Por Raymundo Jiménez
Columna: Al pie de la letra
La batalla por el Congreso
2010-08-11 | 22:05:26
Aunque Miguel Ángel Yunes Linares todavía da patadas de ahogado –blofeando y tratando de mantener viva la remota esperanza de que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación anule la elección de gobernador de Veracruz–, lo cierto es que tanto dirigentes como otros personajes del PAN muy cercanos al ex candidato a la gubernatura están mandando señales contrarias a la posibilidad de que se convoque a votaciones extraordinarias.
Hace ocho días, por ejemplo, el presidente del CDE del PAN, Enrique Cambranis Torres, en plan de chunga hasta se atrevió a proponer para la gubernatura interina a dos honorables damas xalapeñas que el dirigente panista sabe que no tienen este tipo de aspiraciones.
El comentario de Cambranis fue tomado por las familias de estas señoras como una broma de muy mal gusto.
La que le contestó públicamente fue doña Leonor de la Miyar Huerdo, ex secretaria de Desarrollo Regional y actual presidenta del Consejo Coordinador Empresarial. A través de los medios de comunicación, la empresaria constructora le reviró a Cambranis que “ya hay un gobernador electo y se llama Javier Duarte de Ochoa.”
De la Miyar dijo ser “muy respetuosa de las instituciones”, por lo que reconoció el fallo del Tribunal Estatal Electoral y reiteró que “no hay por qué crear escenarios irreales”. Y le pidió al dirigente estatal del PAN que ya no la involucrara en sus diferencias postelectorales.
La otra candidata mencionada por Cambranis para gobernadora interina fue la señora Stella Chedraui Obeso, pero la sobrina del arzobispo jubilado de Xalapa, Sergio Obeso Rivera, ni siquiera se tomó la molestia de contestarle al presidente del CDE del PAN. La razón es que justamente ese día la esposa del empresario y ex alcalde xalapeño Manuel Fernández Ávila enfrentaba el dolor de la muerte de su madre doña Stella Obeso de Chedraui.
Precisamente por el luto que embargaba a la familia Chedraui Obeso es que la declaración de Cambranis fue tomada como una irreverencia, pues sonaba a simple burla. Pero muy aparte del fantasioso escenario postelectoral creado por el dirigente estatal del PAN, acerca de la supuesta anulación de la elección de gobernador, últimamente han trascendido otros hechos que evidencian el escepticismo que comienza a cundir entre algunos personajes muy cercanos a Yunes Linares sobre la posibilidad de que el Congreso local nombrara a un mandatario interino que convocara a nuevas elecciones.
Se sabe, por ejemplo, que los diputados electos del PAN acaban de ser convocados a la ciudad de México a una de las reuniones de inducción organizada por el partido albiazul.
Según trascendió, el grupo legislativo de Acción Nacional habría sido encabezado por el hijo menor del ex candidato panista a la gubernatura: Fernando Yunes Márquez, quien hace un mes se negó a ir a recoger la constancia de mayoría que debía entregarle la Comisión Distrital Electoral de Boca del Río al término de la sesión de cómputo.
Y como los virtuales legisladores locales del PAN saben que realmente es muy remota la posibilidad de que se anule el triunfo del gobernador electo Javier Duarte de Ochoa, entonces dicen que los diputados del partido blanquiazul se preparan desde ahora para darle batalla al futuro gobernante priista desde el Congreso local.
Por eso, en esa presunta reunión en la sede nacional del PAN los legisladores electos de Veracruz ya habrían empezado a repartirse las comisiones más importantes de la próxima Legislatura, entre ellas la de Vigilancia, que pretende presidir el vástago de Yunes Linares y de la cual también aspira a formar parte Ricardo García Escalante, hijo del alcalde de Pánuco, Ricardo García Guzmán, quien actualmente tiene abierto un juicio de desafuero en el Congreso local por un presunto desvío millonario.Este caso muestra el retroceso político en que se halla Veracruz en pleno siglo XXI. Y es que está por repetirse una vez más la misma película que los veracruzanos ya vivimos hace seis años en la sucesión estatal de 2004, cuando en la disputa por el control del Congreso local el PRI y PAN terminaron por dividirse las posiciones administrativas de la Cámara de Diputados y algunos órganos descentralizados como el de Fiscalización Superior del estado (ORFIS).
Por lo mientras, está por reeditarse el arribo de los hijos de Yunes Linares y de García Guzmán a la Comisión de Vigilancia, la cual controla precisamente al ente fiscalizador que se encarga de revisar y fincar responsabilidades por las cuentas públicas de ayuntamientos, de los organismos estatales descentralizados y de todas las instancias y dependencias de los tres poderes del Gobierno del Estado.
Y es que hace seis años, Miguel Ángel Yunes Márquez, otro hijo del ex candidato del PAN a gobernador que actualmente preside el ayuntamiento de Boca del Río, así como el propio García Guzmán –ex contralor del gobierno de Miguel Alemán Velazco y a la sazón diputado local del PRI– también formaron parte de la H. Comisión de Vigilancia de la LX Legislatura local.
El presidente de dicha Comisión legislativa fue Yunes Márquez, lo cual le permitió establecer y estrechar su relación política con René Mariani Ochoa, quien hasta la mitad de este sexenio se desempeñó como auditor general del ORFIS y luego se sumó a la precampaña panista del furibundo ex director del Issste.

Los pluris

Por cierto, ha trascendido que a la reunión de la ciudad de México solamente viajaron 16 diputados electos del PAN: 10 de mayoría relativa y 6 de representación proporcional.
¿Esto quiere decir que entonces sí el PRI podría adjudicarse hasta 10 plurinominales, pese a que la fracción X del artículo 255 del Código Electoral vigente en Veracruz estipula que “en ningún caso al partido mayoritario se le asignarán más de cinco diputados por este principio.”?
Este fin de semana estará por conocerse el desenlace de esta truculenta historia.

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