Lo que ocurrió en el estado de Veracruz y en varias entidades donde se efectuaron elecciones se registraron resultados sorpresivos. Ninguna empresa encuestadora había anticipado las derrotas del PRI en Oaxaca, Puebla y Sinaloa, y mucho menos, la cerrada competencia en Durango y Veracruz.
No obstante la abierta intromisión de los gobernadores y el excesivo gasto en las campañas, los ciudadanos salieron a defender su derecho de emitir su voto con plena libertad.
El pueblo salió a emitir su sufragio de manera inteligente e hizo caso omiso a las presiones de los cacicazgos. En esta ocasión surgió un nuevo fenómeno y tanto en las encuestas como los muestreos de salida, los votantes ocultaron su intención del voto.
Fidel Herrera se confió demasiado y creyó que los éxitos obtenidos en el 2007 y 2009 se repetirían. Olvidándose que es un gobernante que va de salida. No supo valorar el voto de protesta de los jóvenes y el rechazo de la clase media al grosero dispendio y la manipulación descarada de los medios, que se convirtieron en simples gacetas gubernamentales. El mejor ejemplo es el voto diferenciado donde los electores por una parte apoyan al candidato a gobernador, y por la otra, rechazan a los aspirantes a ediles. Una lección que debe aprender el PRI.

La amnesia política

Surge la esperanza de que con los fuertes vientos de la temporada anual de ciclones, se lleven las negras nubes de violencia, y de fuertes reclamos provocados por los cerrados comicios del pasado cuatro de julio. Las elevadas temperaturas registradas no dependen ahora del astro sol, sino de los graves riesgos de los grupos políticos interesados que se incendie el estado veracruzano.
Por la candente situación política, los medios veracruzanos se olvidaron que la nación mexicana ha sido seriamente afectada por las inundaciones y pérdidas de vidas humanas en varias entidades del país. Existe la creencia que el cambio climático afectaría las ciudades colindantes de las costas y es todo lo contrario como lo que ocurre en un estado como Nuevo León, que no limita con el mar y es la entidad más afectada por las tormentas tropicales y con la amenaza de los huracanes que azotarán al Golfo de México.

Políticos sobrevivientes

Lo que quedó evidente en los pasados comicios es que las organizaciones políticas de izquierda en el estado de Veracruz prácticamente no existen.
Para cualquier analista político, la situación del descontento que existe en contra del gobierno federal y estatal debido a los desastrosos resultados que han entregado en los ámbitos económico, social y de seguridad pública, haría que los candidatos del PRD, PT y Convergencia, tendrían un importante capital político y que éste se reflejaría en las urnas, además de contar con un buen candidato como es el senador convergente Dante Delgado.
La pasada jornada cívica deja como saldo la posible desaparición de organismos políticos, que debieran estar al servicio de la transformación social de Veracruz, y que hoy apuradamente sobreviven regateando la preservación de sus registros como partidos políticos.
Está el PRD y Convergencia sumidos en una crisis de representatividad en el Congreso local y que este último lograra rescatar algunas alcaldías que lo oxigenan. Lo increíble es el PRD, que en la última campaña electoral por la Presidencia de la República fuera la primera fuerza política en la entidad y que hoy en día se encuentra inmerso en obtener algunas mijagas de las posiciones del poder y desesperado por no perder las partidas que le otorgan las instituciones electorales.
El PRD veracruzano que se conoce, está en plena agonía, el nuevo PRD de López Obrador esa sí es una auténtica fuerza que se compone hasta el día de hoy de 15 millones de afiliados.