Por Raymundo Jiménez
Columna: Al pie de la letra
*Nepotismo azul
2010-09-14 | 22:09:02
En la sucesión estatal de 2004, Miguel Ángel Yunes Linares renunció al PRI porque luego de una militancia de 30 años la cúpula del partido tricolor no lo postuló candidato a la gubernatura de Veracruz, sino que el nominado fue el senador Fidel Herrera Beltrán, su más odiado enemigo político.
Yunes, entonces, sin afiliarse formalmente aún al PAN, decidió apoyar la candidatura del entonces panista Gerardo Buganza Salmerón. Así, el ex secretario de Gobierno y ex dirigente estatal del PRI –partido que presidió en Veracruz en dos ocasiones: primero en 1992 y luego en 1997– hizo todo lo posible por hacer fracasar a Herrera.
Estuvo a punto de lograrlo, pues el candidato priista a la gubernatura estuvo a menos de 26 mil votos de perder la elección frente al abanderado de Acción Nacional, quien –¡cosas del destino!– ahora fue uno de los principales aliados de Herrera y de su candidato Javier Duarte de Ochoa para impedir que Yunes Linares ganara la elección de gobernador en julio pasado.
Pero Buganza no fue el único panista que en esta ocasión le dio la espalda a Yunes. Muchos otros, como el ex dirigente nacional Manuel Espino Barrientos, alertó al panismo veracruzano del peligro que representaba el ex priista si llegaba a gobernar la entidad.
El ex director general del Issste, no era la mejor carta del PAN para contender por la gubernatura de Veracruz. Espino Barrientos, inclusive, recordó que el propio presidente Felipe Calderón lo había vetado en el proceso electoral federal de 2006 para la candidatura del partido blanquiazul al Senado de la República.
Yunes, para esa corriente panista, no representaba lo mejor de la doctrina partidaria de Acción Nacional ni era concebido como un auténtico agente para impulsar el cambio en Veracruz; argumento con el que el PAN promovió y justificó sus alianzas con enemigos históricos en otras entidades, tal como sucedió en Puebla, Oaxaca y Sinaloa, donde coaligado al PRD logró sacar al PRI de los palacios de gobierno.
Sin embargo, muy hábilmente, el ex priista se ha ido apoderando del control del PAN en Veracruz. Hace poco, con presuntas trampas atribuidas a su hijo menor Fernando Yunes, hizo la intentona de ganar la mayoría de los consejeros estatales. Pero su influencia comenzó a hacerla sentir desde 2004, después de haber renunciado públicamente a su militancia en el Revolucionario Institucional. Y es que, en esa ocasión, sin militancia y sin trayectoria política impuso a su hijo primogénito Miguel Ángel Yunes Márquez como candidato a diputado local por la vía plurinominal, así como al suegro de éste, Juan Lobeira Cabeza de Vaca, quien fue ampliamente criticado porque ni siquiera campaña hizo, ya que buena parte del proceso electoral se la pasó en un popular café porteño departiendo con el mismo grupo de amigos.
Pero este nepotismo de Yunes, que antes criticaba el PAN como partido opositor a los gobernantes priistas, se ha ido acentuando cada vez más. Sin embargo, este estilo familiar de ejercer y distribuir el poder le trajo serias consecuencias en Boca del Río, uno de los bastiones electorales que Acción Nacional acaba de perder luego de venirlo gobernando consecutivamente desde 1997.
En el municipio boqueño, donde actualmente gobierna el hijo mayor del ex candidato panista a la gubernatura, el partido blanquiazul perdió la elección municipal con el empresario Humberto Alonso Morelli, candidato impuesto precisamente por el ex director del Issste y su parentela.
Ante este revés, no obstante que su hermano menor Fernando Yunes ganó la elección de diputado local, el primogénito de Yunes Linares ajustó presuntamente cuentas con un grupo de funcionarios panistas que poco después de las elecciones fueron echados del Palacio Municipal de Boca del Río.
Ahora éstos están que trinan contra el alcalde Yunes junior, pues le atribuyen al hijo mayor del ex candidato a gobernador haber corrido no sólo a cientos de empleados de confianza sino de rebajarles también la mitad de los sueldos a todos los que lograron quedarse. Dichas medidas –según acusa este grupo de militantes del PAN que obviamente solicita el anonimato–, habría sido para poder tapar el boquete financiero que dejó la fallida campaña de Morelli a la alcaldía boqueña.
