Por Raymundo Jiménez
Columna: Al pie de la letra
El ‘secre’ Buganza
2010-12-09 | 22:16:33
Cuando llegó la hora de negociar el reparto de las cuotas de poder, el gobernador electo Javier Duarte de Ochoa le preguntó al ex panista Gerardo Buganza Salmerón qué posición quería en la próxima administración.
Buganza no titubeó. De inmediato respondió que la Secretaría de Gobierno, la segunda posición en la estructura gubernamental del estado. El ex aspirante del PAN a la gubernatura –primero postulado en 2004 y luego como precandidato fallido en 2010– buscaba erigirse así en una especie de co-gobernador al lado de Duarte de Ochoa, a cuya campaña electoral se unió resentido por la imposición presidencial de Miguel Ángel Yunes Linares como abanderado del partido blanquiazul.
Precisamente, al anunciar de manera pública su alianza con el candidato del PRI, Gerardo Buganza –parafraseando el slogan de la campaña yunista– dijo irónico que Duarte iba a ganar por nocaut al ex director del ISSSTE y que de eso “yo me encargo”.
Pero su pronóstico no se cumplió, pues sorpresivamente el ex priista puso en serios aprietos a Duarte, quien apenas le sacó un apretado 3% de ventaja en la votación final y la validez de la elección fue confirmada por el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación de manera tortuosa hasta tres meses después del impugnado fallo del tribunal local.
Sin embargo Duarte le cumplió entregándole la Secretaría de Gobierno, un cargo que algunos amigos muy cercanos y ex correligionarios como el diputado federal Osiel Castro de la Rosa, actual director del Instituto Veracruzano de Bioenergéticos, trataron de persuadirlo que no aceptara porque esa dependencia no iba con su perfil. El ex dirigente cañero le sugirió aceptar mejor la Secretaría de Desarrollo Económico, pero ésta le fue dada a Erick Porres Blesa, sobrino del influyente empresario cordobés Othón Porres Bueno y ex secretario particular del ex dirigente nacional del PAN, Manuel Espino Barrientos, recién expulsado del partido blanquiazul por haber boicoteado a los candidatos panistas, entre ellos a Yunes Linares.
La predecible designación de Buganza en la Secretaría de Gobierno propició que unas semanas antes de que concluyera la administración del gobernador Fidel Herrera, esta dependencia fuera reestructurada, quitándole algunas áreas gubernamentales. El gobernador electo Javier Duarte tuvo que salir a declarar que no llevaba dedicatoria alguna para su aliado, y trató de justificar que no le quitaban atribuciones sino que era “una nueva distribución acerca de las tareas que tiene encomendadas, como la de agrupar las funciones sociales en un área social, así como de la logística para que haya mejores resultados de lo que significa la administración pública.” Duarte también se preocupó por aclarar que ésta reforma administrativa había sido consensuada previamente con él por el gobernador Herrera.
Sin embargo, de las pocas direcciones generales que le dejaron a su secretaría de despacho, Buganza tampoco ha podido imponer a los titulares claves de las áreas estratégicas. Por ejemplo, el manejo financiero le fue asignado a Manuel de León Maza directamente por el gobernador Duarte y el subsecretario de Gobierno, Erick Lagos Hernández, quien es el verdadero operador político del mandatario estatal. En la Dirección de Tránsito y Transporte del Estado fue colocado Víctor Hugo Alarcón Limón, un priista coatepecano ligado a la familia Salinas y muy allegado al diputado federal José Francisco Yunes Zorrilla, ex coordinador de la campaña duartista.
Como director general Jurídico fue nombrado Rodolfo Chena Rivas, sobrino del ex procurador chirinista Rodolfo Duarte Rivas y ex socio de Roberto López Delfín, ex secretario particular del ex gobernador Miguel Alemán; ambos con cercanía también al ex gobernador Herrera.
En la Dirección general del Instituto Veracruzano de Desarrollo municipal, que tendrá el vínculo con los 212 ayuntamientos del estado, fue acomodada la ex candidata perdedora de Vega de Alatorre, la ex diputada local priísta Marilda Rodríguez Aguirre.
El primer procurador del gobierno de la Fidelidad, Emeterio López Márquez, tomó posesión de la Dirección de Gobernación.
Fernando Vázquez Maldonado, quien ha sido el operador electoral del PRI y su representante ante los órganos electorales, fue nombrado director general del Registro Público de la Propiedad y de la Inspección del Archivo General de Notarias del Estado; mientras que al ex diputado local priista de San Andrés Tuxtla, Manuel Rosendo Pelayo, le dieron la Coordinación general de las Juntas de Mejoras.
Rafael Valverde Elías fue ratificado en la Dirección estatal del Registro Civil, donde permanece desde la administración del gobernador Alemán Velazco.
A Buganza, presuntamente, sólo le entregaron las direcciones de Política Regional, de Organizaciones y Partidos Políticos, y de Asuntos Religiosos, donde despacharán tres ilustres desconocidos: Jorge Luis Calleja Hernández, José Alfredo Palma González y Santiago Miguel Dovarganes Escandón.
La otra Dirección general en la que presumiblemente también habría decidido es la de Prevención y Readaptación Social, en la que fue colocado Víctor Manuel Flores Hernández, a quien conoció cuando su ahora subalterno era representante del Ministerio Público en la zona de Córdoba.
Y es que Flores Hernández era gente muy allegada al actual secretario de Desarrollo Agropecuario, José Tomás Carrillo Sánchez.
El diputado federal con licencia lo protegió y promovió cuando a inicios del sexenio pasado se desempeñó primero como subprocurador de Xalapa y luego de la región del puerto de Veracruz.
Pero algo grave ocurrió entre Carrillo Sánchez y Flores Hernández que actualmente mantiene distanciado al actual titular de la Sedarpa del flamante director de Prevención y Readaptación Social, pese a que el abogado cuenqueño impulsó al ex agente del Ministerio Público para ocupar la Subprocuraduría de Cosamaloapan cuando él presentó su renuncia al procurador Salvador Mikel Rivera para contender como candidato del PRI a la diputación federal por ese distrito electoral de la Cuenca del Papaloapan.
Ahora, Víctor Manuel Flores es cobijado presuntamente por Buganza, aunque también presume de sus vínculos con el subsecretario de Gobierno, Erick Lagos, ex diputado local por el distrito de Santiago Tuxtla, entre cuyos municipios abarca el de Villa Isla, donde Flores Hernández es recordado por las francachelas que organizaba custodiado por policías ministeriales.
Dicen que allá era famoso porque cerraba para él solito los mejores burdeles y cantinas. Quizá por eso en la administración duartista le vieron vocación de carcelero.
¡Vamos para adelante!

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