Por Raymundo Jiménez
Columna: Al pie de la letra
* PANUCAZO
2010-08-30 | 22:07:15
Aparte de la zozobra social por el prolongado tiroteo y el número de muertos, el fuego cruzado entre militares y presuntos sicarios del crimen organizado que inició la noche del domingo y continuó hasta la mañana de este lunes en Pánuco mandó una mala señal: que en realidad no existe tanta coordinación entre la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y las autoridades del Gobierno del Estado.
Y el ejemplo más claro está en las cifras de muertos que funcionarios de cada institución dio ayer por separado: mientras el secretario de Gobierno, Reynaldo Escobar, declaraba que “hasta el momento” sólo había un cadáver, el procurador Salvador Mikel Rivera informaba de ocho fallecidos –seis delincuentes, un militar y un civil–, mientras que la Sedena, a través de un comunicado de prensa, confirmaba sólo el deceso de seis presuntos criminales y de un soldado.
Además, el informe del Ejército daba cuenta de otros ocho heridos, cinco de ellos militares.
¿A quién creerle? ¿Cuál es la versión más exacta? A final de cuentas lo más preocupante no es tanto la diferencia en el número muertos sino la situación que se vive en ese municipio veracruzano limítrofe con el estado de Tamaulipas, entidad donde la escalada de violencia desatada por el crimen organizado se disparó desde dos meses antes de las elecciones locales del pasado 4 de julio, pues a mediados de mayo fue ejecutado el candidato del PAN a la alcaldía de Valle Hermoso, José Mario Guajardo Varela, y el 28 de junio el abanderado priista a la gubernatura, Rodolfo Torre Cantú.
Este domingo 29 fue acribillado el presidente municipal de Hidalgo, Marco Antonio Leal García, también militante del PRI.Este no es el primer incidente violento que se registra en la región de Pánuco. Hace dos semanas, el miércoles 18, cinco policías municipales resultaron heridos luego que un grupo de desconocidos lanzó una granada de fragmentación contra la unidad en la que viajaban, según informaron en esa ocasión fuentes de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE).Aquella vez, el incidente ocurrió en la colonia Anáhuac del municipio de Pueblo Viejo.De acuerdo con el reporte de la PGJE, los uniformados iban a bordo de la patrulla 017 para hacer el relevo de turno en el módulo de seguridad de la zona.En el camino fueron alcanzados por un vehículo, del que no se dieron a conocer detalles, desde donde les lanzaron el artefacto.Los lesionados fueron trasladados al Hospital Civil del municipio de Pánuco, en donde permanecieron resguardados.
Esa franja del norte veracruzano pegada a Tamaulipas está tan caliente que hasta el gobernador electo de Veracruz, Javier Duarte de Ochoa, al inicio de su campaña electoral, fue puesto a salvo kilómetros adelante del aeropuerto de Tampico por su equipo de seguridad, el cual evitó un enfrentamiento al detectar a tiempo un retén de vehículos sospechosos cuyos tripulantes se hacían pasar por elementos de la policía federal.
Ayer, en un mensaje que el gobernador Fidel Herrera emitió a las 13:20 horas por la red social Twitter, el mandatario estatal insistió en que “en Pánuco coordinamos acciones con el Ejército para evitar que los transgresores de la ley ingresen a Veracruz”.Esperamos que las acciones se coordinen mejor y no sólo en el recuento preciso del número de las víctimas.
LA OTRA ZOZOBRA

La otra zozobra que se ha desatado últimamente en Veracruz es entre los niveles medios y altos de la burocracia estatal.
Y es que la “gabinetitis” está en todo su apogeo, aunque todavía falta por conocerse el fallo del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación sobre la validez de la elección de gobernador.
Sin embargo, en el estado se ha iniciado una especie de carnaval de especulaciones acerca de nombramientos anticipados en algunas secretarías de despacho que obviamente sólo generan ruido e inestabilidad en las dependencias gubernamentales.
Primero fue el rumor de que el secretario de Gobierno, Reynaldo Escobar, sustituiría a Salvador Mikel en la Procuraduría General de Justicia del Estado. Todo resultó una falsedad.
Pero ahora, a raíz del balconeo que le acaba de dar el gobernador electo Javier Duarte al presidente municipal de Coatzacoalcos, Marcelo Montiel –quien además ha solicitado formalmente permiso a la LXI Legislatura local para separarse de la alcaldía porteña–, pues la especulación propalada es si el edil sureño asumirá de una buena vez la Secretaría de Desarrollo Social y Medio Ambiente (Sedesma) que desde hace casi un mes quedó a cargo del subsecretario Alonso Domínguez Ferráez tras la renuncia de Ranulfo Márquez Hernández para presidir el CDE del PRI en lugar de Jorge Carvallo Delfín.
Mucho se viene especulando sobre si Marcelo Montiel irá antes o a partir del 1º de diciembre a la titularidad de la Sedesma. Pero independientemente de ello, Domínguez Ferráez está preparado para entregar en cualquier momento el despacho que le fue encomendado provisionalmente.
Y es que se sabe de muy buena fuente que el ex diputado local del PVEM hasta habría condicionado que sólo fungiría como encargado del despacho de la Sedesma, siempre y cuando le permitieran seguir operando de manera directa la Subsecretaría del Medio Ambiente, en la cual dejó pendientes varias obras y proyectos ambientales que se podrían quedar al garete.
Por cierto, por ahí andan tratando de evidenciar a Alonso Domínguez con el cuento de que supuestamente carece de título profesional, pero el encargado de la Sedesma ya documentó que es licenciado por la Universidad Cuauhtémoc de Puebla, generación 1990-1994, y que se tituló con la tesis “Sistemas motivacionales mediante incentivos económicos aplicados a trabajadores del ramo de la mercadotecnia y comunicación”. El sistema de titulación fue además por experiencia profesional. ¿Satisfechos?

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