Por Raymundo Jiménez
Columna: Al pie de la letra
* VERACRUZ, OBSESIÓN DE CALDERÓN
2010-03-28 | 21:08:08
De los diez estados donde este año habrá elecciones de gobernador, es en Veracruz donde el presidente Felipe Calderón, del PAN, se está metiendo con todo para arrebatarle el poder al PRI del gobernador Fidel Herrera Beltrán, quien hasta ahora resiste estoicamente los embates del aparato del gobierno federal.
La estrategia de Calderón es equivocada. Pero no es la primera vez que yerra el Presidente, quien en el proceso electoral federal de 2009 fraguó golpes como el “michoacanazo” y aún así fue arrasado por el PRD en su entidad natal. El colmo fue que la PGR ha tenido que liberar a la mayoría de los alcaldes y funcionarios estatales detenidos por sus presuntos vínculos con el narcotráfico.
Hasta ahora son muy pocos los logros que a su gobierno se le pueden reconocer. Su autopromoción como el “Presidente del empleo” sólo quedó en un mero slogan de su campaña presidencial de 2006, pues en su gestión se han registrado los índices de desempleo más altos en la historia reciente del país; la pobreza ha ido en aumento, por lo que ha tenido que ampliar los padrones de beneficiarios de los programas federales asistenciales; la economía se ha ido a pique, con la espiral inflacionaria y el aumento de impuestos; y su combate a los cárteles de la droga lleva una cifra record de más de 17 mil ejecutados en tres años, entre ellos cientos de jóvenes inocentes –como los estudiantes del Instituto Tecnológico de Monterrey o los que él mismo etiquetó de “pandilleros”, asesinados en Ciudad Juárez–, sin que hasta la fecha exista la percepción ciudadana de que su régimen y el Ejército realmente le vayan ganando esta guerra a los criminales.
Como si el horno estuviera para bollos, ahora Calderón se han enfrascado en una batalla personal contra los gobernadores priistas que este año habrán de entregar el poder. Sin embargo, de las diez entidades que renovarán gubernaturas, Veracruz pareciera ser la que más le obsesiona ganar al Presidente.
¿Por qué? Las explicaciones que dan algunos personajes del PRI y del PAN son muy variadas. En primer lugar porque, por el tamaño de su padrón electoral, Veracruz es una entidad clave para la sucesión presidencial de 2012. Y es que luego del Estado de México y el Distrito Federal –el primero gobernado por Enrique Peña Nieto, el presidenciable más fuerte de los priistas, y el otro por Marcelo Ebrard, también aspirante presidencial, pero del PRD–, Veracruz es la tercera entidad con el mayor número de votantes. Los tres estados juntos representan el 30 por ciento del padrón electoral nacional.
Otra explicación dada sobre el marcado interés de Calderón en la sucesión veracruzana es que de los diez candidatos postulados por el PAN en el país, Miguel Ángel Yunes Linares fue directamente impuesto por él y su esposa Margarita Zavala. Por ello su empuje a favor del ex director del ISSSTE, pues la pareja presidencial no puede ser humillada con la derrota.
Y es que Calderón ha tenido que pagar un costo político muy alto por su capricho de imponer a Yunes, pues el ex dirigente nacional del PAN, Manuel Espino Barrientos, lo exhibió públicamente por apoyar ahora al ex militante del PRI, no obstante que cuatro años atrás, en 2006 como candidato presidencial, vetó al neopanista veracruzano para el Senado de la República bajo el argumento de que “cuando Yunes fue secretario de Gobierno con Patricio Chirinos se distinguió por su desempeño corrupto, así como golpear, perseguir y difamar panistas”.
Espino, por cierto, ha empezado a promover en Veracruz su libro “Volver a Empezar”, editado hace siete meses, en el cual el ex dirigente propone que el PAN dé fin a su extravío pragmático y retome los principios humanistas de la doctrina demócrata cristiana que le dieron origen.
Ello parece haber enfurecido a Calderón, quien habría sido prejuiciado por Yunes de que atrás de esta campaña contra el Presidente y el PAN dirigido actualmente por su ex secretario particular César Nava, estaría el gobernador Fidel Herrera.
A Herrera Beltrán le atribuyen también la renuncia a Acción Nacional del ex aspirante a la gubernatura Gerardo Buganza, a la que se ha sumado una interminable desbandada al interior del partido blanquiazul que ha desfondado la candidatura de Yunes.
Pero la puntilla que recibió Calderón fue el comentario que el pasado 10 de marzo vino a hacer a Xalapa el ex presidente Vicente Fox, quien dijo que actualmente México carecía de un liderazgo fuerte.
Fox, quien en cambio reconoció que el gobernador Herrera “a’i la lleva”, vino a dar una conferencia en el auditorio del Museo de Antropología. El guanajuatense recibió del mandatario veracruzano un reconocimiento por el trabajo realizado y plasmado en su libro “Revolución de la esperanza: la vida, los anhelos y los sueños de un Presidente”.
En Veracruz, pues, se juega en julio próximo algo más que la gubernatura del estado. Y eso lo sabe Calderón, quien en mayo de 2004 rompió con el presidente Fox, al renunciar como titular de la Secretaría de Energía luego de expresar abiertamente en una gira por Jalisco sus aspiraciones por la candidatura presidencial del PAN. Al año siguiente, Calderón se impuso al secretario de Gobernación, Santiago Creel Miranda, que era el precandidato favorito de Fox y del dirigente Espino.
Por eso el duro embate que Calderón ha arreciado contra Herrera Beltrán, a cuya administración están regateando la transferencia de recursos federales para proyectos y programas que ya habían sido autorizados.
Se han dado casos absurdos como, por ejemplo, el cambio repentino de la sede de la “Conferencia de Plenipotenciarios 2010 de la Unión Internacional de Telecomunicaciones”, evento que desde hace dos años se determinó que se realizaría en Veracruz y que le significaría a ese puerto una derrama superior a los 600 millones de pesos. Sin embargo, sin previo aviso, la Secretaría de Comunicaciones y Transportes decidió trasladar dicha reunión a Jalisco, estado gobernado por el PAN.
El gobierno de Herrera tenía contemplado invertir 120 millones de pesos en la adecuación del World Trade Center (WTC) de Boca del Río a los requerimientos de la UIT e incluso dejó de rentar desde un año antes el centro de convenciones. Pero muy aparte de las pérdidas de la administración fidelista, los más afectados fueron los empresarios restauranteros y hoteleros, que además de las reservaciones canceladas ya habían invertido en infraestructura.
¿Supone Calderón que con esta “estrategia”, esos veracruzanos afectados van a votar por su partido y candidato a la gubernatura? Es el mismo caso de los contribuyentes veracruzanos a los que la Secretaría de Hacienda ha empezado a acosar a través del Servicio de Administración Tributaria (SAT). Todos estos causantes terminarán por regularizar su situación fiscal, pero muy difícilmente van a votar por el candidato que los está presionando de esta manera.
Es la misma estrategia que como secretario de Gobierno empleó Yunes Linares para acosar y perseguir a los críticos y considerados enemigos del régimen del gobernador Chirinos (1992-1998).
¿Le funcionará ahora? Ya se verá la noche del 4 de julio. Pero por el momento sólo denota su desesperación porque a pesar del aplastante apoyo presidencial, su candidatura sigue desfondándose y no ha logrado crecer como esperaba.


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