Hay un gran empeño para ocultar los grandes errores del actual gobierno y en el intento de cerrar todas las puertas sobre graves fechorías que hasta la verdad la quieren dejar fuera.
Disfrazar de persecuciones políticas los delitos cometidos en la actual administración es abusar de la ingenuidad de la sociedad veracruzana y creer que es demasiado tonta.
Una cosa es la justicia y otra muy diferente la inmoralidad. Quieren mezclar la política con las raterías.
En la vida no se puede ocultar el amor y el dinero, este último ha sido demasiado ostentoso para encubrirlo. El moderno edificio frente a las Americas es el monumento del sexenio.
Cuando estuvo detenida la señora Nieves Remes Sánchez por la Subprocuraduría Especializada en la Investigación de la Delincuencia Organizada (Siedo) la conjetura era para que declarara sobre las exorbitantes sumas de dinero que manejaba su ex marido, José Antonio Quintanilla, quien fuera director de la empresa constructora del señor Antonio Sierra, hombre de negocios dedicados a las telas, que el destino fidelista lo transformara en uno de los principales beneficiados con obras del gobierno estatal, como pago de viejos favores. Es de los empresarios consentidos en la construcción de grandes puentes que contaba con la complicidad oficial para abultar costos y con ello obtener ganancias extraordinarias.
La labor de la Siedo no es de persecuciones políticas de tipo partidista sino de capturar a las personas que han abusado y desviado recursos públicos. Son dineros que le corresponden al pueblo veracruzano para su beneficio y aprovechamiento.
La detención de la arquitecta Nieves Remes fue un serio equívoco de una persona inocente, que tenía tiempo que se había separado del exdirector de la compañía constructora que le perteneció a su padre, el ingeniero Ricardo Remes, la cual fue aprovechada,-- por ser una empresa acreditada durante muchos años--, y que al ser adquirida por el señor Antonio Sierra fue para disfrazar que no era un negocio de reciente creación ni que había surgido durante la administración del gobernador Fidel Herrera.
El verdadero fondo de la captura de la profesionista Remes Sánchez es una investigación sobre presunto lavado de dinero donde figuran destacados empresarios veracruzanos. Tan grave es el supuesto el delito que el maestro en Derecho, Herrera Beltrán quiso proteger a su socio y amigo, Toño Sierra, con el fuero de una sindicatura de la alcaldía del puerto de Veracruz, que trata de defender a toda costa con urnas embarazadas, la diputada federal con licencia Carolina Gudiño.
Utilizar el pretexto de las campañas políticas para encubrir desordenados manejos y proteger a infractores de la ley no tiene ninguna validez y despierta grandes suspicacias.
La preocupación del gobierno fidelista sobre las auditorias por parte de la Federación que se están realizando y, conscientes de que la cuerda siempre se rompe por lo más delgado, provocó que un buen número de miembros de su gabinete y alcaldes priístas hayan buscado acercamientos con el candidato Miguel Ángel Yunes Linares, en busca de protección, de allí los polémicos resultados de la pasada elección.
Otro de los personajes es Marcos Theurel, ex secretario de Comunicaciones, dependencia que es la más investigada por el gobierno de Felipe Calderón, de allí el gran interés que tuviera el fuero como presidente del municipio de Coatzacoalcos y que le pudiera cubrir las espaldas a su entrañable compañero Marcelo Montiel, personaje que cuenta con varias denuncias sobre malos manejos de una pasada administración y lo que resulte de la que dejará el próximo mes de diciembre.