Por Raymundo Jiménez
Columna: Al pie de la letra
Duarte: ¿Deslinde?
2010-11-30 | 21:58:38
A Fidel Herrera Beltrán le han atribuido un sinfín de adicciones –la mayoría de las cuales ha desmentido el gobernador saliente–, pero la única que no ha podido negar es su enfermiza obsesión por el poder.
En 2006, por ejemplo, entrevistado en un programa de televisión con motivo de su segundo informe de gobierno, uno de los periodistas se atrevió a preguntarle en ese entonces si ya comenzaba a pensar en un posible sucesor, a lo que Herrera reviró de manera tajante: “¡Por favor…! ¡Déjenme disfrutar del poder, apenas estoy iniciando mi gobierno!”.
Pero a mediados de este año, a escasos seis meses de entregar la gubernatura, cuando en pleno proceso electoral fueron filtradas unas grabaciones clandestinas de sus presuntas conversaciones telefónicas, al gobernador Herrera se le escucha presumir que todavía está en “la plenitud del pinche poder”.
Por eso, aunque públicamente ha dicho que está preparado para ser el mejor ex gobernador, lo cierto es que Herrera Beltrán no está decidido a jubilarse políticamente como otros ex mandatarios estatales, por ejemplo Patricio Chirinos, Agustín Acosta Lagunes o su antecesor Miguel Alemán Velazco, quien actualmente está dedicado a su empresa de aviación y a escribir semanalmente algunas colaboraciones periodísticas.
Fidel, en cambio, ha reiterado que es elegible y que tiene derecho a aspirar a la candidatura presidencial del PRI o que por lo menos está dispuesto a servir donde su partido y México lo requieran.
Este activismo político de Herrera le puede complicar a su sucesor Javier Duarte de Ochoa la gobernabilidad del estado, pues los grupos de poder internos del PRI y otros poderes fácticos que se disputan la futura Presidencia de la República seguramente buscarán anular las pretensiones del ex gobernador, cuya polémica administración van a tratar de evidenciar.
Ello colocaría a Duarte contra la pared y limitaría seriamente su margen de gobernabilidad, lo que agravaría aún más la endeble situación política y financiera del nuevo régimen duartista, quien recibe al estado en pleno proceso de reconstrucción por los estragos del huracán “Karl” y la tormenta tropical “Matthew”, pero además con una abultada deuda pública que ha colocado a Veracruz entre las entidades con calificación negativa para contratar nuevos créditos.
Por eso el gobernador electo ha tenido que echar mano de técnicos financieros con gran experiencia como es el caso de Tomás Ruiz González, quien pese a todo ha sido designado secretario de Finanzas y Planeación.
Ruiz no era el candidato idóneo de Fidel Herrera para ocupar la Sefiplan en el nuevo gobierno.
Y es que muy aparte de sus celos personales que datan desde la sucesión estatal de 2004 –cuando inicialmente Ruiz, con todo el apoyo de la maestra Elba Esther Gordillo y del gobernador Alemán Velazco, le disputó a Herrera la candidatura del PRI a la gubernatura de Veracruz– entre el flamante secretario de Finanzas y el ahora ex gobernador difícilmente podrá darse una buena relación porque el ex dirigente nacional del Partido Nueva Alianza no se va a dejar manipular ni será fácil de sorprender, pues como uno de los tecnócratas formado en la Secretaría de Hacienda tiene fama de ser muy hábil como ejecutor fiscal y disciplinado en el manejo del gasto público.
De hecho, el de Ruiz fue el primero de los nombramientos que hizo públicos Duarte apenas tres semanas después de la elección. El 22 de julio, por ejemplo, en una comida con empresarios radiofónicos de la entidad, el ex candidato del PRI a la gubernatura anunció que “he pedido al licenciado Tomás Ruiz González, un destacado veracruzano con trayectoria en la administración pública y particularmente en el área financiera que, a partir de hoy, inicie los trabajos relacionados con la transición de la administración pública, haciendo los contactos necesarios y precisando las políticas que pondremos en marcha.”
“Tomás –afirmó desde ese entonces Duarte ante los radiodifusores veracruzanos– posee las mejores credenciales y el mayor prestigio en su ámbito profesional, además de mi absoluta confianza”.
Sin embargo, pese al abierto respaldo del gobernador electo al ex subsecretario de Hacienda y ex titular del Sistema de Administración Tributaria (SAT), en la Secretaría de Finanzas y Planeación del gobierno estatal no le permitieron nunca acceder a las cuentas públicas para confirmar en qué estado realmente recibiría Duarte de Ochoa las finanzas de la entidad.
Es más, luego de un bochornoso incidente que a finales de septiembre protagonizó en un restaurante de Boca del Río –el cual fue aprovechado por sus detractores para desacreditarlo–, hace un par de semanas volvieron a intentar desprestigiarlo pero con una versión presuntamente falsa filtrada desde Palacio de Gobierno, pues quisieron exhibirlo de que nuevamente alcoholizado habría armado tremendo escándalo en una fiesta de bodas que tuvo lugar en el puerto de Veracruz el sábado 20 de noviembre; sin embargo, el propio gobernador electo se encargó de desmentir dicha infamia, ya que él había asistido al mismo festejo nupcial y ni siquiera se percató de la presencia de Ruiz.
La designación de Ruiz como titular de la Sefiplan no es la única que en el gabinete de Duarte seguramente va a incomodar al ex gobernador Herrera y a su familia. La noche de este martes 30, el gobernador electo estaba por dar a conocer oficialmente los nombres de sus principales colaboradores. Y entre ellos se perfilaban algunos que tampoco son muy apreciados por el ex mandatario y la señora Rosa Borunda.
Pero ayer a las 24 horas terminó el gobierno de la Fidelidad y hoy, 1º de diciembre, inicia el de Duarte. Aunque el ex diputado local Héctor Yunes Landa dude de que políticamente en Veracruz al “rey” Fidel Herrera se le pueda dar por muerto.


¡OH CIELOS, OSIEL!

Ha estallado el escándalo de la diputada local del PAN, Martha Lilia Chávez González, quien no renunció a tiempo –como marca la ley– a un alto cargo que desempeñaba en PEMEX, para ser postulada por el partido blanquiazul a la diputación plurinominal.
Pero dicen quienes saben que no es la única panista que se ha pasado por el arco del triunfo las leyes de Veracruz y de la Federación.
Nos piden investigar también el caso de otro personaje ligado a Acción Nacional, el del ex diputado federal Osiel Castro de la Rosa, quien presuntamente siguió cobrando como alto funcionario de PEMEX pese a que el gobernador Fidel Herrera le creó y le dio la dirección del Instituto Veracruzano de Bioenergéticos a principios de este año.
Ahora, según comentan sus detractores, el ex panista Castro de la Rosa busca presuntamente ser ratificado por Javier Duarte en dicho organismo para hacer negocio con el bioetanol gracias a sus contactos con empresarios brasileños. ¿Será?

Nosotros | Publicidad | Suscripciones | Contacto

 

 

Reservados todos los derechos 2018

Nosotros | Publicidad | Suscripciones | Contacto

 

 

Reservados todos los derechos 2018