En una carta dirigida a este medio informativo, los ex colaboradores de Yunes Márquez reprochan que “mientras trabajadores comprometidos dejaron de llevar el pan a sus hogares, los familiares y amigos del alcalde salen repletos los bolsillos de dinero y con sus vidas resueltas, jóvenes que sin ninguna experiencia manejaron las arcas municipales a su antojo, beneficiando a novias, novios, amigos y familiares en lo particular, perjudicando al simple empleado municipal y al militante panista en lo general”. Y a continuación refieren una larga lista de familiares del alcalde saliente que tuvieron que ver directa o indirectamente con su administración municipal que concluirá el 31 de diciembre próximo.
La primera enlistada es Karen Collado Yunes, prima hermana del alcalde Yunes Márquez, pues es hija de Luis Collado y Alicia Yunes Linares, hermana del ex candidato del PAN a gobernador. Tiene aproximadamente 28 años de edad. Le imputan haber fungido en realidad como la primera dama de este municipio, pues le atribuyen una gran influencia sobre su primo, el munícipe. Aseguran que sin tener un puesto en la Tesorería Municipal era quien en los hechos manejaba todo, “desde la contratación de proveedores hasta la elaboración de la nómina, esto último a través de sus incondicionales Gabriel Garzón, un ex cajero del banco HSBC, y Carlos Torres, dueño de un tendajón de venta de focos, por cierto hoy un próspero negocio de material eléctrico”. A esta sobrina de Miguel Ángel Yunes Linares le achacan haber alejado a muchos panistas de la campaña a gobernador por su comportamiento grosero y altanero, al igual que su hermana menor Graciela, quien tenía a su cargo la logística de los eventos de Yunes y la contratación de los equipos de sonido y del armado de los templetes. “Esta misma muchachita trabaja en el ayuntamiento de Boca del Río en el área de Presidencia y al igual que su hermana Karen se dedicaron a hacer negocios personales con proveedores de obra pública”, según refieren los ex funcionarios antiyunistas. Otro de los enlistados es “Pepe Medina, director de Desarrollo Social, quien por cierto acaba de comprar un departamento de súper lujo en una zona exclusiva de Boca del Río y a quien se le trató de manera preferencial con los recursos del Ayuntamiento de parte de Karen Collado”, con la cual lo relacionan con “un affaire escandaloso antes de que esta niña optara por casarse con el hijo de un respetable empresario radiofónico del estado de Veracruz, para acallar habladurías”. Uno más del clan gobernante de Boca del Río es Eduardo Vega Yunes, hijo de Norma Yunes Linares y ex asesor en la Tesorería municipal, el cual ha sido vinculado con la extraña desaparición del arquitecto xalapeño Cristian Morales Carreto, un resentido ex funcionario fidelista que operó para Yunes Linares en la capital veracruzana. A Vega Yunes lo ubican actualmente como coordinador del programa Setenta y Más de la Sedesol, y del cual afirman que “se le privilegia en este puesto sólo por ser sobrino del ex candidato Yunes Linares, con todo y que no va a trabajar a esta Secretaría.” Anotan que este muchacho, hijo del director Jurídico de la Agencia Veracruzana de Investigaciones (AVI) en Xalapa, está denunciado por nepotismo junto con Luis Humberto Tejeda Taibo, primo político del alcalde.
Tejeda Taibo, director de Gobernación municipal, es señalado de hacer el trabajo sucio a los Yunes en la zona conurbada Veracruz-Boca del Río. Lo definen como un servidor público sin tacto político ni escrúpulos. Aseguran que es un hombre de cuidado, pues intimida, hostiga y no tiene límites su violencia. “Este Luis –precisan– está casado con Ana Yunes Mafud, hija de Antonio Yunes Linares, el hermano mayor del ex candidato; su falta de escrúpulos lo llevó a casarse con la Yunes a pesar de ser divorciada y sólo por el interés de ver lo que saca, todo mundo sabe adentro del PAN su ambición de poder y su carácter intransigente. Tiene un largo listado de denuncias y demandas, las cuales al momento ha evadido; este tipo siempre anda acompañado de guaruras pues así es el tamaño de su miedo. Claro, todo esto se paga con el presupuesto de los boqueños”. “Por esta gente –resumen en su carta– es por lo que la militancia de Acción Nacional se quedará sin empleo este primero de enero del 2011. A ellos hay que darles las gracias”.

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