Todo está planeado para que en el 2012, el oculto candidato de Salinas de Gortari llegue solo a la selección del candidato priista a la Presidencia de la República.
Es una vieja práctica donde se enseñan varias cartas que se van eliminando, y se guarda hasta el final él que cuenta con la preferencia del selecto grupo en el poder.
Al igual que las estrictas reglas de la recelosa mafia se trabaja de forma confidencial, quién será el nuevo padrino. A fines del año pasado, cuando ya se maquinaba la guerra sucia contra el ambicioso gobernador Herrera Beltrán, se tenía el propósito de prescindir de los servicios, --del que resultaba a estas alturas del sexenio--, un incómodo funcionario. Al quedar prácticamente eliminado con el embate mediático el gobernador veracruzano de la contienda presidencial, lo que debe seguir en el escenario político nacional es el Estado de México y resulta obvio que el que encabeza la lista como futuro damnificado político es Enrique Peña Nieto.
En esta purga participan de manera inconsciente los partidos de oposición. Se prepara una alianza del PRD-PAN-PT y Convergencia para la gubernatura mexiquense y para ello figuran como posibles candidatos el perredista Alejandro Encinas y el panista Santiago Creel. Cualquiera de ellos tiene mayores posibilidades que el más encumbrado funcionario priista que pudiera sacar de la manga el narcisista gobernador.
Se trata de un descarte planeado con una gran frialdad.
Para los analistas políticos, el gran ganador es el senador Manlio Fabio Beltrones, quien logró sumar a la suma de gobernadores afines al que resultó electo en Aguascalientes, Carlos Lozano.
Cuando el crimen de Luis Donaldo Colosio, el ingeniero Raúl Salinas, poderoso hermano del entonces presidente Carlos Salinas, proponía como candidato presidencial al que era gobernador de Sonora. 16 años después no se olvida el terrible equívoco de escoger a Ernesto Zedillo.
Dentro de este marco de especulaciones y extrañas fantasías a la que ya está acostumbrada la clase política veracruzana, se analiza el extremo de que se llegara a anular las elecciones en la entidad veracruzana, si esto ocurre no se podría descartar junto al secretario Reynaldo Escobar al diputado Héctor Yunes Landa, como el mandatario sustituto.
El Congreso local es el que decide y no olvidan los molestos diputados que el gobernador Fidel Herrera no los dejó continuar su carrera política como candidatos a alcaldes. En el caso del líder, Yunes Landa, no perdona que no fuera el nominado. Y dentro de esta entelequia se trata de un alfil más del activo senador Manlio Fabio Beltrones.
De las lecciones que deja el pasado domingo electoral es que los votantes no perdonan a gobiernos priistas acusados de violaciones a los derechos humanos, que son símbolos de inmoralidad y cinismo, como los casos de Oaxaca y Puebla. Un pueblo que demostró que la mejor fórmula de sacar a un pésimo gobernante y un mal partido es a través del voto.

Derechos de autor

Vueltas que da la vida. Ahora el PAN de Veracruz utiliza los mismos argumentos de Andrés Manuel López Obrador, de que se abran los paquetes electorales y que se cuente voto por voto. En caso de que no resulten las cuentas pedirá que se anule la elección con el argumento de que Fidel Herrera utilizó todo el aparato de Estado. El Peje podría exigir el pago de los derechos de autor.