Este miércoles 15, en la agenda privada del gobernador Javier Duarte de Ochoa estaba anotada una reunión con el presidente del CDE del PRI, Ranulfo Márquez Hernández.
A diferencia de los líderes de otros partidos políticos –como PAN y PRD, cuyas dirigencias estatales han sido convocadas por Duarte de Ochoa para tratar asuntos de gobierno y de la problemática en general de la entidad–, con Márquez Hernández, al parecer, el tema se limitaba expresamente a su permanencia en la presidencia del Comité Directivo Estatal del PRI.
Y es que en los últimos días se ha desatado una campaña mediática de rumores acerca del “inminente” relevo del ex secretario de Protección Civil, quien desde hace más de cuatro meses despacha en el edificio priísta de la avenida Ruiz Cortines de la capital veracruzana.
En lugar de “Tonicho” Márquez se ha candidateado al ex diputado local Héctor Yunes Landa, cuyos seguidores han venido encartando fallidamente, primero para la candidatura del PRI al gobierno de la entidad y luego, hasta la media tarde del pasado 30 de noviembre, para la Secretaría General de Gobierno, cargo que de antemano ya se sabía que el gobernador Duarte había prometido a su aliado Gerardo Bugnaza Salmerón, un ex panista que junto con un grupo de correligionarios desempeñó un rol estratégico en el reciente proceso electoral para minar al aspirante del PAN a la gubernatura, Miguel Ángel Yunes Linares.
Después de ese presunto encuentro con Duarte de Ochoa, todo parece indicar que el presidente del CDE del PRI ha sido reconfirmado en su cargo por quien en este sexenio le tocará ejercer el real liderazgo del priismo veracruzano. Así, al menos, lo ha evidenciado el hecho de que ese mismo miércoles 15 Márquez Hernández se haya reunido con el dirigente estatal de Antorcha Campesina, Samuel Aguirre Ochoa –uno de los principales aliados de Duarte desde su campaña como candidato a diputado federal por el distrito electoral de Córdoba, en 2009–, con el cual el ex titular de la reestructurada Secretaría de Desarrollo Social y Medio Ambiente agendó acuerdos para gestionar apoyos en beneficio de sus militantes en situación más vulnerable.
Y ayer, jueves 16, Ranulfo inauguró el curso que el Instituto de Capacitación y Desarrollo Político A. C. (ICADEP) organizó para preparar a los alcaldes, síndicos y regidores priistas que en enero de 2011 iniciarán sus administraciones municipales.
Así, pues, todo parece indicar que Márquez Hernández no se irá de la presidencia del CDE del PRI. No al menos en este momento; de lo contrario, luego de su entrevista con el gobernador Duarte el ex secretario de Protección Civil ya estaría preparando su salida.
Un experimentado y destacado priista al que se le consultó sobre la trillada versión del “inminente” cambio de Ranulfo Márquez en la dirigencia del partido tricolor, nos aseguró que el político nativo de Minatitlán continuará un buen rato más en la presidencia del Revolucionario Institucional.
Y es que para que se diera la sucesión en la dirigencia el CDE del PRI no habría más que tres posibilidades: (1) que Márquez renunciara –que, por supuesto, no es el caso–; (2) que el periodo para el que fue electo concluyera –que tampoco es verdad, pues su gestión culmina hasta el año 2012–; ó (3) que el pleno del Consejo Político Estatal así lo demandara, pero este órgano partidista debe ser convocado por el presidente del CDE y hasta ahora Ranulfo no lo ha hecho ni se ve que en breve lo vaya a hacer. ¿Entonces?
Lo que sucede, al parecer, es que “Tonicho” es blanco de una campaña mediática presuntamente armada por algunos correligionarios que ahora presumen de ser más duartistas que Duarte, y que buscan reavivar las cenizas del sentimiento que supuestamente guarda el mandatario veracruzano en contra del dirigente priista, quien de todos los aspirantes fidelistas a la gubernatura fue el último en sumarse a tiempo a la preanunciada candidatura del diputado federal cordobés.
Sin embargo, tal vez tarde, pero finalmente Márquez aceptó y se adhirió de manera institucional al proyecto duartista. Fue de los más duros de convencer porque “Tonicho” le apostaba a que el entonces gobernador Fidel Herrera y la dirigente nacional del PRI, Beatriz Paredes, con quienes le une una estrecha y muy antigua amistad, le reconocerían su trayectoria y trabajo partidistas de más de 30 años, casi los mismos de la edad de Duarte.
El colmo para los neo-duartistas que dieron el salto mortal del fidelismo fue la forma aparentemente precipitada en que Márquez se hizo de la presidencia del CDE del PRI a principios de agosto de este año, lo que obligó a que Jorge Carvallo Delfín, virtual diputado local plurinominal, entregara la dirigencia del Revolucionario Institucional tres meses antes de que asumiera formal y legalmente la coordinación del grupo legislativo del partido tricolor.
Pero a final de cuentas Carvallo recibió una cucharada de su propio chocolate, pues él también había forzado anticipadamente que José Francisco Yunes Zorrilla, en noviembre de 2008, entregara la presidencia del partido mucho antes de que concluyera su periodo directivo, lo que molestó obviamente a la familia y simpatizantes del ex alcalde de Perote que en ese entonces encabezaba las encuestas de popularidad entre los aspirantes del PRI a la gubernatura, pese a que en julio de 2006 había perdido la elección para la senaduría.
Ranulfo no saldrá del CDE del PRI mientras en el nivel nacional no concluya tampoco la dirigencia de su amiga Beatriz Paredes, quien todo parece indicar que será sucedida por el actual gobernador de Coahuila, Humberto Moreira Valdés, en marzo de 2011.
Y es que no hay que olvidar que Márquez siempre se la ha jugado con la ex gobernadora de Tlaxcala; primero en 2001, cuando perdió la contienda interna contra la dupla Roberto Madrazo-Elba Esther Gordillo, y luego en 2007 cuando le ganó la dirigencia priísta al sinaloense Enrique Jackson Ramírez, actualmente uno de los más influyentes asesores políticos del gobernador Duarte.
Pero ahora, además de que está en puerta la elección de aproximadamente 5 mil agentes municipales en enero de 2011, Ranulfo es también una de las piezas importantes del proyecto del ex gobernador Fidel Herrera, quien en la sucesión presidencial de 2012 será un operador estratégico del PRI en la Tercera Circunscripción Electoral, que abarca a Veracruz y otras entidades del Golfo de México y sureste del país.
Márquez Hernández no es monedita de oro y no les cae bien a todos, pero ha demostrado que al igual que su ex jefe Herrera es un político con muchísima suerte. En el 2000, por ejemplo, nadie se imaginaba que alcanzaría curul en la Cámara de Diputados luego de haber sido “sembrado” en el número 17 de la lista de candidatos plurinominales del PRI. Y sin embargo llegó.