Así como no hubo sorpresas en la resolución del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación sobre el caso de Zacatecas –y, según se presume, tampoco las habrá en cuanto a la elección de gobernador de Durango, actualmente en revisión–, en Veracruz el priismo espera también que antes de que concluya el mes patrio el TRIFE confirme la validez de los comicios del pasado 4 de julio, en los cuales se alzó como triunfador Javier Duarte de Ochoa.
Septiembre tiene un significado muy especial para el gobernador electo: el 19 es su fecha de nacimiento, cumpleaños que dejó de celebrar desde hace 25 años a raíz de la trágica muerte de su padre en el terremoto de 1985 en la Ciudad de México.
Por eso, mientras llega el día de la confirmación final de su triunfo, Duarte trabaja en todos los frentes. Su intención es no dejar uno sólo sin cubrir. Él mejor que nadie sabe que es tiempo de definiciones. Su prioridad es atender necesidades de la gente del campo y las ciudades, es decir, de todos los veracruzanos.
Por el momento trabaja ya en la conformación de su Plan Estatal de Desarrollo y, al mismo tiempo, precisa los puntos que los diputados del Revolucionario Institucional pondrán a consideración de los ciudadanos.
Así es Javier Duarte. Motivado por el respaldo de los veracruzanos y movido por su juventud, el ex candidato triunfador del PRI sabe que tiene ante sí una oportunidad histórica. Por eso no descuida las cosas. Por eso se protege en todos los sentidos y planea desde ahora el inicio de su administración. No quiere sorpresas y se nota.
Justamente, este miércoles 8 se reunió con los diputados electos de su partido. Comió con ellos en Chachalacas y les propuso temas para la agenda legislativa que deberán ser consensuados en la próxima Legislatura. Pero Duarte no llegó solo, sino acompañado de Manlio Fabio Beltrones y Francisco Rojas, los coordinares de los senadores y diputados federales del PRI que el día anterior lo habían arropado también en su audiencia ante el TEPJF para el llamado “alegato de oreja”.
Duarte, Beltrones, Rojas y los 29 diputados locales electos del PRI –20 de mayoría relativa y nueve de representación proporcional o plurinominales– no sólo tomaron el cafecito sino que analizaron los puntos más importantes de la agenda que impulsa el partido tricolor en el Congreso de la Unión, para conseguir homologarla con los asuntos que en Veracruz se abordarán en las sesiones de la LXII Legislatura del estado, la cual iniciará funciones a partir de su instalación el 5 de noviembre próximo.
Por cierto, quién sabe si en esta reunión el ex dirigente priista, Jorge Carvallo Delfín, quien supuestamente se perfila como el futuro coordinador del grupo legislativo del PRI, le habrá dicho a Duarte acerca de la “bomba” de tiempo que dejó sembrada en el Comité Directivo Estatal del Revolucionario Institucional, la cual no sólo implica los pagos pendientes de sueldos y viáticos por varios meses que reclaman 30 delegados distritales del partido tricolor sino que presuntamente tendría que ver con algo muchísimo más grave aún: con la fiscalización de los gastos de las campañas electorales, específicamente con la del candidato a gobernador.
Y es que dicen quienes saben, que de llegar este asunto a manos de la oposición –específicamente al PAN–, podría tener serias consecuencias legales tanto para el partido tricolor como para el gobernador electo, cuya suerte aún está en manos de los siete magistrados del TEPJF, la última instancia jurisdiccional en el país.

CUÁL EDÉN
En el marco del análisis del IV Informe de Gobierno que realizó la Cámara de Diputados, el representante popular por el distrito de Huatusco, Felipe Amadeo Flores Espinosa, dijo ayer que los resultados alcanzados por la administración del presidente Felipe Calderón en materia de justicia y seguridad pública no corresponden a la inversión y la aprobación de nuevas leyes que ha hecho el Congreso de la Unión.
En representación del grupo parlamentario del PRI, el legislador veracruzano aseguró que “el presidente nos quiere vender el éxito en donde está claro el fracaso de su estrategia. Quiere mostrar el edén cuando muchas zonas del país están, sin duda, más cerca del infierno”.
Flores Espinosa explicó que, entre 2007 y 2010, la Cámara de Diputados aprobó recursos para la seguridad del país por un total de 411 mil millones de pesos, lo que significa más de tres puntos del Producto Interno Bruto estimado para este año. “La labor legislativa se ha dado sin regateos políticos. En los últimos años hemos creado nuevos ordenamientos y aprobado más de 40 reformas legales, con el ánimo de que cuenten con mayores instrumentos para combatir a la delincuencia”, dijo el político nativo de Cotaxtla.
El ex secretario de Gobierno de Veracruz hizo un recuento del déficit en materia de justicia y seguridad pública que observa el gobierno federal: “Este año –expuso– se ha invertido más que nunca en el combate al narcotráfico, sin embargo nos encontramos con que se han detenido a un 33% menos de delincuentes que en el mismo periodo del año pasado, y, sin embargo, las muertes colaterales continúan en aumento”.
Informó que en materia de lavado de dinero, en lo que va del año, los aseguramientos de dinero en moneda nacional y en dólares disminuyeron en promedio en un 25%, y no se ha desarticulado ni una sola banda dedicada a este ilícito. También observó que las averiguaciones previas iniciadas por secuestros durante 2010 son tantas como las iniciadas en todo el año pasado, habiendo sido despachado solamente el 50% este año.
Y acusó que de acuerdo al IV Informe de Calderón sólo se han cumplido cuatro de los 28 compromisos adquiridos por su gobierno en el marco de la firma del Acuerdo Nacional por la Seguridad, la Justicia y la Legalidad.
El legislador veracruzano reconoció que la intensidad del crimen organizado en México es un fenómeno real en el que no caben ni el voluntarismo, la improvisación, ni la impreparación. Por ello, anunció que el PRI respaldará la creación de 32 Policías estatales que resuelvan las principales necesidades de las corporaciones policíacas.
Flores Espinosa aseguró que los mexicanos quieren resultados en sus vidas cotidianas, sentir la certidumbre que genera tener un sistema de seguridad pública eficiente, coordinado, con recursos y vocación de servicio. “Nosotros seguiremos haciendo nuestra parte, corresponde al presidente y su gobierno hacer la suya. En el análisis de la Cuenta Pública y del paquete económico 2011 habremos de profundizar en el tema de la seguridad”, concluyó.
No cabe duda que Amadeo Flores confirmó el sabio dicho popular de que “más sabe el diablo por viejo que por diablo”.