Para derrotar al gobernador priista Fidel Herrera Beltrán y a su “delfín” Javier Duarte de Ochoa, el virtual candidato del PAN a la gubernatura, Miguel Ángel Yunes Linares necesitará –ahora sí que como dice ese himno veracruzano llamado “La Bamba”– “de una escalera grande y otra cosita...”
Claro que en política no hay imposibles y de vez en cuando se suelen dar algunos milagros… siempre y cuando Dios y las circunstancias así lo permitan.
Y es que a pesar de la evidencia de que Yunes Linares es el candidato del presidente Felipe Calderón --favoritismo que en vez de fortalecer al ex director del Issste generó un efecto contrario con la renuncia de Gerardo Buganza y otros destacados militantes del PAN que continuarán abriéndosele al de Soledad de Doblado conforme se acerque la fecha de la elección–, lo cierto es que la Presidencia de la República en manos de Acción Nacional se ha ido devaluando políticamente y su halo protector parece ya no tener la misma efectividad que el titular del Poder Ejecutivo hacía sentir en las sucesiones estatales durante los 70 años de la hegemonía priista.
Es verdad que han comenzado a ejercerse algunas presiones hacia el gobierno de Herrera Beltrán, pues esta semana el secretario de Finanzas y Planeación, Salvador Sánchez Estrada, declaró acerca del retraso de la liberación de 800 millones de pesos destinados a obras de infraestructura social, ya que coincidentemente la Federación acaba de modificar las reglas del Fideicomiso para Infraestructura en los Estados (FIES). Además, la administración de Calderón ha ampliado en este año electoral el padrón de beneficiados de algunos programas clientelares como los de Oportunidades y el del Seguro Popular.
Peeeeeero… algunos yunistas sensatos no se confían del todo del aparente respaldo presidencial, pues saben que para vencer al colmilludo gobernador Herrera requerirán de otros tipos de apoyos que dudan que Calderón esté dispuesto a dar. Y ponen como ejemplo el caso del ex futbolista Carlos Hermosillo, quien el año pasado renunció a la Dirección de la Codeme para disputarle a Duarte de Ochoa la diputación federal por el distrito de Córdoba.
Hermosillo, supuestamente, venía también con todo el apoyo político de Calderón. Y al igual que como sucedió ahora con la nominación de Yunes Linares a la gubernatura, el ex centro delantero del América y Cruz Azul fue impuesto en 2009 como candidato a la diputación federal pasando por encima de otros aspirantes panistas cordobeses.
Operadores cercanos de Yunes Linares argumentan que para la causa de su jefe y amigo fue lo mejor que podría haberle ocurrido: que Duarte ganara la diputación para ser enfilado como candidato del PRI a la gubernatura, pues todavía consideran al ex titular de la Sefiplan como el más débil de los aspirantes priistas.
Sin embargo, la pregunta lógica es por qué entonces expusieron a un personaje popular de la talla de Hermosillo.
La verdad es que no quieren reconocer el fracaso que ya experimentó Yunes como operador en ese proceso electoral, en el que a pesar del apoyo que recibió de Calderón y del CEN del PAN para imponer y financiar a la mayoría de los 21 candidatos de mayoría relativa –sin contar a los de representación proporcional que también metió, como fue el caso de la coatepecana Silvia Monge Villalobos y de Julio Saldaña Morán, a quien ahora promueve para la alcaldía porteña–, el entonces director del Issste solamente logró ganar las diputaciones de Coatzacoalcos, San Andrés Tuxtla, Martínez de la Torre y Tuxpan, siete menos de las que Acción Nacional obtuvo en el 2006.
Sin embargo, ninguna elección es igual a otra, y en la del próximo 4 de julio Yunes no sólo se juega su propio pellejo sino que además le significaría de hecho su último tren por la gubernatura que afanosamente busca desde la sucesión estatal de 1998, cuando luego del desastroso resultado que como presidente del CDE del PRI obtuvo en los comicios municipales de 1997, le facilitó la candidatura priista al senador con licencia Miguel Alemán Velazco.
Habrá que ver hasta dónde Calderón utiliza a Yunes para presionar al gobernador Herrera, quien en las más recientes encuestas ha sido encartado en segundo lugar entre los aspirantes priistas a la Presidencia de la República, muy abajo todavía del gobernador del Estado de México, Enrique Peña Nieto, a quien inexplicablemente el dirigente nacional del PAN, César Nava, ex secretario particular del presidente, puso a salvo de las alianzas electorales que el partido blanquiazul ha realizado en otras entidades con el PRD, según un convenio que signó desde octubre de 2009 en la Secretaría de Gobernación con la dirigente nacional del PRI, Beatriz Paredes Rangel.
Por lo mientras, ha trascendido que de Los Pinos habrían instruido a Yunes Linares para que se reuniera en la Casa de Visitas de CEMEX con los principales empresarios y proveedores del Issste, especialmente los de Monterrey, mismos que han sido grandemente beneficiados por la administración calderonista, a los cuales el aspirante panista les habría sugerido que hicieran presión para cobrar las deudas que el gobierno de Veracruz tiene con estas empresas, ya que el gobierno federal no iba a dar los acostumbrados anticipos que se dan a principios de año de las participaciones federales, por lo que la Secretaría de Finanzas no iba a tener recursos para hacer frente a dichas deudas, lo que obviamente crearía un shock financiero.
Además, otras de las versiones que corren es que el propio gobierno federal estaría por boicotear la segunda burzatilización que actualmente estaría preparando la administración del gobernador Herrera, lo que generaría que no hubieran recursos financieros de aquí al 15 de mayo, poniendo en riesgo incluso no solamente que alrededor de cien mil maestros no pudieran cobrar las negociaciones de incremento salarial que año con año se anuncian es esas fechas, sino que provocaría incluso que varias obras que están en proceso pudieran quedar inconclusas, como por ejemplo el libramiento de Paso del Toro, cuyo contratista afectado por Yunes sería el ex diputado federal Marcos Salas Contreras, aspirante del PAN a la alcaldía de Xalapa.
Presuntamente, Yunes Linares habría pedido de manera especial a Tomás Milmo Santos, de la empresa de telefonía Axtel, que revisara sus inversiones en el estado, que actualmente son importantes para la economía veracruzana.
En dicha reunión habrían estado presentes también otros destacados empresarios regiomontanos como Tomás González, de CILSA, y Gonzalo Lagüera.
El presunto organizador de esta reunión habría sido Jorge Tello Peón, un viejo conocido de Yunes Linares, quien hasta el año pasado estuvo en la Secretaría Ejecutiva del Sistema Nacional de Seguridad Pública. Tello y Yunes tienen conocidos comunes. Uno de ellos es Joaquín “El Chapo” Guzmán, el capo del cártel de Sinaloa que se fugó desde enero de 2001 y cuya organización criminal ha sido sospechosamente la menos combatida por la administración del presidente Calderón, según señalamientos que han hecho prominentes panistas como el diputado federal sinaloense Manuel Clouhtier Carrillo.