Por Maquiavelo
Columna: Se dice que...
Siguiendo pistas
2010-07-06 | 21:27:41
Con el paso del tiempo se conocerá más a fondo qué ocurrió en la jornada electoral del pasado cuatro de julio. Se encontrarán las explicaciones de cómo se desplomaron las encuestas que marcaban una diferencia de más de quince puntos a favor del candidato del PRI, Javier Duarte, a sólo dos y fracción. La cifra exacta para que se vaya al Tribunal Electoral.
Se entenderán los extraños motivos y fuertes intereses políticos y económicos que pusieron en juego para que funcionara la sorpresiva fórmula que disparó a Miguel Yunes a más de un millón de votos, cuando las encuestas lo ubicaban en un rango de 600 mil sufragios.
Las respuestas se conocerán en fecha próxima y se sabrá con nombre y apellidos los autores intelectuales de este ejercicio electoral, que tuvo como laboratorio el estado de Veracruz.
Hubo hace décadas una columna política en Excélsior, llamada Siguiendo Pistas, que firmaba el periodista Ramírez de Aguilar, que al igual que el brillante columnista Manuel Buendía tuvieron ambos como escuela periodística las fuentes policíacas. Reporteros de nota roja y es que decían que la única manera de conocer bien a la clase política, es que ellos actúan como consumados delincuentes.
Las huellas dejadas en esta jornada electoral son muy claras y para que esto ocurra, tiene que ser gente muy cercana y con mando dentro del propio PRI.
Es la gente más seductora en la intriga. No se puede dejar al margen que los tres competidores para la gubernatura fueron priistas. Dos, Dante y Yunes, secretarios de Gobierno y líderes estatales del PRI.
No sería ético, antes de que ocurra el complicado final del desenlace electoral, poner al descubierto los que trabajaron y siguen actuando para enredar más la maraña de la suma de votos y aplicar los sofisticados artificios para que lleguen cuestionados estos comicios al Tribunal Federal Electoral.

La votación más alta

Un correo recibido señala que los ganadores de las pasadas elecciones no representan a la sociedad veracruzana. Nos ponen como ejemplo lo que ocurrió en Xalapa, donde sólo favoreció con el voto a Elizabeth Morales, presidenta electa, el 16.95 del padrón. Es decir, que el 83 por ciento de los xalapeños, votaron en contra o no sufragaron. Y los números son fríos que demuestran que la democracia en la entidad para la ciencia matemática no existe.

Dante no aprende.

El problema de Dante Delgado es que los nuevos electores veracruzanos no lo conocen, quienes lo apoyaron como un buen gobernador son otro tipo de generaciones al igual los que participaron en el 2006 para convertirlo en senador de la República. Por otra parte, son los mismos oscuros personajes que actuaron para que su votación cayera de un millón de votos a menos de la mitad.
La juventud veracruzana, la que no tiene acceso ni a la universidad y mucho menos al empleo es el conglomerado ciudadano más numeroso y ellos no saben quién fue el gobernador que hizo las grandes obras que existen en la entidad.
Otro error muy grave de Delgado Rannauro fue aliarse con el PRD de Jesús Ortega, la sombra negativa que proyecta este partido y el compromiso de tener que dejarle a este instituto político un elevado número de candidaturas afectó seriamente el desarrollo de su candidatura.
Los números señalan que Convergencia fue el partido que aportó más votos, en cambio el PT y PRD no llegan juntos ni a la mitad.

Nosotros | Publicidad | Suscripciones | Contacto

 

 

Reservados todos los derechos 2018

Nosotros | Publicidad | Suscripciones | Contacto

 

 

Reservados todos los derechos 2018