 2011, el cual asciende a 4 mil 523 millones 369 mil pesos.

Sin embargo, la UV arrastra un déficit financiero, pues al menos el dirigente de la Federación Estatal de Sindicatos del Personal Académico de la Universidad Veracruzana (FESAPAUV), Enrique Levet Gorozpe, denunció que la máxima casa de estudios le adeuda sólo a esa agrupación cerca de 20 millones de pesos por concepto de pago de prestaciones sociales.

Levet, actual diputado local del PRI, dijo que la cifra total por liquidar ascendía a 35 millones de pesos, correspondiente a prestaciones por efectos de liquidaciones y fallecimientos que se les debe a los deudos, así como al rezago de los préstamos de anticipos de sueldos.

El líder sindical de los académicos de la UV precisó que algunos rubros ya se han cubierto y sólo quedan pendientes pagos por atención a la salud, referente al reembolso que se les hace a los maestros por los gastos que realizan por consultas médicas, medicamentos, análisis de laboratorios, atención de centros radiológicos u hospitalización. Pero Levet Gorozpe reconoció que la UV aún tiene pendiente depositar recursos para el pago de otras prestaciones sociales.

En el campus de la zona Córdoba-Orizaba, académicos universitarios amenazaron con realizar paros de brazos caídos en protesta porque hasta principios de esta semana todavía les adeudaban el pago de su aguinaldo.

La propuesta de que los recursos federales sean transferidos directamente a la Tesorería de la UV es una demanda lógica del rector Arias Lovillo, pues a final de cuentas esta casa de estudios de nivel superior obtuvo su estatus jurídico de “Autónoma” desde hace 14 años, durante el régimen del gobernador Patricio Chirinos (1992-1998).

Desde 1997, por ejemplo, ya no es el titular del Poder Ejecutivo del estado el que designa al Rector en turno sino que desde entonces es facultad de la H. Junta de Gobierno, cuyos miembros se van renovando escalonadamente mediante ternas sometidas a la aprobación del pleno del Consejo Universitario General.

Pero la UV, constitucionalmente tan autónoma como los 212 Ayuntamientos de la entidad, no recibe de manera directa los recursos de las participaciones federales sino que éstos le son retransferidos por la Secretaría de Finanzas y Planeación del gobierno del estado, donde presuntamente le han sido retenidos u “ordeñados”.

¿O qué otra interpretación se le puede dar a la exigencia de Arias Lovillo de que los fondos federales pasen directamente a la Tesorería de la UV?

Habrá que ver si el doctor Arias logra que al menos en materia de finanzas sea respetada la autonomía universitaria. Pero hay quienes lo dudan, pues recuerdan que el rector no se ha visto nada “autónomo” a la hora de solicitar el apoyo del gobierno estatal para arreglar otros entuertos y cochupos financieros de los que ha sido cómplice, como por ejemplo el caso del fraudulento arrendamiento de las 3 mil computadoras que al inicio del sexenio pasado le tuvo que encubrir a su antecesor, el ex secretario de Educación de Veracruz, Víctor Arredondo Álvarez.

Una de las “facturitas” que Arias Lovillo ha tenido que “pagar” –así como la cuestionada maestría y doctorado que le validó al ex gobernador Herrera– por haber sido designado primero en diciembre de 2004 como interino de Arredondo, y luego por ser electo rector en 2005 y reelecto en 2009, para una segunda administración que concluirá hasta agosto de 2013.


LA TUTA Y MOTA

El secretario de Educación de Veracruz, Adolfo Mota Hernández, declaró el pasado martes 21 que la dependencia a su cargo, la SEV, había solicitado por escrito a la Procuraduría General de la República (PGR) y a la Comisión Nacional de Autoridades Educativas que le informaran si algún maestro del sistema educativo de la entidad está vinculado con la delincuencia organizada.

Según dijo Mota, esta petición la hizo a raíz del reciente escándalo desatado en Michoacán, donde el capo del cártel de “La Familia”, Servando Gómez Martínez, (a) “La Tuta”, llevaba 15 años cobrando una plaza magisterial.

El ex diputado federal y ex dirigente estatal del PRI hace bien en tratar de evitar cualquier desagradable sorpresa. Sin embargo, el funcionario duartista también debería prestar atención a la infiltración de otros “cárteles” en la SEV y que igualmente desprestigian y por supuesto “sangran” el presupuesto educativo.

Un caso es el llamado “Cártel de Las Lomas”, llamado así por el economista Rafael Arias Hernández, quien precisamente le atribuyó su padrinazgo al ex rector y ex secretario de Educación, Víctor Arredondo Álvarez, cuyo grupo a través de Raúl Arias Lovillo sigue manteniendo su hegemonía en la UV.
Y es que Arredondo dejó la SEV pero presuntamente dejó muy bien recomendados a algunos de sus más entrañables amigos a los cuales mantuvo como “aviadores” el sexenio pasado.

Uno de ellos, según nos reportan, sería Guillermo Ríos Herrera, emparentado con el famoso comediante Memo Ríos, el de “aplausos, aplausos”. En la Dirección de Recursos Humanos de la SEV, que seguirá regenteando por otro sexenio más José Antonio Ojeda Rodríguez, el amigo de Arredondo figuraba todavía hace un mes con una plaza en la biblioteca de la Escuela Normal Veracruzana “Enrique C. Rébsamen”, de Xalapa, la cual nos dicen que nunca ha trabajado o que al menos los empleados de la ENV jamás lo han visto laborar. Su clave de registro fiscal es RIHG490921RG2.

¿También procederá Mota contra estos “maestros” y funcionarios de la SEV vinculados al “Cártel de Las Lomas”, como llamó Arias Hernández al grupo de Arredondo y Arias Lovillo cuando en 2009 el entonces titular del Copladever buscó y no pudo alcanzar la Rectoría de la UV?