No hay duda que hay un interesado grupo político que está detrás de las veladas amenazas de que se vengará el gobierno de Fidel Herrera y el que sigue, de los priistas que supuestamente traicionaron a su partido en las pasadas elecciones.
Toda una plana pagada para desprestigiarlos y sacarlos de cualquier plan futuro con Javier Duarte. Resulta oficioso que se reitere de manera pública y grosera, que el PRI perdió de manera escandalosa en los municipios de Tantoyuca, Perote y Coatepec.
Es un restregar a la cara de los funcionarios priistas que operaron mal y que obviamente fallaron. Dejarlo con que se gastaron el dinero en lugar de invertirlo, al aventurado juicio que trabajaron en contra para que perdiera el candidato a gobernador.
Que en los distritos de Xalapa y Veracruz fue una aplanadora del PAN la que pasó por esa zona. Y afirmar que en La Antigua de una “gran raigambre priista algo oscuro operó ahí”.
Asegurar que los candidatos a las alcaldías de esos distritos prometieron miles de votos a la causa partidista, y ocurrió todo lo contrario para que el candidato Yunes Linares fuera en esa zona, el triunfador absoluto.
Pareciera una cacería de brujas en contra de Adolfo Mota, José Yunes y Héctor Yunes Landa por mencionar sólo algunos.
Destacar que a pesar de esa mafia de traidores, el candidato a gobernador Javier Duarte de Ochoa obtuvo una votación histórica convirtiéndose en el candidato del PRI que mayor número de votos ha obtenido, y que no obstante de las maniobras de los enemigos dentro del PRI, logró obtener más 300 mil votos que los 30 candidatos a diputados y 367 mil sufragios más que los 212 candidatos a presidentes municipales.
Es una advertencia muy clara que algo se está cocinando para expulsar o castigar a los desleales a la fidelidad. La tarea es descartarlos para cargos de elección o del futuro gobierno.

Pleito entre priistas

Todavía no toman posesión y ya empezó la rebatinga en el Congreso local. Los futuros diputados priistas que tienen mayoría, se encuentran en pleno jaloneo por la presidencia del Poder Legislativo y la coordinación de la bancada tricolor.
Por un lado, Américo Zuñiga al que le prometieron dicho cargo a cambio de dejar el espacio de la candidatura para la alcaldía de Xalapa a Elizabeth Morales, y correr de nuevo la cortesía a la cofradía política de su padre, el maestro Guillermo Zúñiga.
Por otro lado, el grupo del notario Flavino Ríos con el apoyo de Alejandro Montano y de algunos alemanistas.
Jorge Carvallo, el adobado líder estatal del PRI, también figura en la lista de espera. Un largo aguardar que pudiera ser eterno en caso de que se anulara la elección de gobernador, ya que ninguno de los plurinominales tendría acceso a la Cámara de Diputados porque su designación está en relación a los votos que recibió su partido en la proporción de los sufragios contabilizados para el candidato a gobernador.
No hay que perder de vista que en caso de la anulación serán sólo estos legisladores de mayoría los que decidirán quién sería el gobernante interino de acuerdo a la línea que les ordene el casi ex gobernador Fidel Herrera Beltrán.
De allí que el feroz pleito entre los priistas podía tomar dicho litigio interesado proporciones inimaginables. Con lo que la contienda con los panistas sería una disputa intrascendente.